La tentación que hizo caer al líder de la banda que asaltó a la esposa de Bebe Contepomi

César «El Gordo» Vega estuvo más de un mes prófugo de la justicia tras el robo a mano armada a María Florencia Cardarelli, la esposa del periodista Bebe Contepomi. Está señalado como el líder de la banda que la sorprendió frente a su casa de Boulogne, en San Isidro, para quitarle la camioneta el pasado 16 de diciembre.

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Vega cayó este martes por la mañana luego de arduas tareas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro para seguir sus pasos.

«Fueron varias semanas de seguimiento. No fue fácil porque cambiaba permanentemente de lugar y de teléfono. Estaba en movimiento constante. Tuvimos que intervenir varios de sus celulares, el de su novia embarazada y montar guardias en los domicilios vinculados a él», explicó una fuente de la investigación, que estuvo a cargo de un equipo de cuatro fiscales comandado por el fiscal general de San Isidro, Patricio Ferrari.

En el asalto a Cardarelli, se pudo ver que los delincuentes se desplazaban en un automóvil Peugeot 308 blanco: dos bajaron para abordar a la víctima y uno continuó conduciéndolo. Luego de escapar del lugar, tanto la camioneta de la mujer del periodista como ese auto fueron abandonados. En el Peugeot 308, la Policía Científica pudo detectar una huella digital que, tras cotejarla con la base de datos, arrojó el dato de que pertenecía a Vega.

El ladrón había recuperado la libertad hacía sólo tres meses luego de cuatro años preso en una cárcel de Campana tras ser condenado por narcotráfico en 2017.

Ya identificado, comenzó el trabajo para atraparlo. Lo esperaron en su casa de Pilar donde vivía con su novia embarazada, pero nunca apareció por allí. Iba cambiando de casa y de teléfono celular para evitar ser detectado.

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Aunque tomaba todos los recaudos para no ser detenido, la Policía detectó que la señal de uno de los teléfonos celulares que utilizaba Vega impactaba una vez por semana en una antena de la Autopista Panamericana y Ruta 202, aunque la ubicación podía estar en un radio de tres kilómetros a la redonda.

El último sábado 22 de enero a las 0.30, la señal del celular de Vega y el de su novia coincidieron allí. En la zona hay tres hoteles alojamiento y el conserje de uno de ellos les confirmó a los agentes que la pareja que buscaban se había ido diez minutos antes. Así pudieron constatar que el prófugo estaba cerca y era cuestión de tiempo para atraparlo.

Este martes 25 de enero por la mañana llegó un llamado telefónico al celular de la novia de Vega, que estaba «pinchado» por los investigadores. Era el chofer de una aplicación de viajes que le decía que estaba llegando. Rápidamente, la Fiscalía General de San Isidro envió un oficio a la empresa de viajes para que informe el destino del trayecto solicitado y si había una dirección que se repetía. De esa forma establecieron que iba a un domicilio ubicado en la calle Belgrano al 4000, en la localidad de Villa Lynch, en San Martín.

Aunque agentes de la DDI de San Isidro se acercaron a esa cuadra para esperar a la mujer, ella en realidad ingresaba otra dirección en la aplicación y luego caminaba algunos metros. Pese a esa maniobra distractoria, terminaron localizando la casa a la que se dirigía: estaba en la calle Belgrano 4763.

Allí irrumpió la Policía y hallaron a Vega junto a un cómplice y las mujeres de ambos contando y repartiendo dinero. Había $1.250.000 entre pesos y dólares. Los dos hombres fueron detenidos: el cómplice sería el otro delincuente que aparece en la filmación del robo a Cardarelli.

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Además del dinero, Vega tenía una pistola y un DNI apócrifo con su foto y el nombre de un familiar suyo. Los investigadores creen que desde el 1º de enero hizo viajes a Chubut, Río Negro, La Pampa y Santa Fe, donde habría cometido otros asaltos. En total, lo acusan de robar 57 camionetas (todas iguales en marca y modelo) en el Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires.