Otra polémica en Morón: Martín Sabbatella y Lucas Ghi hicieron un acto político en un tradicional colegio
Concejales de Juntos por el Cambio repudiaron el plenario de Nuevo Encuentro que se llevó a cabo en un colegio de El Palomar con presencia del intendente y del presidente del ACUMAR y fundador del espacio, Martín Sabbatella.
El plenario del partido Nuevo Encuentro en un colegio de El Palomar generó repudio de la oposición.
El intendente de Morón, Lucas Ghi y su jefe politico, Martín Sabatella, quedaron en medio de una nueva polémica al ser acusado de utilizar las escuelas «para hacer política». Concejales del bloque de Juntos por el Cambio presentaron un repudio por el plenario del partido afín al kirchnerismo, Nuevo Encuentro, que se llevó a cabo en el Colegio Emaús de El Palomar, con presencia de más de 1500 militantes.
No pasó inadvertida la presencia de Sabbatella, presidente de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y ex jefe comunal, quien es líder de ese partido político. Ambos fueron blanco de los cuestionamientos.
El principal argumento que expresa el comunicado de los legisladores locales opositores es que el uso político de las escuelas está prohibido por la Resolución 07/2017 de la Dirección General de Cultura y Educación. «Las escuelas fueron, son y serán por excelencia un ámbito para educar y formar a las personas, libres de pensamiento y opinión», reza el documento.
El rechazo al acto de Lucas Ghi en una escuela de Morón
El presidente del bloque de concejales de Juntos por el Cambio, Francisco Mones Ruiz, manifestó su indignación en las redes sociales: «Tuvieron las escuelas cerradas dos años y lo primero que hacen es abrirlas para hacer actos. Perdieron todo, hasta la vergüenza”, sentenció en un mensaje.
Además, refirió los problemas que hubo en el distrito en el ámbito de la educación, incluyendo las denuncias por comercialización de estupefacientes en un colegio privado local. «Venimos de tener escuelas sin estufas, de conflicto por venta de drogas en el colegio Chacabuco, hay graves problemas de calidad y deserción educativa, pero a Lucas Ghi y Martín Sabbatella sólo le interesan las escuelas para hacer proselitismo», remarcó.
El rechazo llegó a nivel provincial. «Vamos a ir a fondo hasta averiguar quién autorizó este acto político en una institución educativa pública, cuando está expresamente prohibido este tipo de eventos en las escuelas», adelantó el diputado bonaerense de la Coalición Cívica, Luciano Bugallo. Y pidió que «se tomen medidas desde la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia para sancionar a los responsables de adoctrinar a chicos con propaganda política».
La llamativa campaña que dejó a Ghi en medio de una polémica
En abril, el intendente de Morón quedó en el ojo de la tormenta por los fuertes cuestionamientos a una llamativa campaña de concientización sobre el consumo de drogas que se realizó en el Polideportivo Gorki Grana-Predio Quinta Seré de Castelar, donde la Dirección de Juventudes de la Comuna organizó el Festival La Minga que convocó a más de 30.000 personas.
Allí, el Municipio montó un stand donde distribuyó inusuales folletos que contenían una guía de consejos sobre el consumo de drogas, que decían: «El porro conseguilo de fuentes confiables. Con la cocaína y las pastillas andá de a poco y despacio. Tomá poquito para ver cómo reacciona tu cuerpo”.
A partir de la viralización de esos folletos, hubo múltiples manifestaciones de repudio por considerar que la campaña de difusión «promovía» el consumo de estupefacientes desde el Estado en lugar de sugerir evitar esa práctica.
Sin embargo, Lucas Ghi defendió la campaña impulsada en Morón: «Nosotros no alentamos el consumo de ninguna sustancia, pero más allá de nuestra posición y del paradigma normativo vigente desde hace muchos años, la gente decide, de todos modos consumir. Y el debate necesita que incorporemos información, elementos, perspectivas serias, con rigor científico».
«El paradigma punitivista no daba resultados -abundó el jefe comunal-. Más allá de la presunta pena, del cancelamiento, no deja de consumir. Tratemos desde el Estado de abordar ese fenómeno desde la perspectiva sanitaria. Lo que no se puede es negarlo o sostener un discurso hipócrita como si no sucediera. No podemos mirar para otro lado. Hay que hacer un abordaje integral con acompañamiento, escuchas, saber por qué esa persona está consumiendo, pero sin la estigmatización y la persecución penal. Eso se hace desde hace treinta años».
Y completó: «hay una decisión de consumir, independientemente de lo que diga o promueva quien tiene una responsabilidad de gestión. Frente a eso tenemos dos opciones: o mirar para otro lado y que sufra la persecución penal por parte del Estado, o tratar de informar para que sepa como hacerlo para que tenga el menor impacto posible».
