Locura y terror en el Río de la Plata: qué hay detrás del doble crimen en el barco petrolero

El llamado, desde un barco que estaba fondeado en el Río de la Plata cerca de la costa de Ensenada, estremece. La frialdad con la que llama por radio a la Prefectura para denunciar la masacre que él mismo había perpetrado bien justifica el mote de “Loco” con el que se lo conoce. Es el marino que asesinó a balazos a las dos autoridades del buque petrolero en el que trabajaba, quien se entregó a las autoridades federales y quedó a disposición de la Justicia.

“El Capitán y el Primer Oficial están muertos, los maté yo y me voy a entregar. Así que quiero que venga un guarda costa y me arreste, ya está. Tan sencillo como eso”, narró Carlos Lima, de 52 años, la escena demencial que había generado en el buque tanque Ayane, donde se encontraba el agresor.

Lima, quien en el barco se desempeñaba como Tercer Oficial de Cubierta, les vació el cargador de un revólver al Capitán, identificado como Alejandro García (39 años); y al Primer Oficial, de nombre Juan Alfonso Pegasano (48). La tragedia se produjo en las últimas horas del viernes.

La reconstrucción de los investigadores de semejante tragedia, en base a los testimonios de quienes estaban en el barco, hablan de un posible brote psicótico del agresor generado por una discusión entre los tres involucrados en la cubierta del Ayane. Sólo tenía problemas con García y Pegasano, quienes se habían embarcado ayer mismo (era el día de relevo), tanto que el resto de la tripulación resultó ilesa.

La masacre en el Río de la Plata: cadena de llamados

La presunta discusión que desencadenó el horror se dio después de la hora de la cena. Y cerca de las 22.30, Prefectura de Ensenada recibió el primer llamado. “Tenemos dos tripulantes muertos a bordo a mano de otro tripulante con arma de fuego. Necesitamos asistencia urgente”, se lo escuchó decir al marino Lima en un primer audio.

Y cuando el prefecto le pidió más precisiones, detalló que las personas atacadas eran sus superiores y que él había cometido el hecho con una frialdad que sorprende.

La tragedia ocurrió en una zona de fondeo de barcos frente a La Plata, a unas dos millas de la costa. El personal de Prefectura llegó al lugar a bordo del guardacostas Cabo Corrientes, que navegaba cerca del lugar donde había sucedido el hecho, alrededor de las 0.30 de este sábado, mientras se mantenía la comunicación con el buque. Lo hicieron con extremo cuidado porque ignoraban la situación del agresor, más allá de que había anticipado su voluntad de entregarse.

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Tampoco se confiaron del llamado a la Estación Costera realizado casi en paralelo por otro tripulante del buque, el que pedía apoyo urgente y decía tener inmovilizado al agresor, aunque ignoraba si aún poseía el arma de fuego. De todos modos, luego se supo que Lima había tirado el revólver al agua por la cubierta.

El Capitán del Guardacostas GC-73 recién pudo abordar el buque a las 1:40: se encontró con los cuerpos de las víctimas en un pasillo del barco; ambos estaban vestidos con bermudas. Este mismo sábado se les estaba realizando la autopsia.

El caso es investigado por el Juzgado Federal Número 3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak; y fue la Secretaría Número 9, de Yamila Abdelcader, quien ordenó la detención del presunto homicida apodado como el “El loco Lima” por sus propios compañeros.

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Incluso, varios de ellos -de acuerdo a los antecedentes de violencia y desequilibrio emocional que presentaba- no entienden cómo el marino podía superar anualmente los exámenes psicológicos que les exigen para poder trabajar.

El doble crimen: antecedentes del Loco Lima

Carlos Lima consiguió embarcarse en la Marina Mercante sin que tuvieran en cuenta que lo habían exonerado de la Policía Bonaerense y que, además, ya tenía una condena por haber tiroteado a un City Bell, por la que salió casi enseguida en libertad condicional.

Se recibió de oficial de radio a fines de 1991, en la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano. Cuando la reglamentación hizo que los radios ya no fueran necesarios a bordo de los buques, pasó a ser oficial de cubierta en 2004 y en paralelo trabajó como oficial en la Policía Bonaerense, que lo cesanteó en 2007 por un episodio demencial.

En su barrio se había hecho conocido como el Loco del Pavimento, a partir de un hecho increíble. Ocurrió el 2 de junio de 2008, en las calles 134 y 472. Esa noche, cerca de las 22.30, Lima rompía a mazazos el pavimento de la calle para evitar que se acumulara el agua del desagote de su lavarropas.

Al advertir lo que sucedía, un hombre fue a pedirle explicaciones. Tras mantener una acalorada discusión, Lima extrajo una pistola 9 milímetros y efectuó al menos seis disparos contra su vecino, quien cayó al piso gravemente herido. De acuerdo a los primeros peritajes, Lima abrió fuego a menos de un metro y medio de distancia y los testigos aseguraron que fue “como si lo ejecutara”.

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La víctima recibió un balazo en la pierna izquierda, dos en la columna, uno en el abdomen que le afectó el intestino y dos en el brazo izquierdo, por lo que fue trasladado al Hospital San Roque de Gonnet, donde los médicos lo operaron de urgencia.

En tanto, tras haber baleado al vecino, el ex policía se atrincheró en su casa y también les disparó a los policías que intentaban que depusiera su actitud agresiva y ofensiva. De inmediato, los efectivos pidieron apoyo al Grupo Halcón, por lo que se cerraron las calles cercanas y se montó un operativo, al cual se lo convocó al fiscal de turno de La Plata. Tras más de una hora de negociación, decidió entregarse.