Terror en un colegio de Quilmes: un ex alumno fue expulsado y amenazó a todo un curso

Las amenazas de un ex alumno a todo un curso provocaron un enorme temor en la comunidad educativa de la Escuela Parroquial Manuel Bruzzone de Quilmes, en el sur del Conurbano. En los últimos días, la alarma fue total y los padres fueron a retirar a sus hijos por miedo a que ocurra una tragedia a raíz de algún episodio de extrema violencia.

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La situación se originó cuando un adolescente, que había sido expulsado de la institución, amenazó de muerte a los estudiantes de 3° año por mensajes de WhatsApp. De todas formas, según trascendió, tendría un conflicto con un ex compañero por una disputa amorosa.

Desde la escuela no se aclararon las razones por las que fue expulsado el adolescente, pero algunos padres comentaron a InfoQuilmes que habría asistido con un arma blanca a clases.

Las autoridades del establecimiento radicaron la denuncia en la Comisaría 1° de Quilmes, donde aportaron capturas de los chats que demuestran el peligro de un potencial ataque. Así, la Policía Bonaerense dispuso reforzar la presencia de efectivos en la entrada del edificio, ubicado en las calles San Martín y Saavedra.

Furia frente a otra escuela de Quilmes por una denuncia de abuso

En los últimos días, otra escuela del distrito fue noticia por una situación de violencia desatada frente a sus instalaciones a raíz de una denuncia por abuso sexual. Fue en el Instituto Benito González, ubicado en Bernal, donde un grupo de padres intentó violentar la puerta de ingreso al establecimiento para linchar a un empleado administrativo que está señalado como el abusador de una alumna de 9 años de edad.

El violento desborde se produjo luego de que los padres se enteraran de la denuncia radicada en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Quilmes y se dirigieran a la escuela, donde no los dejaron pasar. Entonces comenzaron a patear la puerta del edificio y se desató un enfrentamiento con efectivos policiales del Grupo UTOI, del Comando de Patrullas de Quilmes y de Gendarmería Nacional, que habían llegado al lugar.

La furia aumentó por el hecho de que los padres aseguraban que el empleado administrativo acusado es hijo de la dueña de la institución y que les habían dicho en la mañana que se había retirado, pero por la tarde supieron que se encontraba en el edificio. Y exigieron que se lo llevaran detenido.

En la pelea con la Policía, algunas madres que esperaban por sus hijos temieron por la situación y se escuchó a uno de los padres, desencajados, transmitirle que no iban a hacerle nada a los chicos, aunque el reproche estaba enfocado a que la secuencia iba a asustarlos. De todas formas, pelearon con los uniformados y los acusaron de disparar balas de goma «sin importarles que había menores que salían de la escuela». Hubo heridos que debieron ser atendidos por personal del SAME.

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La denuncia por abuso sexual la radicó la madre de la nena, luego de que ella le dijera que le dolían sus partes íntimas. Y reveló que desde el colegio le habrían recomendado que no hiciera la denuncia hasta que no iniciaran una investigación interna para identificar a los responsables, pero ella no hizo caso.

Al acudir a la guardia del área de Niñez del Municipio de Quilmes, la nena describió físicamente al abusador en una entrevista y los rasgos coincidían con dos hombres que trabajan en el Instituto Benito González, aunque fuentes de la investigación mencionaron que desde la escuela «se negaron a aportar datos personales de los mismos». La causa está en manos del fiscal Alejandro Ruggeri, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°8 de dicha jurisdicción.