Quién es el artista de Berazategui detrás de los dragones metálicos que se llevan todas las miradas de los vecinos
Gonzalo Díaz (42) tiene ganas de crear desde chico y, hace unos años, comenzó a hacer esculturas con chatarra. Entre sus obras principales hay un dragón que tiene en el techo de su casa y otro en la plaza céntrica de la ciudad.
De chico, Gonzalo Díaz (41) jugaba con tornillos, tuercas y maderas y creaba herramientas y juegos. No imaginaba por esos años que ese pasatiempo lo transformaría en el artista que está detrás de los dragones metálicos que hoy los vecinos de Berazategui pueden ver desde la vía pública.
Sus ganas y talento creativo estuvieron, por decirlo de alguna manera, dormidos. Fue chofer de colectivos y trabajó en el Poder Judicial hasta que su proyecto de vida lo llevó a vivir a España. Sin embargo, la pandemia lo obligó a volver a la Argentina, momento en el que decidió adentrarse en su pasión y comenzó a crear obras en metal.
La primera fue un portavelas con forma de perro. Luego le siguieron piezas con formatos diversos, entre las que se encuentra una figura humana para la cual tomó las medidas de su cuerpo y hasta una serpiente de dos metros de longitud. Sin embargo, una de sus esculturas le haría ganar popularidad.
Los dragones de Berazategui
Un día, Gonzalo decidió crear un enorme dragón, para el que utilizó 80 kilos de chapas, cinco kilos de electrodos y cuatro varillas de construcción. Lo terminó dos meses después y agradeció el apoyo de su mujer y su hija, pero surgió un problema: era tan grande que no cabía en varios sectores de la casa.
«Lo puse en el techo de mi casa porque era tan grande que no sabía donde meterlo. Además, tiene partes filosas y tengo una nena chiquita que podría lastimarse, pero ubicarlo ahí me sirvió para mostrarme», comentó el artista. Y reveló que los vecinos se quedan admirándolo cuando pasan por su cuadra.
La escultura quedó tan bien que Gonzalo fue por otra y así creó el Dragonglass, un imponente dragón metálico con detalles fabricados por la Escuela Municipal del Vidrio y que se encuentra ahora exhibido en la Plaza San Martín, en el centro de la ciudad del sur del Conurbano.
«Tenía ganas de que fuera también al techo de mi casa porque estaba alucinante, pero está muy bien donde está. Su significado remite a dragón de vidrio porque Berazategui es la capital nacional del vidrio y tiene la fábrica más grande de Latinoamérica», explicó el escultor, que aseguró que en las redes sociales sus seguidores le mencionaron a «Dracarys» y «Drogon», en referencia a la serie Game of Thrones, pero él no entendía hasta que comenzó a verla.
El artista de Berazategui aseguró que los dragones le dieron una explosión a su actividad y que tuvo su taller colmado de materiales por trabajos que empezó a hacer a pedido. Más allá de eso, tiene obras muy diversas que valora: un árbol con ramas, pájaros y hormigas de metal; la cabeza de un gorila, un muñeco Woody y otro Buzz Lightyear (ambos de la película Toy Story) y un Dragonglass en miniatura.
El proceso creativo del artista de Berazategui
Su forma de trabajar también es particular. Reveló que no realiza dibujos ni bocetos, sino que mira videos de Youtube para inspirarse y pasa dos o tres días pensando qué hacer, con qué materiales y dónde conseguirlos. Luego recorre chatarrerías o metalúrgicas para ir a pedir elementos sobrantes. «Primero iba a buscar con un balde, después con una carretilla, le siguió un auto, un poco más y me daban las llaves de la fábrica», bromeó.
Una vez que tiene todo, pone manos a la obra. «Tengo la imagen en la cabeza y voy tirando alambre y hierros que me sirven de guía. Me ha pasado que lo armé, no me gustó y tuve que empezar devuelta. Crear algo desde cero es difícil porque se te pone la mente en blanco y hasta que no tener la mitad de la obra construida estas con miedo de lo que puede salir», dijo Gonzalo, que hoy cuenta con más de 10.000 seguidores en su cuenta de Instagram, donde muestra sus trabajos.
Y cerró: «La gente se sorprende por las cosas que hago, ya que empecé solo hace dos años. Pero yo creo que tiene que ver con que me gustan las herramientas y se cómo utilizar una amoladora o una soldadora».