La vida lo golpeó muchas veces pero no se rinde: la emotiva lucha del cantante callejero de Laferrere para cambiar su suerte

La Matanza. Historias de mi barrio
·
5 de abril de 2025

En poco tiempo Kiven Fortezzini perdió a su madre, su papá lo abandonó, se le incendió su casa y quedó en la calle. Luego de caer en una profunda depresión, se volvió a poner de pie. Ahora, mientras canta en colectivos y en la vía pública, ya se imagina llenando un estadio.

Cuando la vida más duro golpea, más fuerte hay que ser. Y si se cae, hay que volver a levantarse. Así lo entiende Kiven Fortezzini, el artista callejero de Laferrere que en poco tiempo perdió a su madre, su papá lo abandonó, se le incendió su casa y quedó en la calle. Todo eso lo llevó a una profunda depresión, hasta que logró ponerse de pie y, de la mano de la música, se permite soñar con un futuro diferente.

Para tratar de empezar a abrirse un camino en lo que es una de sus dos grandes pasiones (la otra es Independiente), el joven de 32 años empezó a cantar en colectivos, subtes y en la vía pública. Y ahora se esperanza con poder llenar un estadio o un teatro. Pero lo más importante, al menos por ahora, es que gracias a la música empieza a ver la luz al final del camino.

“Yo tenía una vida linda: papá, mamá, casa, perro… Pero después se derrumbó todo”, dijo respecto a lo que fue su más que complicado 2020.

Cómo se convirtió en cantante callejero

“Me pasaron muchas cosas en muy poco tiempo. Tuve a mi mamá, María, postrada en una cama por el cáncer durante dos años. En ese tiempo, mi papá, Raúl, con quien ya no tengo trato, la abandonó y se fue con otra mujer. Para esto yo me había separado hacía poco de la madre de mi hijo, Felipe, quien hoy tiene 9, así que estaba viviendo con ella”, enumeró. 

Laferrere, cantante callejero
El artista de Laferrere haciendo música en un subte y en un tren.

Y continuó: “A dos semanas de la muerte de mi mamá se incendió la casa familiar por un accidente doméstico y, después de eso, mi padre decidió alquilarla. Así que me quedé en la calle”. 

Antes de eso, trabajaba como impresor flexográfico en una fábrica: “Pero caí en una depresión muy profunda, dejé el laburo y tuve dos intentos de suicido”.

Rubén Díaz, de crear la Torre Eiffel de Ituzaingó al stand up: “Uno se vuelve viejo cuando deja de tener proyectos”

Durante un tiempo durmió en el hospital y en estaciones de servicio. Sin dudas, había tocado fondo. “Me sentía vencido. Pero, como a los tres meses, mis amigos se dieron cuenta de lo que me estaba pasando y me dieron una mano. Incluso, me dieron un techo hasta que yo pude empezar a pagarme un alquiler. Pero todo fue gracias a la música. Cuando me di cuenta de que con mi voz podía generar dinero y solventar mis gastos, fue como un renacer para mí”.

Uno de esos amigos fue el que lo incentivó a salir a cantar en la vía pública: “Él ya lo venía haciendo y me invitó a que lo acompañara. Me dijo que yo tenía talento, que tenía que intentarlo porque podía vivir de eso. Yo me había volcado a la música desde chico. Así que empecé a salir con él, hasta que me animé a hacerlo solo. Y ya hace dos años, más o menos, que me dedico a esto de cantar a la gorra”.

El mayor anhelo del vecino de Laferrere

Actualmente trabaja de lunes a lunes:. “Lo bueno es que logro sacar un sueldo sin depender de ningún patrón. Obviamente, mi sueño es algún día poder llegar a algo con la música. Pero no es que la quiero pegar para ganar plata, solamente. Yo quiero ser reconocido por lo que hago, porque muchas veces a los artistas callejeros se los ignora. Así que mi objetivo es mostrar lo que sé hacer. Y sé que, después, va a venir lo económico como consecuencia de eso”.

Laferrere, cantante callejero
La otra gran pasión en su vida es Independiente.

Siempre que se habla de artistas callejeros suelen aparecer los casos de Facundo Arana, quien tocaba el saxo en el subte, y de Ricardo Arjona, que cantaba en Florida. 

La historia detrás de Leandro Bellomo, “el corredor del pueblo” de Villa Luzuriaga que aplica un curioso plan en las distancias

Para Kiven, eso es “otro motivo para no perder la fe. Sólo espero que Dios me siga dando la energía suficiente como para seguir intentándolo”. 

En ese sentido sabe que, si le va bien con la música, la recompensa mayor será que su hijo vea su éxito: “Quiero que diga ‘ese es mi papá, que después de que se le murió su madre, se le incendió la casa y se quedó sin trabajo, pudo salir adelante y cumplir su sueño’”.

Temas relacionados / /
Suscribite a nuestro newsletter
Te puede interesar
María Laura Mollard, tendida en el medio de la calle luego de ser asaltada y arrastrada por un delincuente que quiso robarle su auto en la puerta del colegio Don Bosco, en Ramos Mejía.
La Matanza. Policiales

Espanto en Ramos Mejía: una mujer agoniza tras ser arrastrada 100 metros en un robo a la salida del colegio Don Bosco

Merlo, bar, vikingo
Historias de mi barrio. Buenos Aires

Viajar en el tiempo para sentirse un verdadero vikingo: el bar de Merlo donde se replican la mitología nórdica en detalle

Las autoridades del Banco Nación anunciaron la mudanza de la sucursal de Ramos Mejía, en La Matanza, a Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero. Hoy, 30 de abril, es el último día de atención al público.
La Matanza. Sociedad

Cerró la sucursal del Banco Nación de Ramos Mejía y la mudan a Ciudadela para no pagar tanto de tasas municipales

Choferes de la empresa Almafuerte protestan frente a la Municipalidad de La Matanza, en San Justo, tras el paro de colectivos por la agresión a un colectivero de la línea 378.
La Matanza. Sociedad

El paro en seis líneas de colectivos por la agresión a un chofer de la 378 disparó un crudo reclamo a la Municipalidad de La Matanza

Hacé tu comentario

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)