La bancaria asesinada en Ciudadela guardó en un pendrive 5 años de pruebas contra su ex
Marcela Rota apareció muerta de un tiro dentro de su auto hace poco más de un mes. Al ex marido lo detuvieron por violencia de género, pero tiene una coartada que lo aleja de la escena del crimen. La hija de ambos declarará en cámara Gesell.
Marcela Verónica Rota estaba a punto de cumplir 44 años cuando fue asesinada de un disparo en el pecho hace poco más de un mes en Ciudadela mientras circulaba con su auto para ir a buscar a su hija a la casa de sus padres. Aunque cada vez tiene menos fuerza la hipótesis inicial de un robo que terminó mal, su homicida todavía permanece prófugo y día a día van apareciendo nuevas pautas que indicarían que se trató de un femicidio.
En las últimas horas trascendió que la mujer había guardado pruebas durante cinco años contra Santiago Nicolini, su ex pareja, en un pendrive que dejó a personas de su confianza el 28 de mayo, es decir, unos días antes de su muerte, y cuya información también subió a la nube por si algo malo le pasaba.
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El hombre finalmente fue detenido cuando se encontraba en una embarcación ubicada en el muelle del barrio Marinas Golf del partido de Tigre, lugar en el que vivía. Aunque es el principal sospechoso por el crimen, lo que volvería al hecho un femicidio, cuenta con una coartada que lo aleja del lugar del asesinato ocurrido el 10 de junio en avenida Díaz Vélez y y González Castillo, Ciudadela.
Se trata de un cirujano plástico de 46 años que tiene tres causas iniciadas en la Justicia Civil por incumplimiento de las responsabilidades parentales de la hija que ambos tenían en común y, pese a que todavía no está imputado por el homicidio de su ex esposa, la prueba era tanta que sí se lo acusó por lesiones y amenazas en contexto de violencia de género. Según se dio a conocer, esos hechos habrían ocurrido entre 2018 y el año pasado.
El fiscal Ignacio Correa, de la fiscalía N° 5 de San Martín, pidió la detención de Nicolini luego de tomar testimonio a integrantes del entorno de Marcela Rota y de peritar el pendrive y otros elementos de la causa. A diez días del crimen fue capturado por “lesiones y amenazas coactivas”.
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Al allanar su casa y su consultorio, ubicado en Recoleta, Capital Federal, se le incautó un rifle de aire comprimido con silenciador y municiones, y varios dispositivos electrónicos que todavía están siendo peritados. También se dio a conocer que las próximas medidas serán el entrecruzamiento de llamadas del día del crimen y la realización de una entrevista en cámara Gesell a la hija de la pareja, de 8 años de edad. Nicolini, por su parte, se negó a declarar.
Cómo fue el crimen en Ciudadela
Marcela Rota vivía con su hija en Ramos Mejía y también trabajaba en un country de Ituzaingó. Trabajaba hace más de dos décadas en el sistema bancario, como empleada de conocidas empresas, y había armado una propia dedicada al negocio inmobiliario.
La noche de su muerte, personal de la comisaría 2 de Ciudadela la encontró al borde de la muerte a bordo de un Volkswagen Bora. Un hombre había visto la escena y alertó a los efectivos. Aunque Marcela fue trasladada de urgencia al Hospital Carrillo por una ambulancia, allí no pudieron salvarla.
Según consta en la causa, la víctima fue interceptada por un tirador que metió el arma por la hendija de la ventanilla del auto y le disparó en el pecho. Logró manejar algunos metros hasta que el vehículo se detuvo contra el frente de una casa.
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Aunque la primera hipótesis hablaba de un robo, dentro del vehículo estaban la cartera, billetera y celular de Rota. También las compras que había realizado minutos antes. El revólver calibre .32 con el que se cometió el crimen fue encontrado a pocos metros de donde ocurrió el ataque, en el cruce de Rafael y Ambrosio de Fazio. El arma tenía en el tambor cuatro municiones intactas y una vaina servida.