Rockero y psicólogo: la doble vida del líder de Villanos, la banda nacida en Villa Celina

Fernando Nicoletti y Niko Villano son como Bruce Wayne y Batman. La definición no es antojadiza, ya que fue realizada por el propio protagonista. El líder de Villanos, banda de rock nacida en Villa Celina, partido de La Matanza, y el psicólogo no solo conviven armoniosamente, sino que se potencian.

«Si bien Niko es una persona más pública, nunca fui muy diferente arriba y abajo del escenario. Siempre traté de tener los pies sobre la tierra, incluso en épocas de exposición masiva, nunca me gustó la mistificación o la” pomelizacion” del músico. Es una cuestión de roles, no creo que haya una separación de identidad, todo confluye en una misma persona que tiene diferentes roles y que se retroalimentan uno del otro», explicó a Zonales el cantante y guitarrista del grupo surgido en Villa Celina, en 1995.

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Como líder de Villanos, Niko tocó en los lugares más importantes del país y compartió shows con las bandas más convocantes: «La primera vez que me di cuenta que la música iba en serio en mi vida, fue en nuestra primera gira por la Costa Atlántica, en enero del ’96. Tocando en vivo me di cuenta que Villanos atraía a mucha gente por las canciones que escribía, y por la propuesta musical arriba del escenario. Si bien pasó un año hasta que nos decidimos a firmar con alguna compañía, yo ya veía que Villanos crecía y crecía y era como algo mágico».

«Personalmente tenia cero expectativa de tener alguna carrera profesional en la música, lo veía como algo muy lejano, a lo sumo nuestro objetivo faraónico era llegar a grabar un disco que en esa época era dificilísimo. Pero al pensar que hace 26 años que seguimos tocando, nos sentimos privilegiados y agradecidos de poder trabajar y vivir de lo que nos gusta en nuestro propio país», contó a Zonales el músico y psicólogo.

De Villa Celina a los escenarios

El viaje en el tiempo hacia su primer recuerdo musical, lleva a Fernando hasta sus 6 seis: «Mi abuela me hacía subir a un banquito para cantar tangos de Carlos Gardel delante de sus amigas que eran cantantes. La primera banda de rock que escuché fue Kiss, a los 7 años, y desde ahí siempre tuve el sueño de poder tocar en un grupo».

En medio de una etapa de alta exposición de Villanos, Niko tuvo una especie de crisis existencial: «Sentía que debía devolver algo de lo que me había dado la psicología, y a la vez poder probar otro estilo de vida diferente al de tocar en una banda de rock. Mi primer acercamiento a la psicología fue a los 16 años, cuando me mandaron al psiquiatra para exorcizar al músico que había dentro mío».

«El destino hizo que me cruzase con el doctor Roberto Kertész, fundador de la Facultad de Flores e introductor del análisis transaccional en Argentina y el resto de America Latina, quien me dio un permiso interno para poder ser músico en ese momento de mi vida, en tiempos pasados en los cuales dedicarse a una carrera artística era como una especie de suicidio económico, simbólicamente hablando», explicó Fernando.

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Nicoletti es la prueba viviente de que, con un poco de organización, se puede ser músico, en su caso en Villanos, y psicólogo: «A veces puede ser que un rol prevalezca por sobre el otro, depende del contexto y el momento. Apenas me recibí se me planteaba esa duda si iba a poder balancear el rol de músico con el de psicoterapeuta, pero se dio en forma natural y se fue aceitando y acomodando con el tiempo».

«Decidí que era momento de ayudar a otras personas desde el rol de psicólogo, de la misma manera en que me ayudaron a mí en una etapa de crisis existencial en plena adolescencia. Podría decir que fui músico gracias a la psicología. Y al mismo tiempo trabajar de músico me permitió estudiar psicología», cerró.