Quiénes son los hermanos gauchos que enfurecieron a Alfredo Casero por un polémico baile en el Festival de Cosquín
Facundo y Ezequiel Posse ganaron la competencia de baile en parejas del festival de folklore más importante del país. Su coreografía despertó múltiples reacciones en las redes, entre ellas el enojo del famoso actor. Su historia.
Una polémica coreografía, el éxito más importante en la carrera de dos hermanos bailarines de Berazategui y la expresión enfurecida en redes sociales del famoso actor Alfredo Casero. Todo eso generaron Facundo y Ezequiel Posse -de ellos se trata- en una secuencia de menos de 30 segundos.
Es que tras cuatro años de competir en el Festival de Cosquín, este año lograron consagrarse en la categoría de «pareja de baile estilizado» con su obra llamada «Los amantes», basada en el cuento de Julio Cortazar y musicalizada con la cuenca «Sin palabritas», interpretada por Hernán Figueroa Reyes.
¿Cuál fue la controversia? En la performance, de aproximadamente cuatro minutos y que los tiene a ambos vestidos de gauchos, hay un momento en la que ellos se miran fijamente y avanzan hacia el otro hasta arrodillarse y darse un prolongado beso en la boca.
La apuesta generó sorpresa en el escenario Atahualpa Yupanqui de la Plaza Próspero Molina de Cosquín y múltiples reacciones para todos aquellos que vieron las imágenes por televisión y empezaron a reproducirlas en las redes sociales.
«La idea del beso surgió como un paso de baile más dentro de nuestra propuesta artística. Lo pensamos y sabíamos que iba a generar polémica. Pero nos dijimos que teníamos que ser fieles a nosotros mismos», dijo Facundo.
Y su hermano agregó: «Puntualmente queríamos que se viesen tres o cuatro momentos clave de lo que queríamos contar: el detalle de los sacones largos, los pañuelos metidos en la boca, y el comenzar a acercarnos al escenario simulando tener un vómito, en representación del vómito de esas palabras, en una clara señal de falta o exceso de comunicación».
Luego, Ezequiel completó: «Lo que queremos representar en esta escena, es cómo nosotros no podemos hacer públicas nuestras palabras. Traemos los pañuelos guardados y los sacamos en el momento que nos encontramos. Cuando aparece la luz del dia volvemos a tragarnos nuestros pañuelos y a ponerlos en nuestros nuestros sacos y sombreros. Después salimos otra vez a la luz de la calle».
El enojo de Alfredo Casero por el polémico baile en Cosquín
Subidos al escenario principal de Cosquín, Facundo y Ezequiel sabían que se enfrentaban a un público conservador: mujeres y hombres de campo acostumbrados a lo tradicional de la pampa argentina. Todo eso, más allá de la apertura que hubo en el festival hace tres años, cuando las autoridades comenzaron a permitir a parejas del mismo sexo en el concurso de baile.
De hecho, los hermanos de Berazategui tenían intenciones de bailar juntos desde dos años antes que se cambiara la reglamentación y, tras enviar una solicitud al sector de Legales del evento, consiguieron una excepción para poder hacerlo. El permiso fue sólo para ellos, hasta que finalmente modificaron las reglas.
Tras el baile que los consagró como campeones, hubo reacciones de apoyo por su valentía, por su talento, aunque también otras denigrantes acusándolos de cometer incesto o insultar las tradiciones del campo argentino. Uno de quienes se expresó públicamente fue el actor Alfredo Casero, quien escribió un insólito tuit.
«La danza esa: clarisma la historia del gaucho que desea al otro. En silencio. Y de pronto se zafa. Es un clásico del onanismo putil. Todos somos putos. Los machos o somos violadores, o putos en estado latente. Me siento abrumado. Lo del pibe Dupuy, me cambio el bocho», manifestó.
Al respecto, Facundo refirió: «Lo hablé con Ezequiel y no llego a entender si está a favor o en contra de lo que hicimos en el escenario de Cosquín. Somos bailarines y en el escenario representamos una ficción. Arriba del Atahualpa Yupanqui no somos los hermanos de Berazategui».
Una vida dedicada a la danza
Facundo y Ezequiel Posse son parte de una humilde familia de cinco hermanos, hijos de una mujer uruguaya amante de la música. A diferencia de otros chicos que elegían ir a jugar al fútbol en los campitos de las barriadas de Berazategui, en el sur del Conurbano, ellos comenzaron a hacer danzas a los cinco años y bailaban en los centros culturales barriales.
De chicos miraban por televisión las transmisiones del Festival de Cosquín esperando algún día poder bailar allí. Y lo hicieron juntos, algo que los enorgullece y que valoran. Incluso aseguraron que desde que comparten las coreografías empezaron a sentirse «cada vez más parecidos de fisonomía», ya que «es como si la danza nos hubiera dado poderes de mimetización entre los dos».
Ahora, por cinco años no podrán presentarse en el festival, pero lo harán en otros eventos. El baile gauchesco con el beso, tras la polémica, ya les empieza a ser solicitado. En su regreso triunfal a Berazategui, fueron recibidos por el intendente Juan José Mussi, quien les entregó una distinción. Ahora, enchufados, esperan poder continuar brillando juntos en su carrera profesional.