Chacarita sueña con volver a Primera: a 40 años de su ascenso más recordado y en una definición llena de violencia
El Funebrero es uno de los protagonistas de la exigente Primera Nacional con un equipo que tiene muchas chances de regresar a la elite. Como lo hizo en 1983, en un cuadrangular afectado por gravísimos incidentes.
Chacarita es un histórico del fútbol argentino. Fue uno de los primeros clubes denominados chicos en ser campeón, con su mítico título en 1969, y siempre mantuvo un duelo picante con los grandes de la ciudad de Buenos Aires. Ahora, sin tanta relevancia como antaño, sueña con volver al lugar de élite. Y aspira a hacerlo pronto…
Chacarita, un gran club de barrio
El Funebrero es una de las instituciones más tradicionales que nacieron en la ciudad de Buenos Aires: su fecha de fundación data del 1° de mayo de 1906, justamente en el barrio de Chacarita. Creado por simpatizantes del Partido Socialista, el Tricolor fue creciendo aunque no sin tropiezos: durante la década del 40, tras idas y vueltas, debió mudarse a San Martín.
Su nueva localidad lo recibió con los brazos abiertos y pese a mantener en la misma zona de nacimiento (entre Federico Lacroze y Teodoro García) la sede del club, Chacarita es hoy un ícono del Conurbano bonaerense. Chaca dejó la ciudad de Buenos Aires pero se llevó la enorme rivalidad con Atlanta, su clásico oponente: son dos clubes que nacieron pared de por medio hasta que uno de ellos logró hacerse más fuerte en la pelea territorial y el Funebrero se instaló en su actual espacio geográfico.
En Primera disputó 61 temporadas. Se trata de uno de los 20 clubes del país que más tiempo ha transcurrido en la élite. Su pico deportivo fue, sin dudas, en 1969: con un equipo inolvidable para sus hinchas, Chaca se quedó con el Metropolitano de ese año luego de derrotar en la final, en cancha de Racing, ni más ni menos que a River con un memorable y contundente 4-1.
El ascenso de 1983, un hito funebrero
En 1979, una década después de su gran Metropolitano, Chaca vio la otra cara de la moneda y volvió al Ascenso: descendió dos veces consecutivas, primero a la B (en el denominado “cuadrangular de la muerte” que disputó con Platense, Gimnasia y Atlanta) y luego a la C. Afortunadamente, su periplo en la tercera categoría fue de un solo un año. Y el regreso a la élite también fue meteórico…
En un país que recién volvía a la democracia, Chacarita también pudo festejar. El campeón del torneo de 1983 fue su archirrival, Atlanta. Pero el Funebrero logró clasificarse al Reducido por el segundo ascenso y allí se impuso a otros contrincantes conocidos.
Derrotó a Tigre, uno de sus clásicos actuales, en cuartos; a Deportivo Italiano en semi; y a Los Andes en una final que tuvo graves incidentes en las tribunas al cabo del segundo partido, en Lomas de Zamora. Aquella definición es recordada como de las más violentas en la historia del fútbol argentino.
Aquel plantel de Chacarita, dirigido por Juan Manuel Guerra, contaba con varias figuras que luego hicieron carrera en nuestro fútbol: el volante Ricardo Zielinski, más tarde DT de Belgrano, Racing, Estudiantes e Independiente entre los principales; el lateral Luis Ernesto Abramovich, de reconocido paso por Boca; el central Osvaldo Rubén Ingrao, quien continuó su campaña en Gimnasia LP y llegó a Independiente, y Osvaldo Salvador Escudero, que había surgido en el club y, tras ser campeón en el Xeneize con Diego Armando Maradona, volvió para lograr el ascenso.
El sueño de Chacarita
El presente del Funebrero es de total ilusión para su público. El equipo de San Martín marcha primero en el Grupo B de la segunda categoría del fútbol argentino y pretende lograr el ascenso, para cortar una ausencia en la élite desde 2010. Con 29 fechas ya disputadas, Chacarita aventaja a su perseguidor Deportivo Maipú, de Mendoza, por tres puntos, con cinco encuentros por jugarse.
En las últimas fechas, Chaca viene de racha: ganó cuatro al hilo. El rival de este domingo es Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en el Norte argentino, y el Funebrero confía en poder mantenerse en lo más alto de la tabla. Apenas sufrió dos derrotas en lo que va del año.
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En el camino del Funebrero después seguirán Quilmes (local), Brown de Adrogué (visitante), Estudiantes de Buenos Aires (local) y Atlético de Rafaela (visitante). El entrenador de este equipo que ilusiona a todo San Martín es Aníbal Biggeri. Y, si bien sabe que faltan cinco desafíos para el gran objetivo, también se permite destacar el presente.
“Lo que estamos haciendo ahora se valora. A Chacarita los últimos años no le ha ido bien y ahora todo es una fiesta. La gente sabe que nosotros vamos a dejar todo en cada partido y lo que hacemos es darle seriedad, trabajo y disfrutar de estas cosas lindas que nos están sucediendo”, apuntó el DT.
¿Tendrá el fútbol argentino el regreso de uno de sus históricos equipos? Todo Chacarita aspira a que el sueño se vuelva realidad…
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