Agua contaminada: la causa que puede llevar a juicio a Patricio Mussi, ex intendente de Berazategui
Confirmaron el procesamiento del ex jefe comunal, al que la Justicia indica como el responsable del brote de 900 casos de gastroenterocolitis en el distrito del sur del Conurbano ocurrido en 2016. El servicio está municipalizado.
Patricio Mussi, ex intendente de Berazategui, podría llegar a juicio por la causa del agua contaminada que en 2016 apareció en la red domiciliaria del distrito del sur del Conurbano. Este hecho, ocurrido durante su gestión, provocó un brote de 900 casos de gastroenterocolitis. Los jueces Roberto Lemos Arias y Carlos Vallefín, de la Sala III de la Cámara Federal de La Plata ratificaron el procesamiento del ex jefe comunal, que había sido solicitado en primera instancia por el juez federal de Quilmes, Luis Armella, quien lo acusaba de haber distribuido «aguas potables peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo».
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La causa comenzó por un episodio ocurrido en abril de 2016, cuando se registró en Berazategui la presencia de 900 habitantes con gastroenterocolitis. Fue tal el brote que incluso debieron suspenderse las clases en los colegios durante tres días.
Patricio Mussi, hijo del actual mandatario local Juan José Mussi, había apelado a la acusación en su contra, indicando que no se había demostrado la contaminación del agua suministrada en la red domiciliaria (en Berazategui está a cargo de la Municipalidad), que el delito por el que se lo acusaba requería «dolo directo, que tampoco se demostró» y que como intendente el había delegado atribuciones y deberes en personas idóneas pero no las tenía a su cargo.
Los magistrados indicaron en su fallo que está «probada» la relación entre la contaminación del agua y el brote de diarrea y gastroenterocolitis. Argumentaron además que «los análisis de muestras tomadas entre el 23 de mayo y el 26 de junio de 2016 por la Autoridad del Agua (ADA) arrojaron que, en 30 pozos de los relevados, los valores de nitrato o cloro libre son superiores a los que puede tener el agua potable de acuerdo al artículo 982 del Código Alimentario Argentino y en dos de ellos se evidenció la presencia de coliformes termorresistentes (coliformes fecales)».
Además, los jueces consideraron que la Comuna «a cargo directamente de la obtención y provisión del recurso para uso de la población, conocía, antes de que se suscitara el brote sanitario de abril de 2016, que el agua que extraía y distribuía a la población del distrito tenía una calidad inferior a la que correspondía, estaba contaminada o tenía bacterias». Y remarcaron que aunque Patricio Mussi delega funciones, no se desvincula de la responsabilidad.
El delito, que viola el artículo 201 del Código Penal por «vender, poner en venta, suministrar o almacenar con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias, medicinales o mercaderías peligrosas», prevé penas de entre 3 y 10 años de prisión.
También están procesados los ex funcionarios municipales Ricardo Giuglio, del área de Servicios Sanitarios; Rolando Iezzi, de Servicios Públicos; Carlos Balor, de Obras Públicas; y Oscar Deina, a cargo de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
La denuncia y las amenazas en torno a la causa que acusa a Patricio Mussi
En medio de ese brote de casos de gastroenterocolitis y diarrea que afectó a 900 vecinos de Berazategui, un médico llamado Jorge Naddaf se presentó ante el Juzgado Federal de Quilmes para denunciar al Municipio por la contaminación del agua.
«La denuncia surgió por la cantidad de casos de gastroenterocolitis y la falta de una explicación formal de lo ocurrido», había dicho en mayo de 2016 tras realizar su presentación. Y pidió que se investigara la responsabilidad de la Comuna en la situación. El caso fue tomado por el juez Armella, que fue quien finalmente terminó decidiendo el procesamiento.
Meses después, en octubre de ese año, el entonces subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable local había remarcado que «hablar de envenenamiento, lo que ha salido en los medios, es muy irresponsable desde el punto de vista técnico» Y que «realizar esa afirmación sin ningún tipo de fundamento o prueba que lo acredite, pretende generar en la población un pánico innecesario».
Y, entre líneas, había acusado al médico de que «detrás de esta denuncia se escondería una desestabilización y posiblemente un interés económico por parte de alguna empresa privada. Berazategui, a diferencia de la mayoría de los municipios del Conurbano, tiene un servicio de agua potable absolutamente estatal».
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No fue la única consecuencia que sufrió Naddaf tras denunciar al Municipio. Unos días después, la casa de su madre apareció con pintadas en la pared que decían «Jugás sucio, traidor», lo que motivó a que el médico volviera a presentarse en la Justicia para pedir que se investigue la situación, ya que no había testigos que pudieran aportar datos sobre los responsables de esa intimidante acción.