El gin creado por dos amigos en un garaje de Lanús: ganó un premio internacional y triunfa en el mundo
Runa es la marca que se define como una «destilería boutique de autor». Gabriel Alonso y Federico Seoane son los responsables del éxito que empezó durante la pandemia en el sur del Conurbano y ya es un producto de exportación.
Nació en Lanús, se fabricó en Sarandí y brilló en Londres: se trata de Runa Craft Gin, una marca que nació en el garaje de la casa lanusense de uno de sus creadores y que poco después fue reconocida por la International Wine and Spirits Competition (IWSC), uno de los certámenes mas importantes dentro del universo de bebidas alcohólicas.
Pandemia mediante, Gabriel Alonso y Federico Seoane -los amigos creadores de Runa Gin- decidieron incursionar en el mundo de los destilados y compraron un alambique. A partir de ahí empezaron a estudiar el proceso y a practicarlo en el garaje de su casa de Lanús. Luego de varias pruebas, obtuvieron el producto que querían y decidieron empezar a comercializarlo con muy buenos resultados.
Ese fue el empujón necesario para tomar confianza y anotarse en la competencia internacional de vinos y licores de la ciudad de Londres, Reino Unido, donde participaron más de mil marcas distintas provenientes de 86 países.
Así fue como el gin de arándanos de Runa obtuvo la medalla Gold Outstanding Spirit y sacó 98 puntos sobre 100 en el renombrado certamen. Al día de hoy no hay un gin nacional que haya obtenido un galardón mayor. A partir de ahí, los amigos lanusenses comenzaron a comercializar de forma masiva sus tres productos: el gin clásico, que es el London Dry, el galardonado de arándanos, que está hecho con botánicos de la Patagonia, y otro de maracuyá y miel.
Ahora se encuentran aumentando su producción mes a mes y cerrando acuerdos comerciales para vender la bebida en España, Honduras y Estados Unidos, entre otros países. “No cambiamos ni insumos, ni materia prima. Usamos alcohol de cereal tridestilado, que hace que nuestro producto se distinga de otros. No modificamos jamás la esencia de nuestro gin”, contaron.
Runa Craft Gin: los orígenes de la bebida creada en Lanús
Ganar la mayor distinción del certamen fue la dosis de confianza que los amigos lanusenses necesitaban para encarar una producción a gran escala. Así fue como decidieron avanzar con la construcción de una fábrica en la localidad de Sarandí, partido de Avellaneda.
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La pandemia se presentó para Gabriel Alonso y Federico Seoane, los creadores de Runa Craf Gin, como una crisis y una oportunidad al mismo tiempo. Cientos de comercios se vieron afectados por la imposibilidad de abrir sus puertas durante el aislamiento obligatorio: eso mismo fue lo que les sucedió a los amigos de Lanús, quienes se vieron obligados a cerrar el negocio que tenían.
En ese contexto, aprovecharon para incursionar en el mundo de los destilados desde el garaje de la casa de uno de ellos. Gabriel se quedó en su casa y empezó a adentrarse en el mundo de los alambiques, el instrumento que se utiliza para destilar. Así nació Runa Craft Gin. Además de Gabriel y Federico, se sumaron Gonzalo Artero y Nicolás Roca, los cuatro socios que son parte de la reconocida “Pier 54 Cervecería” de Avellaneda.
Las ventas comenzaban a ser cada vez mejores y la confianza en el proyecto aumentaba, tanto que decidieron anotarse en la International Wine and Spirits Competition (IWSC), una reconocida competencia internacional. Tras haber brillado en el certamen, Gabriel y Federico pusieron manos a la obra e inauguraron su fábrica en Sarandí, con el objetivo de aumentar su producción y así llegar a comercializar su producto en cada rincón del país y -¿por qué no?- del mundo.
“Desde que ganamos la medalla, producción que hacemos es producción que vendemos. La fábrica está en un crecimiento constante porque la demanda supera la oferta. Fue un crecimiento exponencial en el que recién nos estamos acomodando”, contó Gabriel.
Por último, los jóvenes lanzaron una edición mundialista del gin, de la cual comercializaron solo tres mil botellas. La etiqueta lleva la bandera argentina y el número 10, acompañado de la célebre frase maradoniana “La pelota no se mancha”. “Queríamos hacer algo especial para la Copa del Mundo y tuvimos buenos resultados. Estamos muy contentos”, concluyó uno de los emprendedores.