Fabián Tablado, el femicida de las 113 puñaladas de Tigre, fue denunciado por violencia de género
Estaba viviendo con su novia en Córdoba, donde vecinos escucharon gritos y llamaron a la Policía. La Justicia dispuso una orden de restricción. «Un psicópata no se cura», declaró el papá de Carolina Aló, la joven asesinada en 1996.
Fabián Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló en Tigre y que en diciembre pasado se mudó a la casa de una nueva novia en la localidad cordobesa de Bell Ville, fue excluido de ese hogar tras ser denunciado por violencia de género.
La presentación judicial fue realizada el viernes pasado no por la pareja del hombre de 46 años, sino por vecinos de la mujer que aseguraron haber escuchado una «fuerte discusión», por lo que se tomó como medida cautelar excluirlo de la vivienda y alojarlo en un hotel de la zona.
«La Policía arribó a la casa y fue atendida por la chica. La joven reconoció que había habido una discusión, pero negó ante los uniformados una situación de violencia de género y que ella estuviera en peligro», confió a Télam una fuente judicial.
Voceros también precisaron que en el caso intervino inicialmente la Fiscalía de 1ra. Nominación de Bell Ville, a cargo de Nicolás Gambini, quien ante la denuncia de los vecinos, a pesar de los dichos de la joven y ante la posibilidad de que estuviera en riesgo, dispuso excluir del hogar a Tablado y llevarlo a un hotel.
Luego, el caso fue derivado a la jueza Noelia Azcona, del Juzgado de Niñez, Juventud, Violencia Familia y de Género de la ciudad de Bell Ville, quien sumó una restricción de acercamiento de Tablado a la joven y además asignó una custodia policial en el domicilio.
De acuerdo con lo que se detalló, la jueza citará en los próximos días a la joven para volver a preguntarle por lo sucedido y para saber si va a instar o no la acción penal, ya que, al tratarse de un delito de instancia privada, si la presunta víctima no denuncia, no puede impulsarse la causa.
A pesar de que Tablado ya cumplió todas sus condenas en causas penales, el Juzgado de Familia 5 de Tigre lo monitorea con tobillera electrónica para que cumpla la prohibición de acercamiento que se le impuso con Edgardo Aló, papá de Carolina.
Desde el juzgado se ordenó preguntarle a la Subdirección de Supervisión Electrónica de la Dirección de Violencia de Género dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), a cargo del control de los dispositivos de monitoreo, si en caso de efectivizarse el cambio de domicilio a San Clemente, resulta factible la aplicación de los protocolos.
El 15 de diciembre pasado, Tablado recuperó su libertad al salir de la Unidad 46 del Complejo Penitenciario San Martín, tras cumplir un año de prisión efectiva luego de ser condenado en un juicio por dos hechos de «desobediencia», por haber violado en 2020 dos perimetrales que tenía con sus hijas mellizas y con Aló padre.
Ese mismo día, viajó a Bell Ville para mudarse a la casa de su nueva novia cordobesa, a quien solo había conocido por redes sociales.
Tigre: cómo fue el brutal crimen de las 113 puñaladas
Cuando tenía 20 años, Tablado fue protagonista de uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina cuando el 27 de mayo de 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló (17) en su casa de la calle Albarellos 348, en Tigre.
Dos años después fue condenado por la Justicia de San Isidro a 24 años de prisión por «homicidio simple» y en 2013 sumó y una segunda condena por amenazar a su ex mujer (con quien se había casado en la cárcel) y su ex suegra, y se le unificó una pena única de 26 años y seis meses que debía agotarse a fines de 2022.
Por el beneficio de la derogada Ley del «2×1» y los cursos que hizo en prisión como «estímulo educativo», el cómputo de la condena se le redujo y la pena se le dio por concluida el 28 de febrero de 2020, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana y se fue a vivir a la misma casa de Tigre donde cometió el femicidio, tras lo cual violó las perimetrales que lo llevaron un año más a prisión.
Edgardo, el papá la adolescente asesinada por Tablado, aseguró este lunes que no le sorprende la nueva denuncia por violencia de género contra el homicida de su hija. «En realidad, no me sorprende la noticia de hoy. Todo era cuestión de tiempo», dijo Aló a Télam.
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«Espero que esto concientice a los jueces. Un psicópata no se cura. Nace y muere psicópata», opinó. «Ojalá se juzgue a los jueces que liberan asesinos gratuitamente más allá de la letra fría de un código, y se hagan responsables por dejarlos libres y de las muertes que ellos provocan», agregó el vecino de Tigre.
Luego, afirmó que «Tablado es un femicida que tendría que estar preso con reclusión perpetua más accesoria por tiempo indeterminado y la corrupción le dio el boleto equivocado a riesgo de más muertes estando libre». «La sociedad no perdona. Sin olvido ni perdón», concluyó el papá de la víctima asesinada hace 26 años.
El pedido de Tablado para dejar Córdoba
En paralelo, otras fuentes judiciales destacaron que Tablado ya había pedido hace dos semanas ante el Juzgado de Familia 5 de Tigre permiso para cambiar su domicilio y mudarse a partir del 13 de agosto a una vivienda de su familia ubicada en San Clemente del Tuyú, en el bonaerense Partido de la Costa.
«En esa localidad con la ayuda de mis padres podré desarrollarme y continuar de reinsertarme socialmente con expectativas laborales, ya que con la colocación de la pulsera electrónica que aún llevo colocada, se hace difícil mi independencia económica y reinserción laboral», dijo Tablado en su petición al Juzgado de Tigre.
Además, en ese escrito, el femicida ya le adelantaba al juzgado que no iba a volver a Córdoba, por lo que se infiere que la relación podía estar terminada. «No está prevista la fecha de regreso a la localidad de Bell Ville, provincia de Córdoba, dado la necesidad de cambiar el domicilio real al arriba indicado», señaló en la presentación.
Sobre su arribo a San Clemente del Tuyú, Tablado explicó que «durante los primeros días de estadía» será acompañado por su madre, María Esther Gallardo, quien, según explica, estuvo «en todo momento siendo un sostén importante para el proceso de reinserción social».
Y por último, agregó: «Hago saber que con el domicilio en la localidad (de San Clemente), estoy mucho más cerca de los afectos familiares, como así también de la asistencia y ayuda familiar que todo este proceso llevara a cabo, por lo que es mi deseo quedarme a vivir allí».