«Abrazó a los más rotos»: el emotivo adiós al Papa Francisco de una docente que sobrevivió a Cromañón y hace trabajo social
María Celeste Oyola, vecina de Villa Celina y presidenta de la Asociación Civil Matanza Tierra Santa, escribió un sensible texto sobre el mensaje que dejó el sumo Pontífice. «Tuvo la ignorancia de los sabios», sostuvo.

El enorme reconocimiento para el Papa Francisco de los sectores más postergados de la sociedad.
Antes de ser elegido como el Papa Francisco en 2013, el cardenal Jorge Mario Bergoglio ya tenía un vínculo muy fuerte y activo con el trabajo social en las villas de emergencia de Buenos Aires. Su compromiso con los más pobres y marginados fue una de las características más destacadas de su ministerio pastoral en Argentina. Y hoy, María Celeste Oyola, vecina de Villa Celina, sobreviviente de Cromañón y trabajadora social en La Matanza, escribió una emotiva carta de despedida al ex sumo Pontífice.
Es que el vínculo del sumo pontífice con el pago matancero viene de lejos. Parroquias, colegios, barrios carenciados en los que él vivió y tuvo una fuerte participación comunitaria forman parte de su historia. En el distrito del oesta del Conurbano incluso fue alumno en 1949, cuando cursó el sexto grado en el Colegio «Wilfrid Barón de los Santos Ángeles», en Ramos Mejía.

El papa Francisco falleció este lunes a los 88 años, según anunció el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano. «Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento del nuestro Santo Padre Francisco», declaró en un comunicado y desde ese instante el mundo se paralizó.
La despedida de María Celeste Oyola al Papa Francisco
El 30 de diciembre de 2004, Argentina vivió una de las tragedias más desgarradoras de su historia reciente tras el incendio del boliche República Cromañón, que acabó con la vida de más de 194 personas. Entre los sobrevivientes estaba María Celeste Oyola, quien luego se dedicó al trabajo social en barrios carenciados matanceros.

Hoy, a los 40 años, aquella mujer que salvó su vida por milagro y hoy es la presidenta de la asociación civil Matanza Tierra Santa, es noticia por una sensible carta de adiós que escribió para evocar el mensaje que el Papa Francisco le daba a «los rotos», como ella misma definió a la gente que menos tiene. El texto de la carta es el siguiente:
«Francisco puso en palabras la voz de los que nunca tuvieron voz. Hizo lugar para ellos. Nos invitó al cuidado del ambiente pero con una integralidad que convocó a hacer carne su palabra. Lo llamó cuidado de la Casa Común, llamó hermana a la madre tierra, y manifestó a cada momento lo importante que es darnos cuenta de su importancia.
Cuestionó fervientemente la cultura del descarte, abrazó a los más rotos y nos invitó a sumarnos a todos a esa misión con ternura. Los últimos primero. Habló del encuentro con el migrante y nos enseñó que es también un encuentro con Cristo.

La Matanza siempre fue un territorio de brazos abiertos a todas las culturas, en el siglo XX a migrantes europeos y en el siglo XXI de países hermanos. Frattelli tutti. Pidió, rezó y trabajó por una Iglesia pobre para los pobres. El mayor referente de los más humildes en esta tierra. Francisco tuvo la humildad de los grandes y la ignorancia de los sabios. Ante todo, humano.
‘A nosotros, Jesús, que frecuentemente te miramos todavía desde lejos, concédenos vivir acordándonos de ti, para que un día, cuando vengas, también la muerte nos encuentre vivos’, dijo en la homilía del via crucis y predicó con el ejemplo, lo encontró vivo.
Nos habló y nos dijo ‘se trata de la auténtica tradición de la Iglesia, que no es un depósito estático ni una pieza de museo, sino la raíz de un árbol que crece’. Es la tradición milenaria que testimonia la acción divina en su pueblo y ‘tiene la misión de mantener vivo el fuego más que conservar sus cenizas’. Mantendremos viva la llama.
Gracias por honrar la vida, Francisco. Nuestro mejor homenaje será seguir predicando y practicando tu palabra. Dios y la Virgen te reciben».
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