El vecino de Lanús que empezó a dibujar de adulto, creó el beso más grande de Buenos Aires e ilustró una tapa del New York Times
Se llama Sebastián Curi, tiene 36 años y hace seis que se inició en la ilustración. Una obra dejó su sello en el Centro Cultural Recoleta y hoy tiene un recorrido como artista que lo llevó a la tapa del diario más importante del mundo.
Sebastián Curi en el estudio que tiene en el barrio chino de Los Ángeles, donde vive hace tres años.
«Nunca dibujé de niño». La confesión la hace un Sebastián Curi (36) que creció en el sur del Conurbano, más precisamente en Lanús, y recién hace seis años empezó a dibujar. Hijo de una maestra y un taxista, no pasaba por su cabeza este presente que hoy tiene como artista y que lo llevó a realizar grandes trabajos en el plano internacional.
«Nadie en mi familia está vinculado con el arte. Entre ilustrador y astronauta, me quedaba más cerca astronauta. Soy la prueba de que se puede ser de Lanús y hacer arte”, contó el joven, que comenzó estudiando producción audiovisual y luego diseño gráfico en la Universidad de Buenos Aires, pero fue recién hace seis años cuando se mudó a Estados Unidos que inició un nuevo camino.
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Según Curi, «mudarse a otro país es algo muy perturbador, es una experiencia transformadora». En la actualidad vive en el barrio chino de Los Ángeles, donde tiene su estudio, que comparte con su pareja, Macarena Luzi, también artista.
El oriundo de Lanús sabe muy bien cómo describir su trabajo: «Mi obra es muy pop, con mucha observación. Pinto lo que veo y vivo, lo que me rodea. Me gusta trabajar con colores vibrantes. Me siento atraído por los colores, para mí son como un sentimiento que uno explora. Mis ilustraciones tienen una energía positiva, siempre van para adelante. La gente que ve mi trabajo debe pensar ´qué pibe contento'».
El beso más grande de Buenos Aires
Hace cinco años, Curi pintó un mural en la fachada del Centro Cultural Recoleta que representaba un abrazo y en los últimos días del año pasado, volvió a ser convocado para otra obra. Ahora el edificio luce una imagen «del primer beso» que se puede apreciar desde la Plaza Francia: se trata de un chico y una chica de gran tamaño, con explosiones y fuegos artificiales alrededor que representan el nacimiento de un amor de verano.
La obra fue descrita como «el beso más grande de Buenos Aires» y el artista de Lanús, que también había diseñado afiches y pines que se entregaban gratuitamente en el establecimiento, remarcó: «Quería representar la idea del romance de manera casi naif, que conjugue retratos universales de gente de Buenos Aires. No dibujo con referencias, lo hago siempre desde la memoria y la emoción. Quise representar un espectro amplio de géneros, que sea muy abarcativo en colores y formas».
Confeso admirador del Centro Cultural Recoleta, dijo que su obra «tiene algo de los colores de la bandera, con el celeste el blanco y el amarillo, una energía celebradora». Por ello, abundó: «Quise darle al CCR una bandera que celebre el trabajo que hacen, con amor y pasión. Son dos chicos flotando, a punto de darse un beso en medio de un cielo estrellado, con fuegos artificiales. Cuando das tu primer beso se te mueve todo, quise conectar con esa idea de las mariposas en la panza, dibujar algo accesible y universal”.
El dibujo del artista de Lanús para el New York Times
Curi hace ilustraciones para marcas como Apple, Facebook, Adobe, Spotify, Uber o Nike, entre otras. Este 2022, una directora de arte del diario New York Times lo contactó tras ver sus obras en Instagram: le pidió una ilustración para un suplemento para niños sobre el cambio climático para concientizar. «Fue increíble. El cambio climático es algo que me preocupa. Con mi esposa tratamos de ser lo más sustentables posible, hacemos compost, tratamos de no usar tanta ropa ni consumir tanta carne», dijo Curi.
Cuando la edición fue publicada, aseguró que en redes sociales lo etiquetaron para felicitarlo. Y eso que no fue el único gran desafío que tuvo durante ese año, porque además del New York Times, hizo una obra para el teatro Châtelet de París y también diseñó una colección de ropa de la prestigiosa marca Zara, con colores fuertes y varios de sus motivos favoritos.
Siempre trabajo en una superficie plana y trabajar con ropa me obligó a cambiar eso. Su colección, que incluye desde remeras hasta accesorios, la bautizó: «De qué color es el color del cielo». Y explicó por qué: «El cielo cambia de color según donde estás, pero una chica en Corea y un pibe en Lanús pueden tener la misma remera, medio barata, con una pieza de arte mía». Por último, dijo que no teme el encuentro entre el arte y lo comercial. «A veces una publicidad puede ser el vehículo para el arte», cerró Curi.
