Leandro Staltari, el vecino de Ciudadela del que hablan en España por salvar a tres chicos que se ahogaban en una cueva en el mar
El guardavidas de 47 años recordó que cuando era chico casi se ahoga en una playa de Necochea, donde luego aprendió el oficio. Cómo fue su heroico salvataje en la playa de Cala Mayor, en Palma de Mallorca.
Leandro Staltari se crió en Ciudadela, pero fue en la ciudad balnearia de Necochea donde se relacionó para siempre con el mar y aprendió a ser guardavidas en la playa. Hoy, ambas ciudades se lo disputan. Claro, no es para menos: días atrás, el bañero de 47 años se transformó en héroe a salvar a tres niños que se estaban ahogando en una playa de Palma de Mallorca, y toda España habla de él.
El 9 de junio pasado todo era tranquilidad en la playa de Cala Mayor. Leandro, que se mudó a la isla hace dos años, vivió un momento que cambiaría su día. A las 9.30 una mujer corrió hacia él gritando que tres niños estaban atrapados en una cueva, acorralados por el fuerte oleaje. Sin dudarlo, Leandro fue a su rescate.
«Salí corriendo, pero cuando llegué a la mitad de la playa, que hay un espigón, vi que no estaban. Se encontraban contra la cueva de la izquierda. Sigo corriendo hasta ahí y los divisé a unos 50 metros de distancia. Empecé a nadar y me metí a la cueva», dijo Leandro al comienzo de su relato.
El heroico rescate de Leandro Staltari en Palma de Mallorca
«Los chicos, de 11, 12 y 13 años, estaban acorralados entre las rocas y las fuertes olas, que les impedían salir por sus propios medios. El mar te iba chupando hacia ahí y no podías salir. Y los chicos golpeaban contra las piedras. El de 11 años estaba casi desvanecido», le contó a Infobae, aún conmovido por la experiencia.
Staltari continuó con su relato: «Cuando yo llego, el de 13 años empieza a subir solo por las rocas. Yo nada más le di un envión. Después sigo con el de 11 años, que estaba medio desvanecido, y después el de 12. En medio de los intentos, antes de subir al de 11, subo al de 12. Pero un oleaje nos tumbó. Entonces ahí cambié de prioridad porque el de 11 estaba tragando agua. Saqué fuerzas de donde no tenía y me raspé todo para poder subirlo«.
NO quería ni que se ahoguen ni que se golpeen», dijo. Los tres lograron llegar a la parte más profunda de la cueva y lograron tomar aire. Sin embargo, una enorme ola entró con fuerza y volvió a complicar el rescate. El argentino esperó su momento y cuando vio que la marejada se alejaba sacó a los chicos de la cueva y los puso a salvo en el fondo de una casa lindera.
Paradójicamente, lo que le tocó vivir lo llevó directamente a uno de los recuerdos más extremos de su vida. Durante su niñez en Necochea, Leandro casi se ahoga a los cuatro años en una de las playas del puerto de Quequén. Su hermano mayor intentó salvarlo, pero ambos estuvieron a punto de ahogarse hasta que un turista los rescató.
«Yo me metí, me estaba llevando un canal, mi hermano se metió para salvarme y nos estábamos ahogando los dos. Hasta que un señor que estaba de vacaciones jugando con su hijita, se dispuso a salvarnos. De un momento a otro, la corriente me llevó lejos de la orilla y mi hermano tres años mayor que yo tuvo que arrojarse para evitar que me ahogara. En ese momento no había guardavidas oficial. Tragamos mucha agua y mi hermano terminó peor que yo porque el rescatista me sacó primero a mí», recordó Leandro.
A los 20 años, Leandro se mudó permanentemente a Necochea, donde fortaleció su relación con el mar practicando natación en aguas abiertas, pesca, surf y kayak. En 2022, completó su curso de guardavidas y decidió probar suerte en Palma de Mallorca, donde vive una numerosa comunidad argentina.
Después del rescate, Leandro descubrió que los niños habían ido a la playa con una tía y quedaron atrapados por la marea. Aunque sufrió algunos raspones y contusiones, no tuvo lesiones graves y ahora espera su alta médica para volver a su puesto en Cala Mayor. «La lesión más fuerte fue en la cabeza, pero ya me siento mejor para volver al trabajo», comentó días atrás.
La noticia de heroísmo de Leandro ganó espacios en los sitios de la península y luego de su valiente accionar recibió innumerables reconocimientos. Pero para él, lo hecho tuvo un significado: siente que su heroica maniobra fue una forma de devolverle a la vida el favor que recibió cuando casi se ahoga en las aguas de Necochea.
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