El enigma de Revolución Federal: quiénes están detrás del grupo que vinculan al atentado contra Cristina Kirchner
Leonardo Sosa y Jonathan Morel, ambos de 23 años, son los líderes de un grupo creado hace meses y que impulsó marchas con consignas violentas. Los episodios en los que están involucrados y su conexión con la vecina de la vicepresidenta.
La investigación por el atentado a Cristina Kirchner ya tiene detenidos a Fernando Sabag Montiel (35, el hombre que gatilló una pistola frente a ella), Brenda Uliarte (23, señalada como cómplice de planear el ataque); Agustina Díaz (21, acusada de partícipe del plan) y Gabriel Carrizo (27, señalado por encubrimiento). Sin embargo, ahora la mira está puesta en Revolución Federal, un grupo que podría estar detrás del intento de asesinato.
Una nota publicada en la revista Anfibia ofrece detalles de la agrupación. Fue creada en mayo pasado por dos jóvenes de 23 años, Leonardo Sosa y Jonathan Morel. Se conocieron en un encuentro libertario realizado a fines de abril de este año en la localidad de San Martín. Rápidamente admitieron que sus intenciones eran mucho más que la discusión política.
Días después, el 25 de mayo, impulsaron una marcha con antorchas en el marco de esa fecha patria, lo que repitieron el 9 de julio y en otras efemérides nacionales. Las convocatorias eran cada vez más nutridas luego de que conformaran un grupo de WhatsApp mayormente integrado por mujeres de más de sesenta años y algunos jóvenes más.
Sin embargo, las consignas de sus carteles ya denotaban su postura: «Todos presos, muertos o exiliados» o «al kirchnerismo cárcel o bala”. Y cobraron notoriedad por llevar una guillotina de madera y cartón, que Sosa había fabricado en una carpintería que abrió con la indemnización de un trabajo previo en Boulogne. Incluso se dijo que con dicho emprendimiento le había facturado dos trabajos para un edificio en Neuquén a una de las empresas del grupo económico de Nicolás Caputo, mejor amigo de Macri.
La violencia se desató en agosto, cuando impulsaron una marcha frente a la Casa Rosada y lo hecho por uno de los manifestantes, Gastón Guerra, tuvo repercusión por golpear a patadas y trompadas el auto que trasladaba a Sergio Massa a su asunción como ministro de Economía. Luego, frente a las cámaras de televisión, hablaría de su desesperante situación económica y la impotencia que lo llevó a ese acto. Tiene 31 años e integra activamente Revolución Federal.
La conexión del grupo con la vecina de Cristina Kirchner
La abogada de Guerra en la causa penal que le valió su accionar se llama Gladys Egui, quien alquila una habitación a Ximena de Tezanos Pinto, la mujer que se hizo conocida por vivir en un departamento arriba del que tiene Cristina Kirchner en el edificio de Juncal y Uruguay, en Recoleta. Pocos días antes del atentado, organizó allí una charla política junto a Sosa y Morel.
También participó Guerra, quien se tomó una selfie desde el balcón y la publicó en sus redes sociales con el hashtag «#VanACorrer» y el mensaje: «Y si no la llevan presa, qué kilombo se va a armar. Ah no, así no era. Pensar que debajo de mis pies está la mafiosa más grande de la nación Argentina».
Ese encuentro también dejó bajo la lupa a Tezanos Pinto, señalada por ser la «la puerta de entrada de grupos radicalizados en la intimidad de Cristina Kirchner”. Sin embargo, ella se defendió diciendo no haber «visto a Gastón y Leonardo en conductas violentas». Ese día, una de las personas que participó de la marcha fue Brenda Uliarte, quien tiene una foto suya de esa tarde publicada en sus redes sociales.
«Son exabruptos, no son atentados. Lo de Massa, que fue donde se originó el incidente con Gastón, fue una provocación de Massa, que eligió salir por la puerta grande de su camioneta. Se expuso a la ira de la gente y fueron varios los que empezaron a pegar al auto. Uno de ellos fue Gastón, que dio un puñetazo a la ventanilla de Massa. Es un exabrupto, pero no fue un escrache. Lo mismo con los de La Cámpora, con los que Leo se peleó en la puerta de mi casa», justificó la mujer.
Y profundizó: «Ellos abrieron la caja de pandora. Violencia es robarse cosas en una escuela. Ellos son muy violentos, como el marido golpeador, te sacan la certidumbre, cambian los discursos, se ponen en víctimas cuando han sido victimarios. ¿Cómo que eso no es violencia? Son pequeños ataques que te llevan a vivir en alerta permanente».
No obstante, de la investigación surgió el audio de un foro realizado por Revolución Federal en Twitter del 26 de agosto, días antes del atentado, donde Jonathan Morel expresaba: «Hoy por ejemplo veía como Cristina saludaba a La Cámpora y a la militancia. Y decía, lástima que a mí ya me conocen la cara, porque si no sabés cómo me infiltro ahí una semana y espero que baje. Pero yo te juro, si a mí no me conocieran los nenes de La Cámpora, yo voy, te canto ahí la marcha peronista siete días seguidos y en cuanto puedo paso a la historia. Después me linchan, pero paso a la historia».
El día del ataque a la vicepresidenta, la Justicia pudo detectar que, en el grupo de WhatsApp que coordina, Leonardo Sosa envió un audio que decía: «En caso de que todo sea real, que se trata de un brasilero es el dato más deprimente de todos. Eso significa que ni un solo argentino estaría dispuesto a sacrificarse por su patria». Sin embargo, tanto él como Morel niegan que Revolución Federal haya orquestado el intento de asesinato y se desprenden completamente de Brenda Uliarte y Sabag Montiel.