Todo por hacer conocido a Laferrere: armó un Cabildo en su casa y tiene un blog con vivencias del barrio
Diego Díaz (41) vivió siempre en esta localidad de La Matanza y sus acciones, explica, son “para sumar un granito de arena” que ayude a la difusión del lugar. La divertida historia de la réplica del histórico edificio.
Los 41 años de su vida los pasó en Laferrere. Y todos en el barrio saben del enorme amor que tiene por esta localidad de La Matanza, aunque no por eso dejó de sorprender la locura que hizo varios años atrás y que todavía sigue asombrando a quienes pasan por su hogar de avenida Luro y Martín Coronado. “Quería inventar algo con lo que pudiera aportar un granito de arena para que el barrio fuera más conocido”, le dijo Diego Díaz a Zonales, para explicar el motivo principal por el cual construyó ni más ni menos que una réplica del Cabildo en su propio hogar.
“En 2013 yo estaba trabajando en la reparaciónnde computadoras. Y ya no tenía lugar donde guardarlas. Mi habitación se había convertido en un depósito y era todo un desastre, así que necesitaba más espacio. Por eso se me decidí a edificar arriba de la casa. Pero claro, quería que tuviese un diseño que llamara la atención”, contó este vecino que también tiene un blog donde cuenta historias y hechos curiosos de su Laferrere.
La idea de hacer “algo diferente”, como explicó, le surgió enseguida. Pero decidir qué sería le llevó más tiempo. “En lo primero que pensé fue en una réplica del Castillo de Grayskull (NdeR: del dibujo animado He-Man), jaja. Pero me di cuenta que el albañil me iba a matar, porque tiene muchos detalles. También se me ocurrió recrear el Teatro Colón o el Luna Park, pero tampoco me parecían muy sencillos”.
Por eso, finalmente, se decidió por el Cabildo. “Igual de entrada le dije que solo quería hacer una ampliación de la casa. Después, cuando vino y le conté los detalles, lo primero que me preguntó era si estaba loco, jaja”.
El Cabildo, un ícono del barrio
Una vez que lo convenció de que lo quería hacer de verdad comenzó la obra, que tardó cuatro meses y medio. Desde entonces, y aunque ya pasó ocho años desde su construcción, sigue siendo un punto de atracción para todos los que pasan por ahí. “Todo el tiempo para gente a sacarse fotos. Incluso algunos me dicen que vienen desde otros distritos”, contó Díaz.
Y si bien su Cabildo ya era muy famoso, volvió a cobrar notoriedad en la última semana, luego de llegar a la final de un concurso que armó una página de Instagram llamada The Walking Conurban para elegir las “Ocho maravillas del Conurbano”.
Más allá de que es imposible que pase desapercibido, cuando más llama la atención es en cada fecha patria. “Los 9 de julio de cada año lo ilumino especialmente y lo decoro con banderas. Esos días es cuando más vienen los vecinos a retratarlo”, aseguró. Y contó que “muchos me dicen que se sienten más patriotas teniendo un Cabildo cerca de sus casas”.
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El propio Díaz fue quien se ocupó de hacer los primeros bocetos para su construcción. Siempre quiso que fuese exactamente al Cabildo original: “Tiene todos los mismos detalles. Le pusimos el reloj, las ventanas de esa época y las tejas”. Y para que luzca todavía más lindo, fue pintado recientemente.
Su amor por Laferrere
La gran pasión que siente por Laferrere lo llevó a encarar esta construcción que, en un comienzo, provocó el enojo de su familia: “Traté de ocultarles todo el tiempo que pude lo que iba a construir. Y cuando se dieron cuenta estuvieron dos semanas sin hablarme”. Pero eso cambió rápidamente cuando vieron que se convirtió -aunque no era la idea- en una suerte de herramienta de marketing para el comercio que tienen en el mismo lugar, que es un negocio polirrubro.
“Desde que lo hicimos, que fue justo cuando el local cumplió diez años, todo llaman al negocio como ‘el almacén del Cabildo’. Y se hizo más conocido. Así que cuando vieron que pasaba esto ya no les pareció tan mala idea”, recordó.
Esta no fue la única forma que encontró para lograr su objetivo de lograr una mayor difusión para su barrio: Díaz tiene un blog donde cuenta historias relacionadas con Laferrere. Desde los orígenes y la fundación hasta reseñas sobre personajes populares de la zona.
“Se llama ‘Ciudad de Gregorio de Laferrere’ y escribo un poco de todo, pero siempre cosas del barrio. Y también me gusta armar historias disparatadas, con finales inesperados, siempre basándome en temas o lugares de acá”, explicó. Aunque no hacía falta que lo aclarara.