San Isidro comenzó el operativo de limpieza de la costa de Martínez, donde se suspendió la construcción de un barrio privado
Es el predio que se abandonó luego de que se frenara el desarrollo inmobiliario. Los escombros y basura de las demoliciones estaban afectando el acceso público al río, convirtiendo la zona en un espacio peligroso.
El municipio de San Isidro comenzó con las tareas de limpieza y remoción de escombros en el predio ubicado en Sebastián Elcano y Alvear, en plena costa de Martínez, donde fue suspendida la construcción de un barrio privado. El operativo durará varios días y es un paso más dentro del trabajo que se viene realizando para integrar la costa y mejorar su acceso público.
El terreno se encuentra abandonado tras la suspensión, por incumplimientos, de un proyecto inmobiliario. Y los restos de escombros y basura de las demoliciones realizadas en el lugar estaban afectando el acceso público al río, convirtiendo la zona en un espacio peligroso.
Fue por eso que la comuna inició esta mañana un operativo de limpieza con la intención de recuperar el espacio y evitar riesgos sanitarios. “Lo estamos limpiando para poner en valor la zona, terminar con el estado de abandono, permitir un acceso público al río y prevenir la proliferación de plagas o enfermedades como el dengue”, explicaron.
Limpieza de la costa de Martínez: el gran operativo
Para el operativo, que comenzó pasadas las 7.30 de la mañana de este lunes, intervienen diversas áreas como Espacio Público, Fiscalización y Control, Planeamiento Urbano, Seguridad, y Transporte. Además, se sumó la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
El ordenamiento de este espacio es un paso dentro del trabajo que viene llevando adelante el municipio para integrar la costa, mejorando los espacios públicos y su accesibilidad para que todos los vecinos puedan disfrutarla.
Hay que recordar que en octubre de 2024 el intendente Ramón Lanús suspendió el proyecto inmobiliario a raíz de varios incumplimientos a las condiciones esenciales a las que se había sujeto la autorización para su construcción. El proyecto generaba una barrera urbana, inconsistente con la mirada que tiene la administración actual para la costa de San Isidro.
Tras varios meses desde la paralización de la construcción del barrio privado, el municipio notificó a los propietarios del terreno sobre la obligación de la limpieza del predio y la remoción de materiales de demolición.
Finalmente intervino el Tribunal de Faltas, que dispuso el ingreso al predio para poder realizar las tareas de limpieza, higienización, desratización y puesta en condiciones del lugar.
La oposición de los vecinos de San Isidro
El proyecto de viviendas se había aprobado en 2020 bajo la gestión municipal de Gustavo Posse, aunque nunca se estableció la fecha de inicio. El nombre que iba a tener el barrio cerrado de condominios era Costa Townhouses Al Río.
Según lo informado, las construcciones iban a ser de dos pisos. Y desde el inicio los vecinos de San Isidro reclamaron que se estaba atentando contra el uso público de la zona, en especial, del Parque de la Ribera.
Aunque dos clásicos restaurantes que se emplazaban en el terreno -Fedras y Malloys- fueron demolidos a finales de 2023 y principios de 2024 con el fin de empezar la construcción, el cambio de Gobierno llevó a que el proyecto quedara suspendido por las habilitaciones municipales, ya que cualquier obra en el lugar debe cumplir con condiciones urbanísticas, ambientales y administrativas.
Asimismo, para obtener la aprobación definitiva debían, entre otras cuestiones, mostrar la factibilidad de las empresas, prestando servicios de agua potable, luz y electricidad. Esto implica ejecutar obras, por ejemplo, para cloacas, sobre todo por tratarse de una locación tan cercana al río. Pero según la nueva resolución, estas no se encontraban “contempladas dentro de los planes de obra de AySA”.
Otros problemas tuvieron que ver con la provisión de gas natural, ya que la empresa habría alegado que “todo el equipamiento sería eléctrico”, pero esto no fue expresado en el certificado extendido por Edenor, que sólo afirmó que “es factible brindar el suministro eléctrico requerido”, sin más precisiones.
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