Una increíble vinoteca en Florida: la historia de los hermanos que convirtieron la casa de sus abuelos en un centro cultural
Juan y Alejandro Bidegaray reconvirtieron la vivienda familiar en un espacio donde los vecinos comparten vino, café y libros. Primero el local comenzó como un espacio privado pero luego se fue expandiendo.
Juan y Alejandro Bidegaray, dos hermanos emprendedores de Florida, se convirtieron en noticia al haber transformado el hogar de sus abuelos en una vinoteca cultural: se trata de Casa Florida Vinos, un espacio que comenzó como un pequeño centro cultural y terminó abriendo sus puertas a todos los vecinos de partido, donde se puede degustar tanto la bebida nacional argentina como disfrutar de un buen café y de libros.
Cómo nació la vinoteca cultural de Florida
Fanáticos de los vinos, Juan y Alejandro Bigedaray se asociaron con dos amigos, Ezequiel Carrizo y Sebastián Gallina, y pusieron manos a la obra para llevar adelante el sueño: comenzaron a construir en la casa de sus abuelos, ubicada sobre la calle General José María Paz al 1500, y la transformaron en Casa Florida Vinos, una increíble vinoteca cultural.
“Para nosotros es una alegría enorme tener la casa habitada. Siempre que hacemos degustaciones arrancamos contando la historia de la casa de mis abuelos, yo acá aprendí a caminar. Donde actualmente está ubicada la librería estaba el comedor de mis abuelos. Los domingos nos sentábamos a comer una fuente gigante de fideos y ellos, seguramente, tomaban vino”, contó Juan.
Fundado hace quince años, el local se destaca especialmente por su originalidad: está dividido en la vinoteca, la librería y la cafetería, tres sectores que juntos conforman una interesante propuesta gastronómica y cultural que no abunda en la noche de Buenos Aires.
“Acá convivimos, me podés encontrar cualquier día de la semana hablando 58 mil horas sobre vino porque es lo que me apasiona. Me encanta trabajar con familia y amigos”, agregó Juan quien, además de ser uno de los dueños y nieto de los dueños del inmueble, también está a cargo de la cafetería junto a Sebastián.
Con el correr del tiempo, los socios fueron agregando nuevas estructuras hasta alcanzar su disposición actual que alberga hasta 200 comensales. En principio había empezado como un centro cultural a puertas cerradas, pero gracias a su éxito, los cuatro socios lograron expandir el negocio y adentrarse en el mundo vitivinícola.
Los vinos fueron incorporados hace siete años y fue la bebida nacional argentina la que los salvó durante la pandemia, cuando los comercios debían mantenerse cerrados debido al aislamiento. “Tuvimos que parar con la parte gastronómica, pero pudimos salir a vender los vinos. La gente estaba encerrada tomando”, recordó Juan entre risas.
La vinoteca cultural de Florida en la Noche de los Vinos
Tal fue su ingreso al universo vitivinícola, que los socios decidieron adherirse a la Noche de los Vinos, una propuesta ideal para amantes de la bebida. Así fue como Casa Florida se sumó a la iniciativa para compartir sus vinos nacionales y, al mismo tiempo, atraer nuevos clientes.
“No existen ni mejores ni peores vinos, lo que más amo de ellos es que te podés tomar uno a las dos de la tarde comiendo una ensalada y otro totalmente distinto para acompañar un cordero a las diez de la noche”, detalló Juan sobre las etiquetas que venden en su local.
En esa línea, Ezequiel, otro de los socios, habló sobre la primera vez que participaron del evento. “En la primera edición regalamos un montón de vino, perdimos mucha plata, pero igual quedamos fascinados con el resultado, porque es un momento para celebrar y también atraer nuevos clientes”, sostuvo el comerciante en diálogo con Clarín.
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