Fitito con DNI: cómo es la singular iniciativa con centro en Caseros para registrar los Fiat 600 de todo el país
La movida cuenta con el apoyo de la empresa Fiat y la Comuna de Tres de Febrero. Para obtener el documento oficial, los propietarios de todo el país deben reunir ciertos requisitos. Cómo hacer para iniciar el trámite.
El Museo del Fitito, un ícono absoluto de Caseros y de Tres de Febrero, se apresta para juna idea que va a seducir a los fanáticos del Fiat 600. Es que en el edificio de Murias y Alberdi (el playón da justo a la estación de tren de la línea San Martín) tuvieron una idea fuiera de serie: que cada vehículo tenga su DNI.
Así, desde el museo lanzaron el Documento Nacional del Fitito (DNF), una credencial física para que toda persona propietaria de una de estas joyas de la industria automotriz pueda acreditar la propiedad del auto más popular de nuestro país y, además, ingresar formalmente a la comunidad de fititeros.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la empresa Fiat y la colaboración de «Reunidos por el 600», un grupo de fanáticos que se encargará, junto al Municipio de Tres de Febrero, de entregar las credenciales y que lleguen a particulares y clubes en cualquier parte del país.
Para obtener el DNF hay que llenar un formulario. Para ver los requisitos, llenar el formulario y luego recibir la respectiva credencial se puede ingresar al siguiente link.
El museo abre de miércoles a domingo de 10 a 16 y tiene entrada gratuita. Para participar de las visitas guiadas -que duran aproximadamente 45 minutos y se realizan hasta para 20 personas por tanda. Al finalizar el recorrido los visitantes pueden dejar en un sitio muy especial sus palabras para que terminen formando parte de la historia del Museo.
Por otro lado, se les ofrece a todos aquellos que tengan algún Fiat 600 para exponer tengan la posibilidad de hacerlo durante aproximadamente 15 días.
El Museo del Fitito por dentro, con los Fiat 600 más increíbles
Desde ya, lo más impactante cuando uno ingresa al Museo es el esplendor de los vehículos. Fititos con más de 30, 40 o 50 años de la misma manera (o incluso mejorados) que al momento de su fabricación. Tanto es así que no solo es visitado por vecinos de la zona y alrededores, sino por fanáticos de todo el país y de otros países.
De la misma manera lo hacen todos los fanáticos que aportan vehículos, piezas y distinto material al establecimiento, con el fin de compartir la historia del símbolo automovilístico que tanto adoran.
En ese sentido, Mabel Díaz, guía del Museo donde el Fiat 600 brilla de miércoles a domingo de 10 a 15.30, cuenta los casos de un chico de seis años que pidió un cumpleaños temático de Fitito o el de un adolescente de 14 que conoce a la perfección la historia del vehículo, su mecánica y cualquier cosa que se pueda imaginar. «Es un auto que contiene miles de anécdotas. Hizo muy feliz a cientos de personas y creo que es de los vehículos que más sentimientos despiertan», agrega Díaz.
Los más nostálgicos podrán encontrar placas repletas de historia, revistas de la época (hay hasta un ejemplar de «Las Travesías de Fitito, mítica historieta argentina de los años 70), imágenes de la ex fábrica de Caseros -que llegó a producir 300.000 Fititos-, documentos, visitas guiadas y una didáctica línea de tiempo en la que se puede conocer toda la historia del «bolita».
Pero no todo son Fiat para la exhibición, documentos, revistas y hasta uniformes de los obreros que prestaron servicios en la Fábrica de Caseros, que dejó de fabricar el mítico auto en 1982. El Museo también cuenta con un simulador armado con el frente de un Fiat 600 original. Es así que a través de la «Experiencia Fitito», los visitantes pueden subirse al vehículo y conducirlo en una carrera virtual.
Además, en el exterior del museo hay juegos temáticos para que puedan disfrutar los más chicos. Todo está pensado para que los que aman la mística del Fiat 600 salgan maravillados. Y para que los que nunca la sintieron, empiecen a conocerla en una salida distinta e inmersiva.
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