Ministro Rivadavia: el pueblo de 150 años que conserva los aires de campo en Almirante Brown
Bautizado en homenaje al comodoro Martín Rivadavia, no sólo tiene la particularidad de ser una de las regiones más antiguas del sur del Conurbano, sino que también es de las pocas que mantienen un fuerte anclaje con su historia.
Un hoy lejano 19 de septiembre de 1872 fue fundada Ministro Rivadavia en la zona que antes se conocía como Monte Chingolo, nombre que hoy toma una localidad de Lanús. Ciento cincuenta años después, la localidad más vieja de Almirante Brown, al punto que nació incluso antes que el distrito, conserva sus aires de campo que la vuelven un lugar único para aquellos que buscan alejarse de la urbe sin necesidad de transitar muchos kilómetros.
Los orígenes de la región hay que ubicarlos en tiempos de Juan de Garay, quien repartió las tierras entre quienes habían sido sus soldados, con Francisco Zamora y Francisco Ontiveros, a la cabeza. Luego, llegó el turno de los Jesuitas, que fueron expulsados en el año 1767, y de las llamadas Juntas de Temporalidades.
Se cree que los primeros pobladores llegaron hacia 1830, cuando todavía se llamaba Monte Chingolo o de los Chingolos, pero hay datos que indican que ya desde mediados del siglo XVIII se utilizaba esa zona como posta de descanso para las carretas y diligencias que pasaban por el Camino Real hacia Chascomús, San Vicente y Azul. Y que los viajeros además se detenían ante la ermita de Nuestra Señora del Tránsito.
Las familias que poco a poco comenzaron a llegar para instalarse en los alrededores de la posta y del oratorio eran dueños de grandes extensiones de tierras. Luego llegará Tomás Boyd, quien subdividió su estancia en poco tiempo y en una de estas fracciones está construido el actual pueblo.
Tras la Batalla de Caseros, comenzaron a instalarse los “colorados” que acudían en busca de refugio debido a la caída de Juan Manuel de Rosas. Los primeros fueron Francisco Páez y Lucas Barbosa y más tarde, llega Bernardo Iturralde, panadero mayor del ejército rosista y fundador de una panadería que durante años siguió funcionando en las actuales calles 25 de Mayo y República Argentina.
La posta era la parada obligatoria de carretas y viajeros. Frente a ella se encontraba la propiedad de Don Ignacio Urrozola que funcionaba como parador y barbería de los carreteros y troperos, siendo quizás la vivienda más antigua de la zona, ya que data de 1815.
En 1873, una comisión de vecinos solicitó a la Legislatura la creación de un partido con cabecera en el pueblo llamado Rivadavia. Casi al mismo tiempo, la gente de Almirante Brown, liderados por Esteban
Adrogué, realizaronn la misma gestión, solicitando ser además cabecera del distrito.
Un año más tarde, el 30 de abril de 1874, un decreto del Poder Ejecutivo nombra cabeza del Partido al pueblo fundado por Esteban Adrogué. La cercanía de la línea férrea fue fundamental, y el establecimiento de la Estación de Ferrocarril, determinante; aunque no se puede desestimar el peso de las relaciones
políticas y sociales de Adrogué, dado que varias personalidades influyentes de la época eran incluso asiduos visitantes del famoso Hotel La Delicia de su propiedad.
El pueblo de Rivadavia, aunque más antiguo quedó relegado y apenas comenzado el siglo XX pasó a llamarse Ministro Rivadavia en homenaje al comodoro Martín Rivadavia, nieto de Bernardino y ministro de Marina durante la segunda presidencia de Julio A. Roca.
Ministro Rivadavia, en la visión de una vecina
María Angélica Tarragona vivió toda su infancia y adolescencia en Ministro Rivadavia, partido de Almirante Brown. Hoy de viaje en el «Viejo mundo», la sola mención de su pueblo natal basta para que la travesia actual quede de lado y le de paso a sus historia de ayer ante la consulta de Zonales.
«Mis mejores recuerdos de esa época son los que pasé en el campo donde vivían mis abuelos . Ellos tenían plantas de ciruelas y duraznos y se dedicaban a la cria de animales . Cada fin de semana nos encontrábamos con primos y tíos y allí pasamos hermosos momentos . Mi gran vocación de maestra comenzó allí, primero dando catecismo en la Iglesia Nuestra Señora del Tránsito, luego dando clases particulares en mi casa y ya recibida de maestra me jubilé en la Escuela Rural E.P N°11 que se encuentra al lado del Hogar El Alba».
Luego, completó: «Hay mucha gente que recuerdo con mucho cariño. Había un personaje en el pueblo apodado ‘Don Pelado’ que creo que era de nacionalidad rusa y vagaba vestido de traje. El Padre Thona era el sacerdote y visitaba a las familias de vez en cuando y siempre lo recibíamos con mucha alegría. Me encanta el pueblo y estoy orgullosa de mis raíces. Sigo visitándolo ya que aún hoy se conserva la casa de mis abuelos y también una de mis hijas vive en Ministro Rivadavia».