Ahora la ayuda la necesita él: la historia del Capitán Menganno, el superhéroe del Conurbano
Oscar Lefosse tiene 51 años y desde 2010 se lo pudo ver en las calles con impronta bizarra y un traje inconfundible. Además de promover movidas solidarias, dice combatir el delito. El hombre detrás del personaje que hasta tendrá una película.
Al principio fue conocido solo cuando lucía su característico traje y por el nombre que había elegido para darle forma a un personaje caricaturesco que decía haber llegado al Gran Buenos Aires para combatir el delito: con traje propio e impronta bizarra, se hacía llamar el Capitán Menganno. Pero detrás del personaje, y como ya se sabe desde hace tiempo, se encuentra Oscar Natalio Lafosse, un efectivo retirado de la Policía Federal que el último martes cumplió sus 51 años. También tiene sus problemas y sus preocupaciones. Por eso, ahora que no pasa un buen momento, ni económico ni anímico, es él quien necesita ayuda.
En su perfil de Facebook repitió un posteo en el que contó la situación que vive: “¡Hola amigos! Necesito su ayuda. Me da muchísima vergüenza hoy pedirles algo personal. Estoy pasando un problema económico malo, y es sinceramente producto de dar más de lo que tengo para mí al prójimo. Fue por ayudar y no me arrepiento. Necesito algo de dinero para sobrevivir este mes o por lo menos hoy. Pensé varios días en esto y no tengo más remedio que hacerlo”.
El Conurbano, donde se forjó el personaje
El derrotero de pretendida aventura justiciera en el Conurbano empezó hace 11 años en Aldo Bonzi, en el partido de La Matanza, donde vivía entonces. Pero al poco tiempo se mudó a Villa Obrera, en Lanús. Allí, según su relato, su misión.
En diálogo con Zonales contó las cosas que lo fueron afectando en este tiempo, aunque la principal causa viene desde bastante tiempo atrás. La referencia es a lo que le ocurrió en 2013, cuando quedó involucrado en una balacera con tres delincuentes y salvó su vida de milagro: “Me quisieron matar, no fue un tiroteo como todos dijeron”.
Por ese episodio quedó imputado por “portación ilegal de arma”, ya que el permiso que tenía estaba vencido. Y el hecho tuvo gran repercusión en los medios, por lo que se develó quien era realmente el Capitán Menganno, algo que lo afectó mucho: “Se descubrió mi identidad, algo que yo cuidaba mucho, y caí en una crisis depresiva”. Además, le dolieron comentarios que consideró insidiosos: “Hubo mucho ensañamiento. Hablaban de mí como si fuera un loquito disfrazado que andaba armado por la calle.
Así fue que tuvo que guardar el traje y dejar de lado también su costado solidario, ya que siempre aprovechó su cierta popularidad para apoyar diferentes causas. “Menganno es un personaje que armé para combatir las injusticias. Siempre participé de campañas para ayudar con diferentes temas”, explicó quien actualmente promueve una movida solidaria para ayudar a los chicos del Hospital Garrahan.
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Respecto a su pasado como en las fuerzas de seguridad, contó: “Yo fui miembro del G.E.O.F. (Grupo Especial de Operaciones Federales). Y siempre tuve mucha vocación de servicio. Era el policía que la gente soñaba tener. Justamente mi vocación y mi forma de ser me llevó a denunciar al comisario, al subcomisario y a toda la brigada por un hecho de corrupción. Eso fue en 2001 y yo ya tenía 14 años de servicio”.
Luego de eso, dijo, empezó una etapa de persecución interna en la fuerza: “Me dieron el pase a otra Comisaría y también me amenazaron y denunciaron a mí. Por supuesto no pude probar nada, porque todo se tapa. Y así fue terminé retirado, porque en realidad no me echaron. Por eso actualmente cobro una pensión y puedo portar arma. Solo no puedo usar el uniforme”.
El superhéroe más humano
Después de dejar la Policía empezó a trabajar en seguridad privada. “Pero quería ir por más y ayudar de nuevo a toda la gente”, explicó. Por eso en 2010 creó al personaje: “Había mucha inseguridad en ese momento, y cuando veía en el noticiero las cosas que pasaban me ponía a llorar. Así fue que arrancó el Capitán Menganno. Y le puse ese nombre para demostrar que cualquier puede serlo”.
Más adelante, en 2014, montó otro emprendimiento increíble: una escuelita de superhéroes en la plaza de Villa Obrera: “Los nenes venían con capa y antifaz. Me acompañaban algunos amigos, un enfermero, un médico y bomberos. Les hablábamos a los chicos y después, en un local que yo alquilé, les dábamos la merienda. La idea era inculcarles valores con nuestro lema, que era ‘prometo ayudar a todos y todas con el poder del amor y la imaginación, ahora que soy chiquito y hasta el infinito’”.
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Toda su historia tan particular lo llevó a aparecer en una serie producida por Netflix, conocida como “El legado de Jupiter”, que se produjo en mayo de este año, tuvo solo una temporada y ya fue dada de baja de la plataforma. “Eso me enorgulleció de verdad. Fue muy lindo. Y ahora están haciendo la película”, añadió, en relación a “Capitán Menganno”, el film protagonizado por el Puma Gabriel Goity, y que se estrenaría antes de fin de año.
La ayuda que pide el Capitán Menganno
Menganno dice tener poderes. En un comienzo fue, aseguró, “el de llamar la atención”. Hoy sueña con abrir un centro de rehabilitación para adictos. “El tema es que todo es plata. Con la escuela de superhéroes me pasó lo mismo. Ponía mucho dinero de mi bolsillo y llegó un momento en el que no pude hacerlo más”, dijo.
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Para poder cumplir con ese objetivo es que espera que “alguien tal vez quiera ayudarme. Solo no puedo”. Mientras, la ilusión lo ayuda a levantar el ánimo y salir momentáneamente del bajón: “Hoy estoy espléndido, con ganas de ponerme otra vez el traje y salir a las calles”.