La historia de Yerba Brava, la banda de San Fernando que llega a la final de la Copa Libertadores: drogas y un pionero que murió joven
La elección estuvo en manos del club, ya que Juan Román Riquelme es fan de su música. Tibu, líder actual del grupo e hincha del Xeneize, agradeció la invitación. Los puntos oscuros en un emblema de la cumbia villera.
La final de la Copa Libertadores 2023 tiene dos grandes protagonistas, Boca Juniors y Fluminense, pero también actores secundarios para darle forma a un gran espectáculo que rodea un partido de fútbol. Entre ellos estará el grupo de cumbia villera Yerba Brava como representante de la música argentina en la previa al encuentro: amigos de Juan Román Riquelme, oriundos de San Fernando, tienen una historia sórdida detrás de los éxitos que sonarán en el icónico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El número que abrirá la final de la Libertadores estará a cargo de la Orquesta de Cámara de la favela Rocinha y 60 percusionistas de la escuela de samba Portela, además de varios bailarines brasileños. Luego subirá Yerba Mala y finalmente lo hará el grupo carioca Ferrugem, para levantar a toda la torcida del Fluminense, el rival del equipo argentino.
La emblemática banda de cumbia villera se presentará ante más de 80.000 personas en representación del equipo argentino y su líder actual, el Tibu, se mostró mucho más que emocionado por la elección de JR10.
«Es tremendo lo que está pasando. El agradecimiento también a la gente de la Conmebol y a ustedes por venir a visitarnos, por darnos un ratito de su espacio», dijo el Tibu desde San Fernando, antes de partir a Río de Janeiro.
Y como buen fanático del xeneize, dijo en la previa estar confiado de conseguir el ansiado título que se busca desde 2007, cuando se coronó por sexta y última vez en la Copa Libertadores. “Estamos contentos de verdad por ser partes de esta fiesta tremenda y lo que va a ser. Vamos a buscar la séptima. Yo soy de Boca y vamos a buscar la séptima y la vamos a traer«, agregó el cantante.
En el escenario sonará «La cumbia de los trapos», el hit indiscutido de Yerba Brava. De hecho, se lo escuchó en el estadio Lusail de Qatar luego de que la selección argentina se consagrara campeona del mundo. «Es una canción que tiene 23 años, una locura. Los hermanos Moya, el ‘Monito’, que ya no pertenece más a la banda, fueron los primeros Yerba Brava, y la hicieron para un equipo de barrio y nunca pensamos en pasar esta frontera. Que sonara en Qatar fue tremendo«, dijo Tibu.
El tema forma parte del disco Cumbia Villera, un trabajo que terminaría siendo un ícono de un género que hasta ese momento casi no existía. Publicado en el año 2000, la letra de la canción cuenta la vivencia de una barra camino al estadio para alentar a su equipo.
Sin embargo, no menciona a algún club de fútbol en particular. «La pueden cantar todos los equipos», sostuvo el Tibu. Tanto es así que en el video original de la canción se ven camisetas de River, Tigre, Independiente, Boca y varios equipos más.
«Borracho, yo voy cantando, con mis amigos, voy festejando un triunfo más; loco soy por mi trapo, te sigo a muerte por donde vas; porque la vuelta queremos dar, queremos dar», dice el estribillo.
Yerba Brava, cumbia villera y una historia de drogas
El grupo nació con Juan Carlos “El Monito” Ponce, en voz, Ezequiel, Martín, Pablo, Beto y Víctor -que luego pasó por “Flor de Piedra”. En esa época hacían covers de La Nueva Luna, Sombras y otros grupos de moda. Era el año 2001 y Argentina atravesaba quizás las peor crisis económicas de su historia.
De los primeros escenarios de bailantas y clubes locales de zona Norte la banda rápidamente pasó a tener un nombre dentro de la escena de cumbia loca. Siempre con problemas internos producto de los excesos y «los vicios», se separaron un tiempo pero decidieron volver: querían llamarse Yerba Mala (porque nunca muere) pero por cuestiones legales el nombre derivó en el que se conoce ahora.
Grabaron el demo de «Pibe Cantina», luego «La canción del yuta» y «La Cumbia de los Trapos» y pasó nada hasta que la banda se transformó en un fenómeno no sólo musical sino también social. Fueron tiempos de hasta 15 shows durante los fines de semana y de empezar a sonar en Chile, Paraguay y Bolivia.
Toda esa locura hizo que el «El Monito» se alejara de la banda en 2002 y su lugar lo tomó Oscar Belondi. Un par de años más tarde llegó Santiago Cairo y luego Gastón Calderón. Pero el 17 de marzo de 2014, Juan Carlos «El Monito» Ponce falleció a causa de un ACV a los 49 años. Su muerte fue una conmoción para el ambiente de la cumbia. Ese mismo año Maxi Díaz se transformó en la cara de la banda, hasta que se fue en 2016.
En 2018 salió a la venta su nuevo álbum llamado «La voz del pueblo», con un estilo similar al de los primeros dos discos de Yerba Brava. Este disco fue el primero después de seis años y tuvo un buena respuesta del público con la voz de Cristian Espinosa (ex Guachín), un pionero de la cumbia villera, quien tampoco estuvo al margen de los escándalos.
En abril de 2019 Espinosa fue detenido por llevar encima casi un kilo de cocaína. Lo detuvieron en el Aeroparque Metropolitano mientras intentaba abordar un vuelo rumbo a Río Grande, Tierra del Fuego. La droga la llevaba repartida entre sus genitales y su estómago: tenía 300 gramos en su ropa interior y el resto en su aparato digestivo.
El tiempo pasó y la vida le dio revancha a Yerba Brava, ahora con Julián Tibu Rodrigo como líder. Tan grande fue esa revancha que dentro de unas horas hasta podría darse el gran gusto de tocar en el segundo estadio más grande Sudamérica, el mítico Maracaná.
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