A un mes de la desaparición de María Luján Barrios, la causa tiene más misterios que certezas
La vecina de Luis Guillón de 24 años fue vista por última vez por sus familiares el 3 de diciembre. Hay dos personas que declararon y quedaron detenidas y hace unos días apareció tirado su DNI, pero nada se sabe sobre su paradero.
María Luján Barrios fue vista por última vez por sus familiares el 3 de diciembre.
María Luján Barrios perdió todo contacto con su familia y amigos el 3 de diciembre. A un mes de ese hecho, la causa que investiga la desaparición de la vecina de Luis Gillón reúne más misterios que certezas, pese a que hay dos hombres detenidos y que unos días antes de fin de año fue encontrado su DNI en un basural.
Aquel día, la joven de 24 años le había pedido a una niñera que fuera a su casa, ubicada en Juan de Garay al 2000, a cuidar a sus cuatro hijos, que tienen entre 1 y 9 años, y salió en un remís porque»iba a un trabajo en Pilar», según ella misma le escribió a una amiga a través de un mensaje de WhatsApp antes de que su teléfono se apagara.
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El vehículo, según su entorno, era una camioneta «Fiat Fiorino blanca» y el chofer «es un hombre que trabaja de remisero particular y que habitualmente ella lo llamaba cuando tenía que viajar», indicó Maira, sobrina de la chica desaparecida.
La familia contó que la joven a veces se ausentaba por «dos o tres días», pero nunca por tanto tiempo como ahora. Con el correr de las horas, entonces, empezaron a encenderse las alarmas que los llevaron a radicar la denuncia. Según trascendió, tiene problemas de adicciones y su comportamiento era a veces «inestable», pero ese último texto desconcertó todavía más al entorno.
Además de contar que se iba a trabajar, pidió dinero prestado. «Ella tenía plata para manejarse, es raro que le haya pedido a la amiga, que luego le hizo una transferencia», remarcó la mamá de la chica en diálogo con Clarín. Y agregó: «Algo que nos hace sospechar es que ella siempre se comunicaba con audios, nunca escribía mensajes y todo eso lo dijo por escrito. Creo que alguien más lo escribió y la está reteniendo o le hizo daño», consideró la mujer.
Tras ese mensaje, María Luján Barrios no volvió a abrir WhatsApp y, cuando la familia quiso llamarla, descubrieron que el celular estaba apagado. Desde entonces, no volvieron a tener ningún tipo de contacto. Días atrás, personal policial de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora dio con el paradero de algunas personas con las que había intercambiado mensajes por WhatsApp y realizó allanamientos en sus domicilios, en Lanús, El Jagüel y Alejandro Korn, pero no hallaron nuevas pistas.
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La última novedad para la causa se dio la semana pasada cuando, en un nuevo operativo de rastrillaje, los agentes encontraron el DNI de la joven desaparecida en la calle Martín Fierro, a metros del cruce con la avenida Pedro Dreyer y en inmediaciones del predio del Monte Grande Rugby Club; en el límite entre las localidades de El Jagüel y Canning.
A partir de esto, la investigación pasó a estar más centrada en esa zona y se intenta descubrir cómo llegó el documento hasta ese lugar y saber también si la joven estuvo cerca de ese radio en las últimas horas antes de su desaparición. A unos cien metros del lugar hallaron bolsas de basura, pero luego de abrirlas y revisarlas no encontraron ningún otro elemento que aporte información a la causa: sólo había residuos.
La fiesta a la que fue María Luján Barrios
Para seguir la ruta que hizo la joven, la Policía relevó las filmaciones seguridad y pudo establecer que llegó en esa camioneta Fiat Fiorino blanca a una casa de la calle Cabildo, en El Jagüel, a cuatro cuadras del domicilio de su madre, quien contó: «Ahí viven unos colombianos, que dicen que se dedican a hacer muebles. Nos dijeron que ella estuvo ahí, en una fiesta, hasta la 1.30 de la madrugada del sábado 4 de diciembre. Recibió una llamada y salió apurada, la vieron subirse a un auto gris que paró en la esquina. Y de ahí no supieron más nada».
Sin embargo, las imágenes de las cámaras cercanas mostraron una secuencia muy diferente: aunque hubo un auto gris involucrado esa madrugada, María Luján Barrios no subió, sino que permaneció en la casa hasta cerca de las 4 de la mañana y salió en moto hacia la estación de trenes junto a uno de los hombres que había declarado como testigo y ahora está siendo investigado.
Se trata de uno de los dos detenidos, en principio, porque sus testimonios habían empezado a contradecirse y dejar a la luz varias mentiras relacionadas con la desaparición. A partir de este giro, esa persona y otra que vive en la misma casa quedaron demoradas, pero por ahora no aportaron más datos que sirvan para orientar la investigación.
«Pensamos que alguien la tiene. Siempre se va, pero avisa», declaró la mamá de María Luján Barrios. En principio, la familia sospechó del remisero, pero por el momento quedó descartado, ya que pudo comprobarse que efectivamente dejó a la joven en la casa y no tendría vínculo con los sospechosos.
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María Luján Barrios mide 1,50 metro de estatura, tiene tez trigueña, cabello negro, contextura delgada y posee un tatuaje en el brazo derecho con las iniciales «A. E. S» y la palabra «chino». Al momento de su desaparición vestía una campera negra y azul, un pantalón oscuro y zapatillas negras.
