De tocar cumbias en tachos de pintura a ser furor en las redes sociales: Kingto, la banda de San Fernando que es seguida hasta por Duki
Hace menos de un año egresaron del secundario que y lograron un éxito tan rápido como inesperado. Ya firmaron contrato con una discográfica y tienen más de 270 mil seguidores en Instagram.
El éxito que lograron fue, para ellos, tan rápido como inesperado. No hace ni siquiera dos años que un grupo de jóvenes de San Fernando, recién egresados del secundario, decidió formar una banda a la que llamaron Kingto. Empezaron de forma muy humilde, tocando cumbia en tachos de basura y haciendo videos caseros. Pero en poco tiempo se volvieron un verdadero furor en las redes sociales.
El grupo musical integrado por Dylan González, Uriel Caminos, Eliel Echeveste (todos de 17 años), Thiago Gauna (18), Leonel Bordón (18) y Maximiliano Fernández (21) ya tiene más de 270 mil seguidores en Instagram. Entre ellos, famosos como Duki y el “Colo” Valentín Barco.
El primer video de Kingto que se volvió viral fue uno en el que Dylan, el cantante, y Uriel, el bajista, se filmaron haciendo un cover en la calle. Ahí se podía ver a González sentado en un tacho de pintura viejo y sucio. «Íbamos a grabar y no quería estar parado, así que agarré lo primero que encontré», explicó.
El secreto del éxito de Kingto
La anécdota no es menor: en el género urbano la mayoría de los artistas buscan hacer ostentación del dinero y las mujeres, pero este grupo es todo lo contrario. «Somos sanos. Tomamos tereré, mate y gaseosa. Creo que le gustamos a la gente por ser auténticos«, dijeron sus integrantes.
Y aseguraron que «somos todos muy chicos y no fingimos las cosas que hacemos. Es natural». Así es que sus filmaciones son 100% caseras y se realizan en la sala de ensayo que armaron en la casa del bajista. Los “escenarios”, en tanto, son creados con «lo primero que hay a mano», siempre con asientos improvisados y rodeados de perros.
Recordando sus comienzos, contaron que todo empezó cuando estaban cursando todavía el quinto año de la escuela secundaria (de ahí el nombre) y se preparaban para ir a un cumpleaños en la casa del bajista.
«Nunca había cantado en mi vida», dijo Dylan. Pero esa vez, sólo para matar el tiempo, tanto él como sus amigos agarraron algunos instrumentos y tocaron una canción de Ke Personajes.
Al escucharlos tocar, Ezequiel Caminos (el padre de Uriel y bajista fundador del histórico grupo de cumbia Yerba Brava) entró a la habitación de su hijo y los animó a que formaran la banda.
La explosión del grupo de cumbia de San Fernando
La siguiente parada fue en la fiesta de fin de año del colegio, el Instituto Madre Rafaela Y a partir de eso no pararon más: tocaron en fiestas de despedida, casamientos y festivales a beneficio. «Todos los presentes en la fiesta se acercaron a vernos y la agitaron. Ahí fue que pensamos que algo podía salir de esto», explicaron.
Ya en el último año, confesaron, “sólo pensábamos en el proyecto. Los profesores nos re bancaban, por suerte. Y no le dimos ni bola al colegio». En cuestión de meses ya tenían una gran cantidad de seguidores en redes.
Actualmente, además de conseguir shows por distintas partes de la provincia ya lograron firmar un contrato con una empresa discográfica. Así pasaron de subir videoclips producidos cada tres meses a tener diez filmados en un mes y medio.
«Quiero que aprovechen lo que les está pasando. Están muy bien encaminados», evaluó Ezequiel Caminos. Y recordó que con Yerba Brava tardaron cuatro o cinco años en cosechar los logros que su hijo y compañía lograron en muy poco tiempo.
Por eso, confesó, muchas veces no puede ocultar su emoción: “En los shows, me pongo a llorar de emoción a escondidas, porque sino me bardean».
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