Como Facundo Colidio, pero en los 70: la historia del goleador que surgió en Boca, brilló en River y le salvó la vida a su hijo
Rubén Horacio Galletti debutó en el Xeneize pero, sin continuidad, su carrera lo llevó a ser figura de Estudiantes primero y a ser clave en dos títulos del Millonario. En 2011, le donó un riñón a su hijo Luciano.
El último fin de semana, en Córdoba, Facundo Colidio hizo festejar a los hinchas de River Plate pese a su origen en Boca Juniors. Más de cuatro décadas atrás, las Inferiores xeneizes también les dieron rédito a los de Núñez: así como ahora el ex Tigre comenzó a gritar goles, antes lo hizo Rubén Horacio Galletti, otro que decidió cambiar azul y oro por blanco y rojo.
La historia de Facundo Colidio
Facundo Colidio nació en Rafaela, ciudad tambera de Santa Fe, el 4 de enero de 2000. Comenzó en el club local, Atlético Rafaela, una institución que por aquel entonces llegó a estar en la Primera División. En 2014, su carrera dio un giro: Diego Mazzilli, uno de los ojeadores más importantes de Boca Juniors, lo vio en acción y decidió llevárselo a Capital Federal.
Colidio llegó a Boca con chapa pero empezó a destacarse aún más. Con apenas 14 años, el chico comenzó a romper redes en Inferiores: fue rápidamente indicado como uno de los proyectos más interesantes de la cantera xeneize. Fue convocado al Sub 17 de Argentina e incluso logró disputar partidos con la Reserva de Boca, en aquel entonces dirigida por el ídolo Rolando Schiavi.
Sin embargo, Colidio no llegó a debutar en la Primera de Boca. Es que sus gritos se escucharon hasta en el Viejo Continente, y el Inter de Milán decidió apostar fuerte por él: el equipo italiano puso ocho millones de euros para llevarse al chico de, en aquel entonces, apenas 17 años.
Su adaptación al fútbol europeo no fue sencilla. Sin mucho lugar, Facundo logró concretar su regreso a Argentina: Tigre consiguió un préstamo por el delantero. Y allí, en dupla con Mateo Retegui, Colidio relanzó su carrera: hizo 11 goles para el Matador en 2022 y llamó la atención de los clubes grandes del país.
Su presente en River
Luego de ser una pieza clave en el Tigre de Diego Martínez que llegó incluso a la final de la Copa de la Liga (fue derrotado 3-0 por Boca), Colidio llegó a River tras coquetear también con Independiente y con el Xeneize, su formador. Envuelto en polémica, el delantero no fue titular para Demichelis en gran parte del 2023, pero de a poco intenta ganarse la confianza del entrenador…
Este domingo pasado, Colidio pudo finalmente convertir su primer gol en River. Por si fuera poco, fue un grito que valió la clasificación: el delantero hizo el 2-1 con el que el Millonario eliminó agónicamente a Belgrano para meterse en las semifinales de la Copa de la Liga.
El antecesor de Colidio: Rubén Galletti
Mucho tiempo antes de Colidio, hubo también un delantero con formación en Boca que hizo festejar a los hinchas de River. Rubén Horacio Galletti nació en Navarro, provincia de Buenos Aires, el 18 de septiembre de 1952 y largó su carrera como futbolista en las Inferiores de Colón de Chivilcoy. A los 18 años, Boca lo llevó a Buenos Aires y le hizo firmar su primer contrato profesional. Pero su carrera seguiría en otra vereda…
Galletti sí pudo debutar en Boca. Sumó diez partidos en la Primera, entre 1971 y 1972. Al no tener el lugar deseado, relegado por un histórico como Ramón Héctor Ponce, emigró a Estudiantes de La Plata. En el Pincha jugó más de 200 encuentros y su capacidad goleadora llamó la atención de los Tecos de Guadalajara. En 1978, antes del Mundial, regresó al país y firmó para vestir la banda roja.
En el Millonario sumó 50 partidos y su gran momento fue en 1979, bajo la dirección de Ángel Amadeo Labruna. Galletti definió un clásico de verano en Mar del Plata, ante el Boca bicampeón de América, y fue una pieza importante para el River que logró adjudicarse Metropolitano y Nacional de aquel año. En el primero de esos torneos encaminó la victoria por 2-0 ante Vélez, en la final de ida, en Liniers.
La trayectoria de Rubén siguió en Argentinos Juniors y luego en Huracán. Tuvo un cierre en el ascenso, con la casaca de Talleres de Remedios de Escalada, a los 33 años, una edad avanzada para la época. El apellido Galletti continuó ligado al fútbol y a los goles a través de su hijo Luciano, el Huesito, quien también se destacó en Estudiantes e hizo una larga campaña en Europa (España y Grecia).
El gesto de amor de Rubén Galletti con su hijo
En 2010, a Luciano Galletti se le descubrió una insuficiencia renal severa, con un riñón que le funcionaba al 45%, que lo obligó a ser sometido a un trasplante de riñón. Tenía 30 años y estaba en el Olympiacos de Grecia. “A los meses, la junta médica decretó que era riesgoso jugar», contó.
En el año 2010, Galletti puso fin a su carrera y en 2011 le practicaron el trasplante. El donante fue su padre. «Estoy orgulloso del papá que tengo. Me emociona la decisión que tomó», dijo por entonces Luciano Galletti, quien finalmente pudo regresar a la actividad en el Ofi Creta griego, donde se retiró en 2014.
«Pude decidir cuando debía retirarme, surgió la posibilidad de Grecia (en el Creta) mi familia no me reprochó con ningún pero. Es más, me iban a ver siempre. Y cuando nos tocó jugar contra el Olympiakos, llamé al presidente del club desde el vestuario y le avisé que me retiraba. Ahí cerré el círculo», destacó.
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