Una tesis que se convirtió en una película sobre Ituzaingó: la historia de Manuel Pendino y su documental sin fin
El joven estudiante de la licenciatura de Artes Audiovisuales creó, como proyecto para su tesis, “Ituza in love: sinfonía urbana de una ciudad dispuesta a amar”. Por qué dice que la obra nunca está terminada.
Cuando comenzó a pensar en el proyecto para su tesis de grado de la licenciatura de Artes Audiovisuales, en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), Manuel Pendino (29 años) se decidió rápidamente: hacer un documental sobre su amado Ituzaingó, con la idea de rescatar la identidad del barrio. Así, surgió lo que él denominó “Ituza in love: sinfonía urbana de una ciudad dispuesta a amar”.
El joven de estudiante de cine tuvo bien en claro desde un primer momento qué quería hacer con su obra. “Revisitar el Conurbano, revisitar Ituzaingó, desde un lado positivo e identitario”, tal como le gusta explicarlo.
Así fue que a fines del año pasado empezó a salir con su cámara a capturar imágenes, mientras caminaba o pedaleaba por su amada ciudad.
Manuel Pendino y el espíritu de su documental
El punto de partida, le explicó a Zonales, fue determinar “qué Ituzaingó me interesa mirar”. En tanto que el punto de llegada, tal como le gusta definirlo, era darle forma a “un ensayo o análisis” sobre su ciudad natal con un claro “giro nostálgico”.
Pendino observa que su ciudad está creciendo cada vez más hacia arriba. Por eso, dijo, hay que valorar “los lugares que han quedado al nivel del mar”. Esos sitios de Ituzaingó desde donde, todavía, “se puede ver el cielo”.
Con su documental también se ocupó de destacar a los reconocidos artistas locales Raúl Perrone y Danilo Bambú. Sobre el cineasta de Ituzaingó, verdadero referente del cine nacional independiente, destacó la forma en la que “ha dejado inmortalizada la ciudad”.
Al respecto, remarcó lo importante que es que quienes hablen del Conurbano sean quienes realmente lo conocen, sin caer en la mirada condenatoria o “burlona” que muchos suelen tener.
“Muchas veces se demoniza al Conurbano. Hay una tendencia a hablar sobre ‘lo roto’. Y para mí no hay nada roto. Al contrario. Para mí es hermoso, con todas sus diversidades, ya que es multidiverso. Por eso hay que encontrarle una propia identidad desde el lugar que uno tiene”, explicó.
Ituzaingó, una ciudad para el amor
El joven cineasta fue alumno de un taller de cine de Perrone, quien no solo le dio la bendición a “Ituza in love” advirtiendo que posee “sensibilidad y poesía”, sino que también lo invitó a la presentación de su nueva película en el BAFICI.
En cuanto a Bambú, artista plástico y Ciudadano Ilustre de la localidad que vistió con murales y esculturas, resaltó que su obra es fundamentalmente “sobre gente que se está amando en el momento”.
El amor, justamente, está muy presente en su documental, incluso en el juego de palabras que le dio nombre al proyecto. Pero Pendino piensa especialmente en un “Ituzaingó enamorado», como lo definió, recordando una parte muy especial de la historia de su familia.
“Mis abuelos, Lolo e Ita, se amaron acá. No nacieron en Ituzaingó, pero se conocieron y viven acá hace más de 40 años”, contó. Y agregó: “Creo que es una ciudad en la cual, hasta por su geografía, por su cantidad de plazas, tenés más chances de enamorarte que en cualquier otro lugar”.
El documental, aclaró, no está estrictamente terminado: “Yo salgo siempre con la cámara y el trípode en la mochila y cuando veo algo interesante lo filmo y lo agrego. Es una suerte de diario de viaje de mi ciudad”.
La idea de competir en festivales de cine
Como más allá de la repercusión lograda su producción no deja de ser una tesis, en junio deberá presentarlo en su cátedra para que sea aprobado. Y luego aspira a poder concursar en festivales de cine.
En su Instagram está disponible un teaser sobre el documental. Además, hay un link para la plataforma Cafecito, para recibir contribuciones económicas dirigidas al proyecto: “Es más que nada para mis amigos que me ayudaron. Para el músico y para el que aportó el drone para algunas filmaciones”.
El droner fue Adrián «Gul» Maritano, mientras que Patricio Sly estuvo a cargo del soundtrack. En tanto que el tutor de la tesis y productor del film es el profesor Conrado Beretta.
Hacé tu comentario