La historia de Nadia Báez, vecina de Moreno: ciega desde los 14 años, es una de las mejores nadadoras del país
Con 33 años, acaba de ganar la medalla de bronce en el Mundial. Un tumor le hizo perder la visión cuando era adolescente, pero eso no la detuvo a la hora de estudiar una carrera, dedicarse al deporte y cumplir sus sueños.
La presencia argentina se sintió fuerte en Manchester, Inglaterra, donde se llevó adelante la undécima edición del Campeonato Mundial de Natación Adaptada: Nadia Báez, una joven deportista no vidente de Moreno, se colgó la medalla de bronce en los 100 metros de pecho SB11. La ceguera, fruto de un tumor que tuvo cuando era chica, no le impidió cumplir sus sueños.
Con la marca de 1:32:29, Nadia sumó la quinta medalla para la delegación nacional durante la tercera jornada del “World Para Swimming Championships”. Pero no se trata de su primer triunfo internacional: la joven oriunda de Moreno supo ganar la medalla de playa en Eindhoven, durante el año 2010.
Sin embargo, Nadia asegura que todavía hoy la sociedad no concibe el deporte adaptado como de alto rendimiento. “Socialmente las personas con discapacidad siguen siendo entendidas como débiles. Sin negar que puede haber ciertas limitaciones o que haya algunas patologías que tienen mayor sensibilidad u otras necesidades, esto genera la noción de que entrenamos menos”, afirma.
Moreno: quién es Nadia Báez
Con 33 años, Nadia se recibió de Licenciada en Psicología, está casada con Diego y tiene un pequeño hijo que se llama León. Perdió la visión por completo cuando tenía solo 14 años, pero eso no la detuvo: la mujer es nadadora profesional y a lo largo de su carrera lleva ganadas numerosas medallas que la consagraron como una deportista de élite.
Su infancia transcurrió en Moreno entre quimioterapias y médicos a causa de un retinoblastoma bilateral, un cáncer ocular que afecta en gran medida a niños. A lo largo de su vida Nadia aprendió a escribir en braille, usar el bastón y a manejarse sola con total soltura. Si bien le costaba integrarse, la joven cuenta que formó un grupo de amigos ciegos con quienes logró conectar.
“Yo sentía que era una carga para mis compañeros que me tenían que dictar todo el tiempo, y me costaba integrarme en los juegos, era muy cerrada. Y también, algo que de grande entendí, es que los niños que han tenido cáncer, de chicos tienen madurez, están más adelantados, porque están siempre en contacto con los médicos y tratamientos”, recuerda.
Su amor por la natación
A medida que iba creciendo, Nadia conoció la natación y sus ganas de mejorar nunca se detuvieron. Lo que al principio comenzó como un hobby terminó siendo una práctica profesional. Su primera competencia fue en los Juegos Parapanamericanos de 2007 de Río de Janeiro. Allí recibió su primera medalla de bronce en los 100 metros estilo libre, y la medalla de plata en los 100 metros estilo espalda.
Años después, en el 2010, consiguió la medalla de plata en el Mundial de Eindhoven en los 100 metros de pecho mientras que, dos años después, ganó la medalla de bronce en los juegos paralímpicos de Londres. Su recorrido continuó con otra de plata en el 2013 y con el bronce en el mundial de Escocia en 2015. Ahora se le agrega una más, pero en Londres.
“En algún aspecto estoy orgullosa de lo que soy, la gente me dice ‘qué difícil es andar por la calle’, y al contrario, no tengo tanta dificultad, si todo fuera fácil sería aburrido. Uno aprende a vivir con eso. Hay que buscar distintas experiencias y buscar el lado positivo de lo que me tocó, quizás si no hubiera tenido esta enfermedad no tendría una carrera, un deporte y una familia”, cerró Nadia en dialogo con Big Bang.
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