La cafetería erótica de Quilmes que causa furor con sus provocativos waffles
Se trata de un comercio ubicado en la calle Lavalle 484, en pleno centro de la ciudad. Fue fundado por tres amigos que innovaron con un particular producto, que en la actualidad es el producto estrella de su menú.
Una cafetería erótica del centro de Quilmes, en el sur del Conurbano, tiene un llamativo waffle que causa furor y es cada vez más elegido por los clientes. Lo bautizaron «Soldadito» y la masa tiene forma de un miembro masculino, que se ofrece con distintas variedades de salsas y coberturas.
El comercio se llama Blond y fue fundado por tres amigos. «La idea del emprendimiento surgió una tarde en la que nos encontrábamos merendando. Estábamos viendo vídeos que nos aparecieron sobre pastelería erótica. Lo vimos como algo innovador y no visto en la zona, hasta que uno de nosotros dijo: ‘¿y si abrimos un mini café?’. Somos estudiantes universitarios y teníamos nuestros ahorros de antiguos trabajos, así que nos pusimos manos a la obra», comentaron.
Los emprendedores de Quilmes contaron que detrás de ese producto estrella de su local, «la intención que tenemos es innovar, divertirnos y trabajar de algo que nos guste, teniendo como objetivo nuestras metas personales, como el sustento académico».
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Y agregaron: «No vimos en una plataforma de vídeos donde mostraban como decoraban los waffles en un local de España y nos encantó. Desde que publicamos por primera vez en Instagram, anunciando que íbamos a tener a nuestro famoso ‘soldadito’, la gente lo recibió de buena manera y con ansias para poder probarlo».
La respuesta al particular waffle de la cafetería erótica de Quilmes
Los fundadores del inusual comercio del centro de Quilmes comentaron que el nombre con el que bautizaron a su creación, «no queríamos que suene vulgar, pero si que sea divertido y fácil de pedir. La gente al principio podía llegar a inhibirse por la forma, y lo llamamos Soldadito para que les sea más leve y práctico».
El producto tiene distintas versiones dulces y saladas: desde los de vainilla o con coberturas glaseadas, chocolate, bananas con dulce de leche o granas; hasta el relleno de salchicha o con queso cheddar.
¿Cómo es la respuesta de los clientes ante los llamativos waffles? Los amigos emprendedores reconocen que hay de todo: rápida adhesión, pudor, y también rechazo. «A las personas que los consumen, las motiva la curiosidad, al principio con desconfianza pero al ser algo novedoso y tabú, se animan a comprar uno. Los más pudorosos son los adolescentes y la gente mayor», mencionaron.
Y agregaron: «Justamente el otro día que pusimos el banner con fotos de nuestro soldadito, una señora se paró hizo gestos y se persignó. La verdad que nos reímos. Otra nos quiso escrachar en sus redes diciendo que la forma era una barbaridad, nos etiquetó en diversas publicaciones, en lugar de tomarlo como un ataque o insulto lo vimos como publicidad gratis».
Por último, despejaron la duda sobre quiénes piden más el «Soldadito» y revelaron: «Desde que el local está abierto, observamos más hombres comprando que mujeres, ya que suelen venir en grupos y hacerse bromas entre ellos».