El Palomar: la conmovedora carta de despedida de su mujer a Pipi, asesinado tras una discusión de tránsito
El Julieta Iparraguirre (23) está embarazada y en las redes sociales le dedicó un sentido adiós a Juan Manuel «Pipi» Muñoz, el joven de 28 años que mataron de un tiro. «Quedate conmigo un ratito más», le escribió.
La absurda muerte de un joven asesinado tras una discusión de tránsito sigue generando conmoción en El Palomar. A Juan Manuel Muñoz (28) lo conocían como «Pipi» y según Sebastián Noval, su hermano mayor, «en el barrio todos lo querían».
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Fanático de la cumbia y del fútbol, era un apasionado por Racing e Ituzaingó. «Era feliz, era un pibe bárbaro», dijo con la voz temblorosa su hermano.
En sus ganas de vivir estaba la ilusión por el bebé que estaba esperando con Julieta Iparraguirre (23), su novia embarazada con quien había oficializado la relación el pasado 8 de enero. Además, ya tenía un hijo de 8 años fruto de una pareja anterior. Por ellos estaba dispuesto a trabajar incansablemente.
Plomero, pintor y jardinero; se desempeñaba durante el día en una obra en construcción y el último jueves en la madrugada volvía de la casa de la hermana de su pareja, donde había ido a darle una mano con un trabajo de pintura. Estaban por las calles Ingeniero Braian y Cacique Namuncurá, llegando a la casa de Julieta junto a ella y un amigo de él, cuando vieron un auto blanco frenar, retroceder y chocar una camioneta.
«Yo me fui corriendo hasta la entrada de mi casa», dijo la novia de Muñoz, que no la siguió porque decidió ir a reclamarle la maniobra al conductor. No sabía que lo esperaba un asesino. «Discutieron y el tipo se bajó del auto y le pegó un tiro. Yo vi cuando se bajó el chabón con el arma», contó Julieta.
La desgarradora despedida de la novia del joven asesinado en El Palomar
En el vacío del dolor por la irreparable pérdida, Julieta le dedicó una despedida a su Muñoz en redes sociales, donde le escribió: «Una parte de mi alma se va con vos, una parte de mi corazón quedó ahí. En ese cajón. Mi amor, tantas cosas que teníamos planeadas. Tantos proyectos. Me quedo con tu sonrisa y tus abrazos. Con tu amor incondicional y tu compañerismo. Gracias por aparecer en mi vida, me la cambiaste por completo».
Y agregó: «Quiero sacarte fotos cuando no estés mirando. Quiero observarte y decirte cuán lindo sos. Fui feliz, mi amor. Me hiciste feliz. El que te hizo esto va a pagar. Nos vamos a encargar. Vos descansa en paz, mi vida. Baila colombianos en el cielo y cuidanos desde arriba. Nos vamos a volver a encontrar. Y vamos a estar juntos por la eternidad».
Horas antes le había expresado: «Quedate conmigo un ratito más. Dame el último beso. Despertame y decime que fue una pesadilla. Decime que me amás y que soy hermosa una vez más, mi amor. Te voy a extrañar mucho. Siempre en mi corazón. SIEMPRE».
La pista que sigue la Justicia para juzgar al asesino
Luego de matar a Juan Manuel Muñoz, el asesino, que fue identificado como Daniel Adrián Cáceres, condujo hasta las calles 9 de Julio y Mariano Moreno, en la zona céntrica de Morón.
Alertados por lo sucedido, los policías de la Comisaría 6° en conjunto con los de otras seccionales terminaron localizando el Volkswagen Fox blanco en el que circulaba. Estaba chocado contra una casa, con la parte trasera abollada e incendiándose.
Cerca de allí, los efectivos observaron a dos jóvenes caminando a paso acelerado para alejarse de allí y metiéndose en una casa al ver la presencia del patrullero. Lo que llamó la atención es que uno de ellos rengueaba, aparentemente por alguna herida en una de sus piernas.
Se allanó de urgencia ese domicilio, a 150 metros de la esquina donde encontraron el auto, que tenía pedido de secuestro activo desde el día anterior: lo habían robado en Morón Sur, en la calle Humahuaca al 2000, poco antes del crimen en El Palomar. Se cree que el asesinato fue en plena fuga durante un raid delictivo.
Allí detuvieron al acusado junto a un menor de 16 que fue remitido a la Unidad Funcional de Instrucción de Responsabilidad Juvenil N°2 de la zona. Cáceres, por su parte, está acusado de ser quien disparó y mató a Muñoz.
En la tarde del jueves, el detenido se negó a declarar ante el fiscal Matías Rapazzo, de la UFI N°7 de Morón, y continuará tras las rejas. La causa está caratulada como homicidio pero una fuente consultada por Infobae mencionó que «por el momento hay que recolectar más pruebas contra Cáceres porque hasta ahora con lo que tenemos, será difícil que llegue a un juicio a condenatorio»
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Como el Volkswagen Fox en el que se desplazaba se incendió y no se lograron levantar huellas suyas de allí, hay dos instancias claves para la Justicia: una es hallar el arma que utilizó en el crimen.
La Policía ya se encuentra haciendo diligencias para seguir la pista sobre la que están los investigadores: «La pistola color plateada» con la que dijo que lo amenazaron la persona a la que Cáceres le robó el Volkswagen Fox horas antes de matar a Muñoz. Los testigos del crimen también hablaron sobre un arma con ese color. Hasta ahora no fue encontrada.
La otra es la rueda de reconocimiento que se hará la semana próxima entre los testigos del crimen y la víctima del robo previo para que reconozcan a Cáceres. Si lo reconocen, se podrá ratificar la acusación por ambos delitos y el destino del detenido será la prisión.