Dos policías rescataron una bebé abandonada en Quilmes: su emotivo relato y el nombre que le pusieron
Ocurrió en la tarde del domingo 1º de mayo en la calle Garay entre Botaro y Sarmiento, en pleno casco céntrico de la ciudad. Afortunadamente, la menor está en buenas condiciones de salud.
Un bolso en una vereda del centro de Quilmes, en el sur del Conurbano, llamó la atención. Primero se acercó un hombre, porque creyó que se trataba de alguna pertenencia robada que había sido descartada. La situación era más compleja, porque allí mismo, a centímetros y junto a un medidor de gas, había en el piso una bebé envuelta en una frazada.
La sorpresa fue tal que rápidamente dio aviso telefónico al 911 y en cuestión de minutos, un patrullero de la Policía Bonaerense se acercó al lugar. Intervinieron la subteniente Lara Pajés y la oficial Vanesa Ponce, que rápidamente la subieron al vehículo y, mientras otros efectivos completaban los datos del informe oficial sobre lo sucedido y tomaban declaraciones a la gente del lugar, la llevaron al Hospital Iriarte, donde los médicos iniciaron el protocolo de atención.
«Hacía mucho frío para que una bebé esté afuera a la intemperie. La persona que la dejó, se aseguró de dejarla envuelta en la frazada y colocar el bolso a su lado, donde había pañales, mamadera con leche y otras pertenencias de la bebé, para que se la pudiera atender», contó Pajés.
Y agregó que «los médicos la asistieron muy rápido, nos dijeron que como tenía el cordón umbilical y por la caca que hacía, calculan que tiene 5 días de vida. Hasta tenía una cinta pegada en la mano, que seguramente le quedó del hospital donde nació. Está en buenas condiciones de salud«.
Emotivo relato de las policías que rescataron a la bebé en Quilmes
Ponce manifestó que no es la primera vez que le toca intervenir en una situación como esta: a principios de 2022 le salvó la vida a un niño practicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Igualmente, remarcó que «aunque una está preparada, esto te supera».
La oficial, por su parte, reveló que «cuando la vi y la cargué, me puse a llorar, aún estando uniformada. Yo soy mamá, pero igualmente tengo incompetencia del cuello de útero y me cuesta mucho quedar embarazada, por eso este tema me toca en algo personal. Desde que llegamos a asistirla hasta el hospital, no la solté en ningún momento».
Y agregó: «Pedí el resguardo de la bebé hasta el momento de que apareciera un familiar, y pregunté si podía quedármela si no aparecía nadie, pero la realidad es que estuve averiguando con una asistente social y por cuestiones legales no puedo tenerla. Ahora ella, siendo tan chiquita, va a ir a un hogar de menores donde tengan cupo para alojarla y si la tienen que pasar a otro lado, la van a tener así. Y da pena que es una bebé chiquita».
La bebé, que tiene buenos signos vitales, quedó internada en el Hospital Iriarte hasta que la Justicia resuelva burocráticamente su situación. De todas formas, las agentes de Policía no tardaron en ponerle un nombre. «La bautizamos Amari, que significa ‘milagro de Dios'», cerró.