Acrobacias y actuación: cómo es la academia de dobles de riesgo de un humilde barrio de Lanús
La Academia Fiction Stunt nació en 2016 como idea de un profesor y alumno de taekwondo que buscaban combinar su pasión por las artes marciales y el cine. Hoy graban cortometrajes y enseñan el oficio.
Piñas, patadas, saltos, manipulación de armas y movimientos coordinados con gesticulaciones. Todo ante cámaras encendidas que luego serán revisadas. Así pasan las horas en el predio de la calle Monasterio 2074, en Lanús (zona sur del Conurbano), el lugar donde funcionaba una carnicería y que ahora es una academia que forma dobles de riesgo que buscan insertarse en el mundo de la actuación haciendo escenas de alta exigencia física.
El proyecto comenzó a gestarse en 2015, cuando a Rodolfo Ledesma, profesor de taekwondo y campeón en tres oportunidades, un alumno suyo lo encaró para proponerle hacer videos y subirlos a internet. Al experimentado taekwondista lo apasionaban las películas de acción como las de Jacki Chan, Bruce Lee; y su pupilo compartía el mismo gusto.
Así, le dieron vida a su primer cortometraje llamado «La persecución», que rápidamente cosechó miles de reproducciones en YouTube. A raíz de ello, Ledesma contó que «nos llamaron de la escuela de dobles de riesgo del Ninja Blanco (el ex «100% Lucha», Shuto Omori) y ahí hicimos cursos y otras cosas. Nos fueron convocando de otros lados, pero el tema era que nosotros somos artistas marciales. En las escuelas de dobles son actores o gente que quiere aprender, entonces es una diferencia».
Ledesma ya había formado un grupo en el año 1994 que se llamaba Guerreros del Tiempo y con los que hacía actuaciones y escenas acrobáticas de acción en distintos eventos, sin saber que eso podía estar relacionado con el oficio de los dobles de riesgo. Así que, con la repercusión que tuvo su video comenzaron el emprendimiento de la Academia Fiction Stunt, para empezar a formar gente que estuviera interesada en aprender el oficio.
Cómo funciona la academia de dobles de riesgo de Lanús
Fiction Stunt, el término en inglés con el que bautizaron su academia, no tiene traducción al castellano pero alude a los trucos en ficción. Básicamente, Ledesma y Muñizaga enseñan todos los movimientos necesarios para realizar escenas de combate, de acción y acrobacias con el mayor realismo posible.
«Nosotros entrenamos a gente que sabe artes marciales y actores que quieren aprender. En una primera clase vemos con quién estamos tratando. Si hay chicos que tienen un nivel marcial con el que se puede trabajar ya empezamos. Hacemos calentamiento, trabajar con el compañero, entender los tiempos en cámara. Desarrollamos todos los movimientos con los chicos y entre nosotros lo practicamos. Esto para ir viendo que sale bien y que sale mal, para pulirlo y que salga limpio y lindo», contó Ledesma.
«Entrenamos la gestualización de las caras cuando recibís un golpe, los registros de los golpes, las direcciones donde giras a cara cuando recibís un golpe, la distancia, sincronización con compañero y la cámara, que tienen q ser exacta para que la escena sea real», agregó Ezequiel Farías, uno de los alumnos de esta entidad para formar dobles de riesgo de la zona de Monte Chingolo.
Y detalló: «Hacer una escena y repetirla varias veces la toma es bastante agotador para alguien que está recién metiéndose en el mundo. Nos enseñan a portar armas de fogueo, caminar con ellas y apuntar, las reglas básicas de portación de armas, que se tiene que hacer y que no para que se vea lo más real posible frente a la cámara. Nos enseñan tácticas reales que se harían en situaciones policíacas o de grupo comando. Se necesitan ganas de hacerlo, que te guste y tengas la voluntad. No importa altura o peso, sino la voluntad de que lo vas a lograr. En el proceso, lo principal es divertirse».
Las producciones propias de Fiction Stunt
«Nosotros tenemos nuestra propia producción. Hacemos nuestro contenido para subir a redes. Yo mantengo todo el lugar y alquilo acá una cancha de fúbol. El lugar antes era una carnicería y ahí entrenamos. Se usó en varias oportunidades como locación para filmar cortometrajes», contó Ledesma, quien refirió que alquilan su predio para producciones externas o para entrenamiento, así como también asisten a producciones independientes o participan en videoclips de cantantes de la zona.
Entre el contenido propio con el que cuentan está la saga llamada «Poder, dinero y sangre» que está compuesta por tres títulos: «La traición» (el primer cortometraje argentino de acción), «El secuestro» y «Peleas clandestinas». Ledesma aseguró: «Yo escribo, guiono, todo lo que haría el director. Muchas de las cosas que se grabaron fueron ideas de los chicos, nos repartimos el trabajo porque todo es agotador». Y aunque sabe que el sueño de hacer un largometraje es difícil en Argentina por las cuestiones económicas, «lo principal que son los actores lo tenemos, y también locaciones y armas. Tenemos un equipo muy bueno».