Atentado a Cristina Kirchner: quién es Gabriel Carrizo, el vecino de Morón señalado como líder de la «banda de los copitos»
Es amigo de Fernando Sabag Montiel y de su novia, Brenda Uliarte, ambos detenidos por el ataque a la vicepresidenta. Con ellos coordinaba la venta de algodón de azúcar. Sus polémicos posteos en redes sociales que levantan sospechas.
Gabriel Carrizo (27) líder de la banda que vendía algodón de azúcar en Capital Federal y el Conurbano, es el cuarto detenido por el atentado a Cristina Kirchner. Fue arrestado cuando fue a buscar su teléfono celular a los tribunales de Comodoro Py tras las pericias que hizo la Justicia.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria allanó la vivienda de la calle Ángel Pache al 200, en Morón, donde vivía con su familia. Padre de dos hijos, mantenía contacto asiduo con Fernando Sabag Montiel (35), el hombre que gatilló un arma frente a la vicepresidenta, y su novia, Brenda Uliarte (23), acusada de ser cómplice.
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El abogado de Carrizo dijo a la prensa que, durante el allanamiento, no le permitieron ingresar y mantuvieron retenida allí al acusado y su familia. «La situación es confusa. Lo que más me preocupa, a partir de que no me han dado ingreso pese a identificarme como el abogado de la familia para poder controlar el operativo, es que tanto la madre como el hermano (del detenido) están allí privados ilegítimamente de la libertad. Hace 50 minutos no se les habilita el egreso», dijo.
Y agregó, frente a ese domicilio de Morón al que esperaba entrar, que «son dos personas que no están afectadas aparte de este allanamiento a la investigación y el derecho penal no tienen que trascender a los familiares de una persona que está sospechada y esta situación es por lo menos reprochable».
De qué acusan al cuarto detenido por el ataque a Cristina Kirchner
De acuerdo a las pericias que hicieron sobre su celular, la Justicia considera que Gabriel Carrizo «encubrió» a Brenda Uliarte, quien está señalada por planificar el atentado a Cristina Kirchner. Se encontraron chats de WhatsApp en los que él la contenía y aconsejaba cuando se conoció la noticia de la detención de Sabag Montiel.
Incluso él habló dos veces ante las cámaras de televisión. La primera fue horas antes de que detuvieran a Uliarte, en las que se presentó como Nicolás (su segundo nombre) y se desligó completamente del accionar de Sabag Montiel. Dijo que él coordinaba la venta de algodones de azúcar (es dueño de la máquina para fabricarlos) y les decía a los vendedores a dónde ir a vender: tanto el autor del ataque como su novia eran parte de esa banda.
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Al enterarse del atentado, dijo: «Cuando lo vi por la tele fue como… ‘Nando’, digo… es que no tienen ese perfil ninguno de ellos dos. No hablábamos de política. Vos si los conoces personalmente no vas a pensar que van a hacer eso. Nunca supe que estaban… yo no sé ni dónde vive Cristina». Y remarcó también que «no manipulé a nadie», sobre una supuesta influencia suya sobre el accionar de Uliarte.
Tras la noticia del atentado, Carrizo hizo polémicos posteos en redes sociales: «Seguro el próximo sos vos Alberto! Tené cuidado!”, fue uno de ellos. El otro: «El Gobierno es vulnerable y espero que les quede claro… nosotros somos los que mantenemos estos parásitos ahí arriba, van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la nación Argentina”.
Sin embargo, cuando comenzó a probarse que Brenda Uliarte había planificado el ataque (se encontraron chats en su celular en las que confiesa sus intenciones de matar a Cristina Kirchner), Carrizo intentó defenderse: «Lo del estado (de WhatsApp) fue una gilada, pero yo hasta el momento no sabía que me estaba mintiendo. Sí, lo del estado fue una gilada mía, pero yo no tengo nada… Es más, entregué el celular para que me revisen. Si me encontraron esas dos cosas.. bueno yo iré y aclararé. Le pido disculpas al señor Presidente, yo tengo mi posición política… Sí, fue una gilada que dije, pero no tengo nada que ver».
Los mensajes del celular de la novia de Sabag Montiel fueron con una amiga llamada Agustina Díaz (21), detenida en su casa de San Miguel tras la acusación de haber participado del plan. A Carrizo no se lo vincula la preparación del atentado: no hay registros fílmicos que lo ubiquen en el lugar de los hechos, aunque ahora se investiga si la venta de algodón de azúcar podía ser una «fachada» para otra actividad ilícita.