Se entregó el violento dueño del caniche que golpeó al veterinario de Morón: qué dijo la víctima

Finalmente, luego de figurar formalmente como prófugo, el violento dueño del caniche que agredió salvajemente al veterinario de Morón se entregó ante la Justicia. Cristian Javier Sosa (52) se presentó en las últimas horas de este miércoles en la Comisaría 3ra de Castelar sur y quedó detenido acusado por el delito de lesiones graves. Por su parte, la víctima de la golpiza, Claudio Burgarella, se mostró “satisfecho” al conocer la noticia.

Sosa ya había sido aprehendido luego del violento episodio, aunque rápidamente lo habían liberado por decisión de la jueza de Garantías, Marianella Tschiffely. La magistrada consideró a priori que no ameritaba su detención, aunque sí dispuso una restricción perimetral de acercamiento del agresor al profesional. Pero luego se supo que el agresor tenía antecedentes penales y, como consecuencia de ello, si recibe una pena el cumplimiento debe ser efectivo.

Ante este hecho, la Justicia ordenó su captura, aunque cuando la Policía fue a buscarlo no lo encontró. Lo rastrearon, incluso, en tres domicilios diferentes, pero no pudieron hallarlo. Por eso había sido declarado como “prófugo”. Finalmente, ante la presión policial y el consejo de su entorno, se entregó.

El testimonio del veterinario de Morón

“Estoy satisfecho. Esta persona, que tiene un frondoso prontuario delictivo, ya está detenida”, dijo Burgarella en declaraciones a El Trece. Y contó que todavía sufre las consecuencias de la golpiza: no puede alimentarse normalmente y sigue con secuelas, como la falta de sensibilidad del lado izquierdo de la cara. Eso es porque tuvo una fractura de mandíbula y un politraumatismo de cráneo, con una lesión grave en su ojo izquierdo incluida.

Los antecedentes penales de Sosa, en tanto, son de condenas previas por robo, lesiones, tenencia ilegal de arma de guerra y robo calificado por el uso de arma. Ahora deberá sumar esta nueva causa y esperar el fallo de la Justicia para conocer si finalmente va a prisión.

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El origen de toda la locura fue cuando el hombre que vive en Castelar llevó su caniche a la veterinaria ADAP, ubicada en la calle Hipólito Yrigoyen al 900, en Morón, para un servicio de baño y peluquería. Cuando se la devolvieron, la mascota tenía una herida que había sido suturada, y unas horas más tarde murió.

La locura del violento que ahora se entregó

Ante la situación, el dueño de la mascota se presentó en la veterinaria junto con su pareja, una abogada de 62 años, para pedir explicaciones, pero todo se salió de control cuando terminó agrediendo salvajemente a Burgarella, quien debió ser internado en el Hospital de Haedo luego de que la Policía interviniera para frenar la pelea.

“Cuando les abrió la puerta para que pasen a la oficina, lo empujaron, le tiraron los anteojos y lo empezaron a golpear. Nosotros escuchamos el golpe desde la otra oficina y cuando fuimos, vimos que él estaba tirado inconsciente”, contó una empleada de la veterinaria. Y dijo que “ellos mismos quisieron salir pero cerramos la puerta y quedaron en la sala de espera. Esta veterinaria funciona desde hace 30 años y nunca vivimos algo similar”.

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Por su parte, la dueña del establecimiento precisó que “el animal fue atendido cuatro días en la veterinaria por un cuadro complicado. Luego le fue devuelto con una herida suturada y falleció. De muy mal modo, Sosa pidió hablar con el veterinario. Aseguró que si no le daban los datos del veterinario iba a venir al lugar a romper todo”.

En repudio por el hecho, durante el día de ayer todas las veterinarias de la provincia de Buenos Aires estuvieron cerradas “para visibilizar la violencia sufrida diariamente por el sector”. La iniciativa fue lanzada por la Asamblea de Círculos Veterinarios provincial bajo el lema “Basta de violencia hacia los colegas veterinarios”.