Es venezolano y con sus videos de TikTok logra que las calles del distrito se vuelvan fenómenos virales
Se llama Ángelo Galean, tiene 24 años y vive en José Marmol. Pero en las redes es conocido por su nombre de tiktokero, Angeloopss, con el que consiguió millones de reproducciones de sus ingeniosas creaciones.
Como Clark Kent y Superman, pero en versión humana y en las redes sociales. Ángelo Galean es un vecino de José Mármol que siguió la carrera de Marketing Digital. Pero este venezolano de 24 años tiene un alter ego en las redes sociales, ámbito donde se transforma en un fenómeno, porque Angeloopss es el tiktokero que muestra diferentes rincones de Almirante Brown con sus ingeniosos videos, verdaderos fenómenos virales que ya han tenido millones de reproducciones en la plataforma de entretenimiento más apreciada en el mundo digital.
Llegó a la Argentina con apenas 20 años, como tantos otros emigrantes de Venezuela que emprendieron el viaje hacia un destino distinto del que les deparaba quedarse en su país. Se declara fanático de loe efectos visuales aplicados a contenidos, y lo muestra con el uso que hace de herramientas que le permiten desarrollar videos llenos de ilusionismo.
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De hecho, el propio Ángelo dice considerarse “un mago de TikTok”, tanto que al estilo David Copperfield puede “desaparecer” dentro de una bolsa de supermercado, convertir su departamento en Brown en un océano en el que navega sobre tres almohadones de su sofá o toparse con Sebastián Yatra asomándose desde un cartel de vía pública callejero. Y son apenas algunas muestras de lo que es capaz de hacer.
“Esto es la evolución de la idea. Al principio remixaba videos virales pero al ver la repercusión que conseguía me dio la oportunidad de replantearme que yo podía hacer muchas más cosas, mientras que esos videos ajenos me limitaban. Entonces decidí hacer mis propios videos para tener la posibilidad de hacer más cosas desde la edición”, contó el joven.
Desde Almirante Brown, un fenómeno de TikTok
Tiktok se convirtió en la plataforma digital del momento, muy elegida por el público más joven, y Ángelo consiguió, desde esa red social, dar con las herramientas de edición indicadas para conseguir llamar la atención y diferenciarse del contenido convencional que sube el resto.
“Hago videos donde el principal recurso de todos mis contenidos son los efectos visuales, con esto logro adaptar un concepto de ‘la magia de la edición’”, cuenta el joven sobre sus videos denominados “Videos mágicos”.
A pesar de haber transitado diferentes carreras como Marketing Digital y similares, afirma que su pasión siempre estuvo en el diseño gráfico y audiovisual: “Toda la vida me dediqué a la parte de edición, motiongraphics y diseño, todo muy relacionado a lo que hago en TikTok»
Y con su teléfono se siente superior al producir sus propios contenidos. “Con todo el poder en mis manos tendría la posibilidad de hacer ciertas cosas que de pronto por ahí con el video de otro no se me iba a brindar”, explica sobre lo que busca: que además de un entretenimiento, sea también una forma de generar ingresos.
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Sus primeros tiempos en José Mármol no fueron sencillos por la sensación de desarraigo y porque sintió temor por la inseguridad que atraviesa a todo el Gran Buenos Aires. Pero logró adaptarse de tal modo que se convirtió en un experto callejero y un promotor de rincones de Almirante Brown que para los vecinos son espacios cotidianos, como una plaza o una estación del Ferrocarril Roca. Tanto que dice haberse encariñado con “la tierra que tantas oportunidades” le dio.
La mayoría de los escenarios para sus videos son en Almirante Brown y afirma que siente mucho orgullo de aquello. “Por razones del destino me tocó desarrollarlos aquí y estoy agradecido porque gente que vive en la localidad me comenta que les da orgullo que esos videos se estén llevando a cabo en lugares que comúnmente transitan ellos y ni hablar de lo estético que es, me parece muy bonito”, resalta.
También tiene en claro que estar en el Gran Buenos Aires le permitió lograr un desarrollo creativo superior al que hubiese tenido en Venezuela, por cuestiones de ritmo de vida y de entorno.
El 22 de mayo se cumplió un año desde el primer video que subió y se viralizó, tanto que obtuvo más de 3.500.000 reproducciones. “Desde mi primer viral fue que se me abrieron los ojos y me dije: ‘hay una oportunidad aquí’. Sabía que si seguía haciendo esto tal cual lo hacía me iría bien, y así fue. Desde ese momento no paré”, afirma Ángelo.
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Cuenta que el proceso de creación, producción, actuación y edición está todo en sus manos. Y detrás de cada uno de esos videos graciosos hay un protocolo que respeta para llegar al objetivo deseado.
“Mi objetivo principal es apuntar a una tendencia que esté de moda pero dándole mi impronta. Luego organizo cómo van a estar los días en cuanto a mis tiempos y el clima, después veo cómo ejecutarlo y grabarlo, que generalmente eso sale rápido. Lo que más tiempo me lleva es el último paso, la edición. Siempre hay que estar en los detalles, arreglar errores, y buscar la forma de que se entienda lo que se quiere interpretar”, explica.
Y como bonus track que lo diferencia de un mago convencional, suele ofrecer el backstage de algunas de sus creaciones, para mostrar la expectativa y la realidad, conceptos tan mentados en las redes sociales.
“Siento que el ser humano es muy curioso y siempre quiere saber más, es por esto que intento concedérselos a los usuarios que lo quieren. Además, lo veo como una herramienta para enseñar cosas sobre la edición en cine a menor escala”, indica.
Para alentar a otros a que se animen al desafío de crear sus propios videos virales, apunta que “no hace falta tener grandes equipos para desarrollar grandes ideas”.
En tal caso, quienes caminan por las calles de Almirante Brown podrían preguntárselo en persona alguna vez que se lo crucen, teléfono en mano, creando verdaderos fenómenos virales en los rincones de los barrios del sur del Gran Buenos Aires.