El barrendero héroe de Lomas de Zamora: hace 3 años salvó una vida con RCP y ahora evitó un robo

Hace unos años, en 2019 para ser más precisos, Carlos Gravez se recibió de héroe al salvarle la vida a un motociclista practicándole Reanimación Cardio Pulmonar(R.C.P.). Ahora, el barrendero de Lomas de Zamora volvió a protagonizar un nuevo acto heróico al evitar un robo a mano armada.

Según se dio a conocer, el último hecho ocurrió frente a una química ubicada en Darwin al 2000, en la localidad de Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora. Carlos estaba cumpliendo con su tarea de barrendero como todas las mañanas cerca del lugar, mientras en el comercio preparaban los pedidos y un hombre pasó y los saludó.

Pero detrás del gesto cortés había una intención que no lo era porque, segundos después, el sujeto golpeó con un arma en la cabeza a Julio, el dueño del local, y amenazó al resto de los presentes. Fue en ese momento cuando entró en acción el barrendero de Villa Fiorito, quien aprovechó sus conocimientos en defensa personal para reducir al delincuente y evitar el robo.

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«Vino por atrás, lo agarró del brazo y le hizo una llave. Por lo que vimos, sabe del tema», relató el responsable del comercio, de acuerdo con lo que consignó El Diario Sur. Luego, completó: «Lo redujo, desarmó el arma y sacó las balas. Nos dio la mochila para que llamemos a la Policía y se quedó hasta que lo subieron y se lo llevaron a la comisaría. Y en ese momento nadie le dio las gracias a este muchacho, que sinceramente fue como un ángel caído del cielo».

Julio le vio cara conocida a su salvador y enseguida se dio cuenta que Carlos ya había protagonizado otra acción heroica hace tres años: «En algún lado lo ví y era en la televisión, en las noticias. Es la misma persona que le había salvado la vida a un motociclista en Villa Fiorito», contó.

El «barrendero héroe», como lo llaman en el barrio, dio su versión de los hechos ante la consulta del mismo medio: «La verdad que me da un poco de vergüenza. Mi hijo más grande dice que soy su orgullo. Ayer hablé con ellos (las víctimas del robo), son personas muy conocidas de Villa Fiorito. Nunca tuve contacto, pero uno ya los conoce siendo del barrio. El señor de la camioneta era justo el padre de uno de mis compañeros del trabajo. Me mandó un audio agradeciéndome».

Sobre los episodios que lo tuvieron como protagonista, Gravez contó cómo fue que aprendió lo necesario para poder desarmar al ladrón y, previamente, salvar la vida del motociclista: «Era boxeador en el Club Huracán, tomé clases de defensa personal y kickboxing. Estaba estudiando enfermería, ahora no me
pude anotar porque no había cupos en las materias».

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Y describió su accionar en el dramático momento del robo en Villa Fiorito: «Fui por atrás, le levanté la mano para arriba por si disparaba, le inmovilicé el brazo y se cayó el arma. Lo quebré sin querer, no era mi intención. Lo dejamos en el piso. Revisé el arma y estaba cargada hasta el tope. No disparó porque estaba mal puesto el cañón, sino hubiese pasado alguna desgracia porque gatilló dos veces».

Carlos también contó que el delincuente le dijo que había salido de prisión dos días antes del hecho y que intentó justificarse tras el violento robo: «Me dijo que flasheó, que lo perdone, que tiene un hija… Yo le dije que me mato laburando y la peleo, laburo, hago changas, no hace falta salir a robar. Si me pedía a mí, le hubiera dado mercadería, porque yo cuando tengo mucho voy regalando en el barrio».

La otra acción heróica del barrendero de Lomas de Zamora

En agosto de 2019, Carlos Gravez, por aquel entonces de 27 años, presenció el lamentable accidente de un hombre que volcó con su moto cerca del cruce de José María Rosa y Camarero, en Villa Fiorito, Lomas de Zamora. Cuando vio que el rodado había caído encima de la víctima, corrió para asistirla.

Fue allí cuando realizó las maniobras de reanimación hasta que llegaron los médicos. Oscar Gutiérrez, un remisero testigo, explicó en su momento a A24: “Lo primero que me pidió el barrendero fue que llamara a la ambulancia, el resto del trabajo lo hizo él”.

“Lo di vuelta, vi que estaba ahogado y morado, entonces comencé con la reanimación. Logré que expulsara la sangre con la que se estaba ahogando, lo acomodé de costado y seguí con el R.C.P. por 20 minutos para ayudarlo a respirar”, aseguró Carlos ante la consulta del mismo medio en 2019.

El barrendero aseguró que la Policía fue la primera en llegar al lugar luego de 15 minutos, mientras que los médicos se hicieron presentes minutos después. “En ese momento era como un hermano y no lo dudé, perdió tres veces el pulso, pero sentía que no se quería rendir fácilmente. Me vi reflejado porque varias veces tuve accidentes con la moto y lamentablemente nadie me asistió”, indicó.