Cerró en forma definitiva el boliche Soul Train, un emblema de la noche de San Martín
Fue un mítico local bailable que trascendió generaciones y tuvo su época de gloria entre 1980 y 2000. El último viernes se colocaron carteles de venta en el frente de la discoteca; el adiós, al menos en la zona, no tiene marcha atrás.
El mítico boliche Soul Train, un emblema de la noche de San Martín y alrededores, pasará a ser historia. Hace unos días, se colocaron los carteles de venta frente a la discoteca, que ya venía cerrada desde el inicio de la pandemia del Covid-19, como confirmación del fin de un ciclo de unos 40 años como referencia de la vida nocturna en la ciudad del noroeste del Conurbano.
La aparición del aviso de venta del predio de Ramón Carrillo al 2100 puso en aviso a los vecinos de la zona de que la medida ya no iba a tener marcha atrás, al menos en ese edificio. Así, Soul Train dejará de ser el lugar de entretenimiento nocturno de San Martín, a diferencia de otros boliches que anunciaron su cierre en medio de la emergencia sanitaria pero después reabrieron, como fue el caso de El Bosque, en Quilmes.
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El 12 de febrero de 2020, el local bailable había confirmado mediante un comunicado que cerraba sus puertas por las restricciones sanitarias que se tomaron en el país por la pandemia del Covid-19, justo la semana previa a la cuarentena total que se terminó decretando para la población en general. Los eventos masivos fueron los primeros en cerrarse y eso le tocó a Soul Train (o «Sultro», como solían conocerlo en la jerga popular).
«No estaremos abiertos al público para ningún evento en las próximas semanas y hasta nuevo aviso», rezaba aquel comunicado, pero el boliche no volvió a abrir sus puertas y no volverá a hacerlo. Aunque trascendió que, como a muchas discotecas, las restricciones por el coronavirus y sus consecuencias económicas afectaron seriamente; no hubo hasta ahora otra comunicación oficial desde Soul Train que indique los motivos de la decisión.
La noticia impactó fuertemente en la comunidad, donde muchos usuarios expresaron su nostalgia y tristeza por el cierre de este mítico boliche. Algunos, seguían sin creerlo. No es para menos: en junio de este año, un usuario publicó una foto en Twitter sobre una supuesta demolición del boliche que fue rápidamente desmentida y calificada como una «fake news», dado que la imagen era de la demolición de una discoteca en la Ciudad de Buenos Aires. Esta vez, la situación es diferente y el lugar está en venta.
La historia de Soul Train, el mítico boliche de San Martín
Conocido por muchos como «Sultro», la mítica discoteca Soul Train fue un emblema de la noche de San Martín y alrededores. Desde principios de la década del 80, fue un lugar de encuentro para jóvenes y allí hasta se formaron parejas. En las redes sociales, decenas de usuarios de más de 40, 50 y 60 años rememoraron una época que consideran «de gloria» para el local bailable: entre 1980 y los primeros años de los 2000, donde el lugar era una referencia para una noche de diversión.
Con matinés muy concurridas y «maratones» de baile que duraban hasta el domingo, varios resaltaron que «toda la semana organizábamos para ir el sábado o el domingo, porque era todo un acontecimiento». Otro aspecto muy recordado eran las fiestas de egresados que se hacían en la discoteca de la calle Ramón Carrillo al 2100 y que le ponían el marco al cierre de una etapa para muchos jóvenes. Algunos usuarios compartieron fotos de las tarjetas de presentación o eventos que entregaba el lugar y que hoy pueden encontrarse a la venta en internet, ofrecidas a coleccionistas que guarden gratos recuerdos de las noches en el mítico boliche.
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Por otro lado, unos cuantos recordaban las largas filas para ingresar a las noches de matiné, a las que venían desde otros distritos cercanos del Conurbano. «Había que estar desde las 14 horas haciendo la fila para entrar a las 18 pero valía mucho la pena», aseguró un usuario. Mientras que otros pusieron su cuota de sentimentalismo: «Mi primer boliche, mi primer beso, mi primera novia… Que pena, Soul Train», manifestó un hombre. «Conocí a mi pareja en el año 1992, hoy seguimos juntos y tenemos un hijo. Gracias Soul Train», contó una mujer entre un aluvión de expresiones nostálgicas que despertó el fin de este histórico espacio.