Prendieron fuego un jardín de infantes en Isidro Casanova tras una serie de denuncias por abuso sexual: «Ahí vive un monstruo»
La denuncia al portero de la institución, al que acusan de haber abusado de un alumno y que actualmente está prófugo, desató la furia de un grupo de padres, que causó destrozos en las instalaciones del establecimiento educativo.
Fueron momentos de extrema tensión los que se vivieron en el Jardín de Infantes N°949 de Isidro Casanova, en el partido de La Matanza, el último lunes. Allí, un grupo de padres enfurecidos causó destrozos e incendió los juegos que utilizan los chicos en los recreos. ¿El motivo? Una escalofriante denuncia por abuso sexual a un empleado de la institución que, al parecer, podría tener varias víctimas.
Según se supo, el acusado es el portero del jardín y se encuentra prófugo de la Justicia. Había sido denunciado en noviembre pasado por el padre de un chico cuyo comportamiento había cambiado y les había llamado la atención. Este lunes, cuando las autoridades de la institución comunicaron la situación al resto de los padres, todo se descontroló.
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«Queremos justicia. Hubo golpes y fuego en el jardín porque muchos de los padres se enteraron ayer y al saber esto las personas que estaban al cuidado de esos nenes, que en muchos casos eran los abuelos, le preguntaban y cada vez iban apareciendo más casos», manifestó con preocupación un padre que habló ante las cámaras de un móvil televisivo de TN.
Desencajados, los padres rompieron y prendieron fuego los juegos del patio del jardín, ubicado en la calle Albarellos entre Hualfin y La Fuente, en la mencionada localidad del oeste del Conurbano. Además, hicieron pintadas en las paredes externas con leyendas que decían «Portero abusador y violín» y «Carlos Guzmán abusador».
La denuncia por abuso sexual en el jardín de Isidro Casanova
Bruno, el padre de una víctima y quien realizó la primer denuncia, reveló: «Mi hijo no quería venir más al jardín. Me decía que Carlos le hacía cosas feas en el baño y lo amenazaba». El mencionado portero era llamado «el abuelo» por los chicos y también se desempeñaba como auxiliar, quedando a su cuidado en la hora de la merienda.
El padre comentó que un médico legista les confirmó que su hijo presentaba signos de haber sido víctima de abuso sexual y el nene le había dicho que «en el jardín vive un monstruo». Luego de insistirle para que le diga quién era, le confesó que era «Carlos, el portero» y que incluso «les daba chocolates o plata para tocarlos».
A partir de esa primer denuncia, fueron apareciendo otros casos a partir de las confesiones de chicos que habían cambiado su comportamiento y sentían miedo de ir al jardín. En total, se investiga si hubo abusos sobre diez o quince alumnos del la institución, todos entre cuatro y cinco años de edad.
«Lo único que queremos es Justicia por mi hijo y los otros nenes que sufrieron las aberraciones de esta persona”, comentó Bruno. El caso está a cargo de la Fiscalía de Conflictos Familiares, Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual N°2 de La Matanza, cuya titular es Cecilia Rovello.
La fiscal dispuso dejar custodia policial en el jardín de Isidro Casanova tras los incidentes mientras continúa con las diligencias y demás tareas para tratar de encontrar al portero acusado.