Del jardín a grabar para Netflix: Cata Rendón, la nena de José C. Paz que asombró en la serie “En el barro”
Con sólo 6 años, se destacó por su naturalidad en el spin-off de “El Marginal”. El orgullo de su familia y la trastienda de lo que fue su gran debut como actriz.

Su personaje se llama Brisa y aporta inocencia y dulzura a una dura historia.
Su comienzo como actriz fue verdaderamente a lo grande. Con sólo 6 años, a Cata Rendón se la puede ver en la serie “En el barro”. Y la nena de José C. Paz realmente se destaca por su naturalidad en la historia de Netflix, mostrándose muy suelta ante las cámaras.
En el spin-off de “El Marginal”, que se estrenó el 14 de agosto, Cata interpreta a Brisa, una nena que aparece dentro del contexto crudo de una cárcel de mujeres. Y si bien ahora ella va al Del Viso Day School, con doble escolaridad, cuando se hizo el rodaje todavía estaba en el jardín.

La serie es una coproducción argentino-estadounidense, y explora la violencia, los abusos de poder y la lucha por sobrevivir en un mundo hostil. Cata rompe con ese escenario aportando inocencia. Y también sobresaliendo, claro.
El desafío de grabar “En el barro” para Netflix
“Cata tiene muchos amigos, no sólo de su sala sino también de otras. Le encanta bailar y pintar”, dijo su mamá, Flavia Mignogna. Y contó que hace un tiempo que está inscripta en una agencia de representación, que un día la convocó por mail para hacer una prueba.

“El casting lo realizamos en casa. Me mandaron lo que tenía que hacer, así que se lo conté y lo hicimos. Tenía que acostarse y hacerse la dormida”, recordó. También mandaron unas fotos sacadas en el momento. Y a los pocos días llegó la noticia: había quedado.
“Fue una alegría inmensa, aunque estábamos un poco asustadas porque no sabíamos bien cómo iba a ser todo”, confesó Flavia. Y detalló que la producción les explicó que Cata tendría una coach exclusiva para acompañarla. Se llamaba María, y fue una figura clave.
En los primeros encuentros la llevó a conocer el espacio de rodaje, le presentó a los actores con los que iba a interactuar y le explicaba las escenas mediante juegos. Así fue ganando confianza.
En casa la acompañaban su papá, su mamá y su hermana mayor, que ya tenía experiencia en el mundo artístico. Pero la preparación principal quedó en manos de la coach: “Ella fue muy importante para que Cata pudiera dar lo mejor y hacer lo que le pedían”.
El primer día de rodaje, lógicamente, no fue fácil. Era todo nuevo. El entorno, las cámaras, los técnicos, los actores. “Al principio costó un poco hasta que entró en confianza, pero la verdad todo el equipo de grabación y los actores estuvieron siempre para ella, y respetaron sus tiempos”, aseguró la mamá.
Los inolvidables días de la nena de José C. Paz
La rutina que siguió durante las semanas de grabación fue exigente, pero siempre estuvo rodeada por su familia. Cata, que entonces iba a un colegio con jornada simple, salía de clases, comía algo rápido y viajaban juntas hasta el set. El trayecto duraba unos 40 minutos: “Mientras yo manejaba, ella dormía. Cuando llegábamos, podía comer lo que quisiera y después la preparaban para grabar. Entre escena y escena jugaba, y todo el equipo lo hacía con ella”.

La sorpresa más grande para su familia fue descubrir cómo se desenvolvía en un ámbito completamente nuevo. “Me sorprendió todo. No pensé nunca que ella podía hacer lo que hizo siendo tan chiquita. Hacía lo que le decían, y si tenía que repetir una escena, lo hacía. Verla actuar fue pura emoción”, dijo Flavia.
Ahora Cata volvió a la escuela y a sus actividades cotidianas. Pero todo indica que en su futuro habrá muchas más grabaciones: “Para nosotros lo más importante es que haga lo que a ella le guste. Sé que disfrutó mucho hacerlo, así que estoy segura de que va a llegar muy lejos».
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