La histórica confitería de Munro que casi desaparece y celebra un año desde la reapertura con un festejo muy especial
Los hermanos que recuperaron este local fundado en 1960, y que había sido muy abandonado por los descendientes de su fundador, compartirán hoy con todos los vecinos una versión gigante de la clásica torta Oriente, que tiene más de cuatro tipos de chocolate. Y habrá sorpresas.

Mariana y Sebastián González, los nuevos dueños que hicieron revivir a El Oriente.
Este sábado El Oriente, una histórica confitería de Munro que estuvo a punto de desaparecer, generando una enorme tristeza en el barrio, cumple su primer año desde la reapertura y lo festejará con todos los vecinos, compartiendo una torta gigante y muy especial.
El comercio, fundado en 1960 y con 65 años de historia, fue recuperado y reabierto hace un año por dos hermanos, Mariana y Sebastián González. Los descendientes de su fundador la habían empezado a descuidar en el último tiempo, hasta que decidieron venderla. Y ahí aparecieron los nuevos dueños, que la hicieron resurgir.
Durante todo este sábado, entonces, quienes se acerquen al comercio ubicado en Antártida Argentina 2698 podrán disfrutar una versión especial de la torta de la casa, con más de cuatro tipos de chocolate y de un metro por un metro, para compartir con los vecinos.
Un sábado especial en la confitería El Oriente
Pero eso no será todo, ya que en El Oriente Confitería Europea, tal su nombre completo, también habrá sorteos y muchas sorpresas para todos los vecinos.

“Cuando no estaba en la gestión y consumía en el local, me acuerdo que El Oriente era reconocido por la abundancia, por la calidad, porque era totalmente fresca. Siempre fue algo que nunca fallaba”, contó Mariana, quien todos los días está en el local junto con su hermano.
“Invitamos a toda la gente que quiera venir a que se lleve una porción. La torta Oriente, que es de la casa, tiene de todo. Desde chocolate, dulce de leche nutella, baño de Ferrero Roger, es espectacular. Entonces, como amerita porque cumplimos un año, ¿Qué mejor torta que la torta de la casa?”, explicó Sebastián.
Cuando el local cerró, después de años de haberse convertido en una sombra de lo que era, todos sus empleados históricos se quedaron sin trabajo. Pero cuando los González se encargaron de volver a poner a la confitería en marcha recurrieron a esos trabajadores “de toda la vida”.
“Cuando reabrimos fue muy emocionante para ellos. Para algunos su único trabajo fue este, esta era su casa. Y de repente volver fue muy emotivo, porque aparte nosotros no somos una empresa, nosotros venimos a trabajar y algunas semanas nos va bien y otras no”, contó Sebastián.
Un símbolo de Munro, definitivamente de pie
Además, recordó que “al principio era remontar y remar como locos. Yo siempre digo que es más fácil abrir un negocio de cero que remontar uno fundido”.

Este sábado, entonces, no sólo se celebrará el aniversario de la reapertura, sino la recuperación de un símbolo de Munro, y de todo Vicente López, que parecía perdido.
Y a eso hay que sumarle la alegría de saber que El Oriente seguirá encendiendo sus hornos por mucho tiempo más, ya que volvió a ganarse la confianza de vecinos, empleados y generaciones enteras que lo sentían como propio.
Por todos estos motivos es que hoy los González invitan celebrar el esfuerzo colectivo y a transmitir el mensaje de que lo bueno siempre puede volver, cuando se pone trabajo y mucho amor.
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