El desconsuelo de los hijos del taxista asesinado en Boedo al ser arrastrado en el capot del auto

La imágenes del crimen del taxista en la Ciudad de Buenos Aires, conmueven. Timoteo Tintilay tenía 61 años y el último sábado por la mañana quiso evitar que un joven delincuente le robara su auto, su única herramienta de trabajo. Se subió al capó y el ladrón condujo con él encima hasta chocar con otro vehículo y hacerlo volar por los aires. Terminó falleciendo producto de las graves heridas.

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Sus hijos Lucas y Graciela hablaron con la prensa en la mañana del lunes y manifestaron su enfático pedido de justicia, al tiempo que agradecieron la difusión del episodio y pidieron espacio para poder despedir a su padre. «Queremos que la familia y amigos estén tranquilos y podamos despedirlo en paz», dijo Lucas.

Graciela, por su parte, se expresó con angustia. «Mi papá solo fue a trabajar y encontró esta tragedia. La familia está muy destruida, no podemos creer lo que pasó», remarcó en medio de la tristeza del velatorio del hombre, que según un amigo, también conmocionado, había sido «taxista toda su vida».

Cómo fue la secuencia que terminó con la vida del taxista

El último sábado, alrededor de las 11, Timoteo Tintilay se detuvo en avenida San Juan y Pichincha, en el barrio porteño de Boedo, para comprar en una panadería. Allí fue abordado por un delincuente que lo asaltó para robarle el auto. El trabajador, para evitarlo, se subió al capó y el ladrón arrancó y condujo a toda velocidad con la víctima encima.

Así manejó por 15 cuadras, hasta el cruce de la avenida Juan de Garay y Maza, donde chocó violentamente contra un Peugeot 206. El impacto hizo volar por los aires al taxista y se produjo un principio de incendio que fue apagado luego por los bomberos. El asaltante huyó corriendo y quiso robar una moto pero no logró encenderla: lo detuvieron policías de la Comisaría Vecinal 5B en Tarija al 4200.

Timoteo, por su parte, fue trasladado de urgencia al Hospital Penna donde falleció horas más tarde a raíz de un paro cardiorrespiratorio. El conductor del Peugeot 206 sufrió una herida cortante en la cabeza a raíz del choque, pero está estable.

El hecho fue caratulado como «homicidio» por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°7, tras conocerse la noticia de la muerte del taxista.

El delincuente tenía antecedentes pero estaba libre

Carlos Daniel Robledo, de 21 años, es el joven detenido por el crimen del taxista. Domiciliado en Villa Fiorito, en el sur del Conurbano, había sido arrestado el pasado 8 de diciembre en la esquina de Chacabuco y Adolfo Alsina, en el barrio porteño de Montserrat. Empujaba ese día una motocicleta Honda XR 250 que no era de su propiedad. El Juzgado Criminal y Correccional N°5, a cargo de Manuel Campos, ordenó su detención pero sólo pasó una noche en la Comisaría Vecinal 1D: el juez lo liberó 24 horas después.

En sus redes sociales publicaba mensajes que sugerían una vida al límite, con fotos en moto y frases como «vive la vida a lo loco que lo bueno dura poco» o «a veces arriba, a veces abajo, pero siempre para adelante tal y como me enseñó la vida».

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En 2018, algunos posteos daban a entender que estaba detenido. «Nada es para siempre, ya voy a volver», había escrito en noviembre de ese año y unos días más tarde expresó: «La vida da muchas vueltas. Puede ser que hoy no tengas nada y mañana puedes tenerlo todo…». En ese posteo, un contacto le comentó que «la caja no es para siempre amigo, pronta libertad, un abrazo».

Su último posteo había sido en febrero de 2021, cuando había escrito: «Esperando mi momento».