Cómo le fue a La Cámpora en los distritos de la Provincia donde su espacio tiene mayor influencia
El papel que tuvo la agrupación es otro motivo de fuerte controversia entre los distintos sectores del Frente de Todos. Cómo quedaron posicionados sus principales referentes después de la derrota del domingo en las Primarias.
La Cámpora, agrupación de militantes y cuadros políticos promovida por Néstor Kirchner poco antes de su fallecimiento, no salió indemne del revés en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Son varios incluso los caciques de la provincia de Buenos Aires que, por ahora en bajo tono, culpan al sector liderado por Máximo Kirchner de la sorpresiva derrota del domingo.
«En los lugares que gobierna La Cámpora es donde peor nos fue», coinciden algunos jefes territoriales bonaerenses y aportan como ejemplos más contundentes las derrotas en Quilmes (donde la intendenta es Mayra Mendoza) y Mercedes (municipio a cargo de Juan Ustarroz, hermano de crianza del ministro Wado de Pedro).
Golpazos para La Cámpora en Quilmes y Mercedes
En Quilmes, con Cecilia Soler como cabeza de lista, el Frente de Todos terminó 20.000 votos abajo de la suma de Juntos. El triunfo opositor reubica a Martiniano Molina como actor relevante en la escena local.
En Mercedes, donde se dio la particularidad de que todas las boletas de los principales partidos tuvieron una mujer en primer lugar, la camporista María Florencia Comalini perdió por 17 puntos, una desventaja irremontable.
También fue baja la performance en Pehuajó, donde el kirchnerismo domina la intendencia desde 2007. Allí se impuso Juntos con casi el 50% de los sufragios, provocándole un dolor de cabeza al alcalde Pablo Zurro.
Entre las figuras con proyección nacional de La Cámpora quedó bien posicionado Julián Álvarez, ex secretario de Justicia de Cristina Kirchner y candidato a concejal en Lanús, el más votado en la reñida elección dentro del distrito que maneja Néstor Grindetti.
Fuego amigo contra La Cámpora
Los resultados adversos del Frente de Todos en la geografía bonaerense explicitaron algunas diferencias internas que venían subyaciendo desde el propia origen de la coalición. Federico Martelli (del Grupo Callao, cercano a Alberto Fernández) aseguró que «La Cámpora está operando para llevarse puesto a Santiago Cafiero».
El siempre verborrágico Luis D’Elía criticó la decisión de Máximo Kirchner de abortar la mayoría de las listas internas en las PASO. «Fue una gran torpeza de La Cámpora», analizó el piquetero de La Matanza.
La situación en Lanús respalda el comentario de D’Elía. En esa comuna, con tres boletas, el Frente de Todos se impuso a Juntos (presentó dos) por algo más de 3.000 votos, consolidando al camporista Julián Álvarez y permitiendo el retorno a los primeros planos del sindicalista Víctor De Gennaro.
Todavía más parejos fueron los números en Hurlingham, donde Damián Selci -hombre de La Cámpora, a cargo de la intendencia tras la partida de Juan Zabaleta al gabinete nacional- celebró un apretadísimo triunfo sobre Juntos. La diferencia apenas superó los 400 votos y deja todo abierto para la definitiva compulsa del 14 de noviembre.
Los replanteos en La Cámpora
La agrupación, que honra la memoria de quien fuera un leal colaborador de Juan Perón y presidente de la Nación durante un breve período en 1973, tuvo un protagonismo destacado en la campaña para estas PASO. De hecho, en el cierre llevado a cabo simultáneamente desde Mar del Plata, Bahía Blanca y Junín, referentes de La Cámpora estuvieron junto a los candidatos.
Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad en la provincia de Buenos Aires y un miembro conspicuo de La Cámpora desde la primera hora, trató de calmar aguas y pidió «no repartir culpas».
Recordó que en 2009 y 2013 se vivieron situaciones parecidas y, en ambos casos con cambios en los equipos de gobierno, lograron recuperarse. «No hay que enojarse con el resultado, hay que escuchar a la gente y volver a hacer peronismo en materia económica y social», resumió el funcionario.