Quién es Juan Cruz Real, el DT que suena para Independiente: sus destinos exóticos y la frase de Menotti que lo marcó
Jugó en el Rojo y es hincha fanático, aunque muchos no recuerden su paso por el club. Qué fue de su vida como futbolista y como entrenador, rol en el que ya ha sido campeón. Puede ser asumir en medio de la profunda crisis.
Aunque muchos hincha no lo recuerden, Juan Cruz Real (46) tiene muy presente su fugaz etapa como futbolista de Independiente. Quizás, la más importante de toda su carrera. Fue en la temporada 1995-1996, donde debutó como profesional y jugó sólo ocho partidos.
Las figuras de aquella época opacaron esa buena sensación que había despertado con su aparición. Hoy, casi 30 años después, suena para volver al Rojo como técnico en medio de una profunda crisis dirigencial y deportiva.
Juan Cruz Real nació en Tandil el 8 de octubre de 1976. Su carrera lo llevó por clubes como Deportivo Español, Arsenal, Millonarios de Colombia, Independiente Rivadavia de Mendoza, Brown de Arrecifes, Unión San Felipe de Chile y otros destinos más exóticos: en 2002 jugó en el Roulado de Haití, donde hizo 7 goles en 11 partidos. Su carrera la terminó en Canadá: entre 2004 y 2009 jugó en el Brampton Hitmen, Hamilton Thunder y North York Argentina (hoy Astros Vasas).
Juan Cruz Real y su paso por el fútbol de Haití
«El fútbol es el deporte número uno allá y también era el único medio de distracción para la gente. Cuando nosotros jugábamos en el estadio nacional, en la capital, se llenaba. La sociedad en sí es bastante convulsionada. Si bien los futbolistas vivíamos decentemente, creo que menos del uno por ciento vivía en condiciones buenas. Más allá de lo futbolístico fue una experiencia de vida por todo lo que vi en ese país», recordó sobre su paso por Haití.
Y agregó: «La gente que podía pagaba y miraba el partido desde el comienzo. La otra esperaba agarrotada y entraba gratis cuando a los treinta minutos abrían las puertas. En ese momento el estadio pasaba del 10 o 15 por ciento a estar completamente lleno. Recuerdo haber visto un partido de la selección de Haití contra Cuba que no se cobró entrada y se quedaron muchas personas afuera. En otros equipos, fuera de Puerto Príncipe, que es la capital, siempre tenían pase libre».
Además, reflexionó: «Me acuerdo que tenían tres horas al día electricidad y en otras zonas ni eso. Veías las calles alumbradas por velas. Es muy duro. Mucha gente acostumbrada a vivir ahí, en la calle. Algunos se colgaban de los árboles para bajar frutos porque no tenían otra cosa… Ver eso te lleva a replantearte la vida de un modo distinto».
De su formación como DT en Canadá a ser campeón en Colombia
En Canadá, tras su retiro, se quedó a vivir en Toronto y condujo escuelas de fútbol en aquel país. «Hay un poder económico para armar cosas de alto nivel. Para mí fue una experiencia muy fructífera entrenar en la formación pensando que luego se dio mi incursión con futbolistas profesionales. Trabajé en buenas instalaciones con chicos que tienen otras deficiencias desde lo técnico, que le faltan el potrero nuestro y no manejan la pasión por el fútbol como los argentinos, pero sí muy aplicados», analizó.
Después de haber sido director deportivo en clubes canadienses, su primera experiencia como entrenador fue en 2015 en Costa Rica, donde dirigió al Deportivo Belén por sólo cuatro partidos. Luego estuvo al frente de Estudiantes de Mérida, en Venezuela, pero por nueve encuentros y de allí fue a Colombia, donde pudo explotar su rol.
Luego de un año en Alianza Petrolera y seis meses en Jaguares de Córdoba, Juan Cruz Real asumió en el América de Cali donde dirigió 47 partidos y fue campeón de la liga. «Es un torneo muy equilibrado, donde más allá que los equipos tradicionales tienen la obligación de clasificar a los playoffs, no hay diferencias entre el primero y el último. Se dan encuentros muy parejos».
Y remarcó: «Además, se da la particularidad de la geografía. Uno puede pasar de jugar a 40° con una humedad del 80 por ciento a la siguiente hacerlo a 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar. Es una dificultad extra que hace que el campeonato sea muy exigente».
Luego tuvo un paso por Junior de Barranquilla, donde tuvo a futbolistas destacados como Carlos Bacca, Sebastián Viera o Luis «Cariaco» González, pero su ciclo se terminó por malos resultados en septiembre de 2022, momento desde el que no ha vuelto a dirigir.
Su amor por Independiente
A Juan Cruz Real se le iluminan los ojos al hablar de Independiente. «De chico crecí viéndolo jugar la Copa Libertadores y ser campeón del mundo cuando tenía ocho años porque soy del Rojo por familia. Viví como un hincha más la final con Huracán (Independiente se consagró campeón del Torneo Clausura de 1994 tras golear por 4 a 0 al Globo en la última jornada) jugando en reserva con posibilidades de debutar», le dijo a Olé en una entrevista hace poco más de dos años.
Y contó que el descenso lo vivió con angustia cuando dirigía juveniles en Canadá. «Los últimos partidos no los quise ni mirar porque era una situación extrema. Sí estuve pendiente de los resultados. Cuando jugamos con San Lorenzo estaba dirigiendo un partido de fútbol juvenil con la cabeza en mi trabajo y también en esta situación. Luego me enteré de lo que había pasado y no fue una noche grata. Sí vi el aliento de las hinchada por las redes que fue espectacular y no me sorprendió porque lo viví en el club».
En su etapa como jugador, fue dirigido por César Luis Menotti y confesó que estar bajo sus órdenes le enseñó mucho y lo marcó. «Hay una frase que dijo en un entrenamiento que me quedó para siempre grabada: ‘De la duda no hay retorno’. Hasta hoy la tengo muy presente y la aplico como entrenador y en mi vida personal. Significa que uno tiene que tomar decisiones y que si se equivoca puede entender el error y corregirlo. En cambio, cuando uno se queda en la duda te queda una sensación muy mala».
Juan Cruz Real aseguró que del «Flaco» forjó su estilo como entrenador. «Yo busco que mis equipos sean protagonistas mediante el control de la pelota en el campo rival y que creen situaciones de gol permanentemente. Ganar por aciertos propios y no por el error rival», manifestó. Y, desde ya hace unos años, había aclarado que se sentía capacitado para dirigir a la institución de Avellaneda.
«Lo sueño y tengo mucha confianza en que en algún momento, en el mediano plazo, podré hacerlo. Dirigir a América de Cali creo que demostró que puedo conducir un equipo grande, que sabré afrontar las cosas cuando se presente la oportunidad de dirigir a Independiente. Seguramente tendré el plus de conocer la institución de adentro y el gusto del hincha», cerró. Hoy, en medio de la crisis que vive el club, su regreso a Avellaneda aparece como una posibilidad.