La historia solidaria detrás de la fábrica que produce la tela de las camisetas de la Selección Argentina en Don Torcuato
Una empresa de Tigre importa hilado ecológico para hacer las casacas de la Scaloneta y casi todos los clubes del fútbol argentino. Lo que sobra es reciclado por una cooperativa para producir kits escolares y todo tipo de productos para el hogar.

La cooperativa de Don Torcuato, Creando Conciencia, la empresa textil Texcom y la Fundación Impulso y Encuentro forman el triángulo de solidaridad y trabajo que hay detrás de la camiseta de la Selección Argentina de Fútbol.
La pasión que despierta la celeste y blanca de la Selección Argentina de fútbol es avasallante, atraviesa fronteras y se expande soin cesar desde hace años. Lo que pocos saben es que detrás de la camiseta que usan Lionel Messi, De Paul, el Dibu y compañía hay una historia de esfuerzo, solidaridad y respeto por la ecología y el medio ambiente que nace en Tigre.
Esto es gracias a un triple convenio que amaron entre la cooperativa de Don Torcuato, Creando Conciencia, la empresa textil Texcom y la Fundación Impulso y Encuentro, que busca marcar «un antes y un después en materia de sostenibilidad y responsabilidad social».
El detrás de escena de la camiseta de la Selección Argentina
¿Cómo se traduce esto al hincha común? Simple: utilizando los sobrantes de la tela empleada para confeccionar las camisetas de la Selección Argentina y otros equipos de fútbol, este proyecto da un nuevo propósito a lo que, de otro modo, sería desecho industrial.

Como primer paso, en su planta de Don Torcuato, la empresa Texcom se ocupa tratar el hilado que importa de Asia -confeccionado con el material plástico de botellas descartadas- para reconvertirlo en fibra de poliéster reciclado, para proveer la materia prima a los fabricantes de la casaca celeste y blanca de la Selección de fútbol, además de la vestimenta del 70% de los equipos de Primera de la AFA.
Texcom tiene plantas en Don Torcuato, San Luis y Tierra del Fuego. Cuenta con 600 empleados y tiene acuerdos con renombradas como Nike, Adidas, Lacoste y Zara para la confección de prendas deportivas y de vestir.
Etapa dos: cada martes y jueves, todos los sobrantes de esa tela son retirados de la planta tigrense por los trabajadores de Creando Conciencia, una cooperativa que se encarga de generar y gestionar nuevos productos con todos los materiales que recuperan. Todo eso es transformados por la Fundación Impulso y Encuentro en productos como alfombras, canastas y otros artículos, cuyo fin es sostener actividades sociales y educativas.

Etapa tres: en el último tramo de la iniciativa, a la tarea coordinada de Texcom y Creando Conciencia se suma el apoyo de la Fundación Impulso y Encuentro.
«También reciclamos telgopor para generar útiles escolares, lo que nos permite ofrecer al público un kit que incluye una regla, un transportador, una escuadra y una paleta de colores. El trabajo de gestión integral de residuos que hacemos en forma colectiva lo habíamos empezado con apenas seis cartoneros que se movilizaban en el ‘tren blanco'», le dijo a Clarín Ramiro Martínez, presidente y uno de los miembros fundadores de Creando Conciencia en la zona de Benavídez.

La cooperativa, que comenzó con seis socios y ahora agrupa a 105 familias expandió sus actividades más allá de la recolección de residuos. Produce madera plástica, útiles escolares y mobiliario para espacios públicos. Martínez añadió: «En pandemia, mientras muchas empresas privadas redujeron personal, nosotros no solo mantuvimos los puestos de trabajo, sino que ampliamos nuestras operaciones», afirma.
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«El reciclaje no es visto aún como un sistema productivo integral. Pero somos una economía instalada, representando el 15% del PBI argentino. Este modelo muestra cómo el sector cooperativo puede ser motor de desarrollo comunitario», finalizó Martínez, una de las artífices de esta historia que hay detrás de la camiseta de la Scaloneta.
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