La increíble historia de la parrilla El Tano, el ícono que empezó con unos chorizos en el piso y tiene un nuevo local en Wilde
El local gastronómico ícono de Avellaneda está también en Mitre 5735. Desde su particular comienzo en 1996 en una vereda de Dock Sud, nunca dejó de crecer con el mejor marketing posible: la publicidad boca a boca.
Su historia empezó hace 28 años, de manera muy humilde, en una vereda de Dock Sud. Desde entonces, y a pesar de los distintos problemas que debió afrontar, la icónica parrilla El Tano nunca dejó de crecer, sumando clientes fieles que siempre regresan a deleitarse con su gastronomía de primer nivel. Y la buena noticia para esos fanáticos es que ahora tienen una nueva sucursal para disfrutar, la cual está ubicada en Wilde.
Desde el jueves pasado, en Av. Bartolomé Mitre 5735, donde antes funcionaba otra parrilla (La Nueva Chacra de Wilde),ahora también se puede saborear el inigualable matambre a la pizza -sin dudas el plato fuerte-, así como los distintos cortes de carne, las mejores achuras y muy buenos platos de pastas. Todo, como siempre, en porciones muy generosas.
De esta forma, y luego del cierre en junio de 2021 de su sucursal de Güemes 567, producto de la crisis económica producida por la pandemia, El Tano vuelve a tener dos sucursales: la otra es la ya histórica de Av. Agustín Debenedetti 2999, en Sarandí.
El menú y el precio del local de Wilde
El formato es siempre el mismo: parrilla, ensaladas, papas fritas y pastas, totalmente libre. Además de una gaseosa de litro y medio o una botella de vino (blanco o tinto) cada dos personas, un postre y la copa de champagne para brindar. Todo, por $19.000.
La inauguración del local de Wilde (que también ofrece un amplio sector de juegos para niños) fue todo un éxito, algo que se descontaba no sólo por las pasiones que despierta esta parrilla icónica de Avellaneda sino porque en las redes sociales, en cuanto se anunció la apertura, todos celebraron efusivamente la noticia y preguntaron ansiosos cuándo se abrían las puertas.
Incluso su nueva cuenta de Instagram explotó rápidamente, y en pocos días sumó 13 mil seguidores. «La mejor noticia que podían dar», «Son los mejores» y «Qué grande El Tano», fueron algunos de los mensajes en la publicación inicial.
El particular inicio de la Parrilla El Tano
En 1996, en Dock Sud, había un bar chiquito, bien de barrio, llamado “Los Amigos”. Sus dueños eran Fabio Caschetto, el “Tanito”, y su padre, Juan. Sí, el inolvidable “Tano”, el verdadero fundador, quien falleció el 21 de enero de 2021 por Covid-19.
Un día se les ocurrió poner dos parrillitas en la misma vereda del bar, para hacer unos chorizos y un poco de carne. Fabio había sido verdulero y también había trabajado en varios boliches, siempre en Avellaneda. Por eso sus primeros clientes fueron sus conocidos y vecinos.
El número de fieles empezó a crecer rápidamente y cinco años después padre e hijo se fueron de ese lugar, al alquilar el local de Güemes. Allí se inauguró la primera parrilla El Tano.
El mundo del fútbol, siempre fiel
El estilo propio y la buena atención marcaron la diferencia. Y por el boca a boca, que siempre es la mejor publicidad, el lugar empezó a ser conocido rápidamente. Con el tiempo fue visitado no sólo por los vecinos del barrio: un día cualquiera apareció ni más ni menos que Diego Armando Maradona.
Otro día, por ejemplo, llegó Juan Román Riquelme. Y con el correr de los días fueron muchos más los futbolistas, sus principales clientes, que fueron a comer. Especialmente, claro, y en muchas oportunidades, los integrantes de los planteles de Independiente y Racing.
Fabio contó varias veces que uno de sus clientes habituales le ofreció abrir una sucursal en Miami. Estaba dispuesto a poner el dinero para la inversión y convertirse en socio. Otra persona le propuso lo mismo, pero en España.
El hijo del Tano rechazó las propuestas, porque, como siempre explicó, es feliz en Avellaneda, que es su verdadero lugar en el mundo. Por eso, su nueva sucursal también está en el sur del Gran Buenos Aires. ¿Dónde, sino?
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