El dramático pedido de la madre de Ezequiel Cirigliano, el ex jugador de River que lleva dos meses preso por robo
El futbolista de 30 años está detenido en una comisaría de Caseros desde el 14 de agosto. La Justicia debe resolver su situación procesal en los próximos días: «Si sigue en la cárcel, se va a morir ahí adentro», dijo su mamá.
Cirigliano pasa sus días en la celda de una comisaría de Caseros, acusado de intento de robo en un domicilio.
El ocaso en la carrera de Ezequiel Cirigliano, ese futbolista de 30 años que fue una de las grandes promesas de River y hasta llegó a ser considerado el sucesor de Javier Mascherano, sorprendió a muchos en el mundo del fútbol pero no tanto a quienes conocían su historia. Su debacle no fue sólo deportiva, sino también personal: hoy pasa sus días en la celda de una comisaría de Caseros, donde lleva dos meses detenido por robo.
La Unidad Funcional de Instrucción N°7 de San Martín le imputó los delitos de «portación ilegal de arma de guerra», «violación de domicilio» y «tentativa de homicidio». El hecho ocurrió en la calle Olavarría al 3800, en Tres de Febrero, donde un vecino llamó al 911 para denunciar el ingreso de un hombre armado a su patio con intenciones de robarle. Incluso vecinos declararon haber escuchado detonaciones. Al rastrillar la zona, la Policía halló al futbolista con un arma de fuego cargada con doce balas y se lo llevó preso a la seccional.
Ezequiel Cirigliano negó haber intentado robar ese domicilio y dijo que padecía esquizofrenia. Su abogado alegó una discusión leve con el denunciante y su madre, Flavia, dio su versión del hecho. «Iba caminando para ver un partido con su hermana, no sé que discutió con un vecino al que no conoce porque es nuevo en el barrio, pero la discusión terminó ahí. Luego caminó y a dos cuadras se da vuelta y vio que venía la Policía, cruzó la calle para venirse a mi casa, ya que vivimos a siete cuadras de ahí y lo detuvieron. Le tiraron gas pimienta y casi le quiebran la muñeca», le detalló la mujer a Primer Plano.
De ser una gran promesa a ser marginado por Marcelo Gallardo
Ezequiel Cirigliano jugó 65 partidos en River, desde su debut con Leonardo Astrada como entrenador en 2010. Brilló en la temporada 2011/2012 en la B Nacional y luego de un paso por Europa, donde jugó en el Hellas Verona de Italia, volvió en 2014 para iniciar un segundo ciclo. Sin embargo, tuvo problemas en su relación con Marcelo Gallardo, quien ya se encontraba como entrenador.
El Muñeco lo apartó del plantel cuando el futbolista no quiso viajar a una pretemporada en Estados Unidos aduciendo problemas personales. De hecho, el presidente del club, Rodolfo Donofrio, había ironizado con que «si no se da cuenta de que está en River, va a terminar siendo el jardinero del club».
Lo cierto es que el joven tenía un entorno complicado. Su padre había estado detenido por una causa vinculada a la venta de drogas y su carrera tenía vaivenes por sus episodios de depresión en su vida personal. En 2015 fue desvinculado de River tras ser detenido por manejar alcoholizado y resistirse a un control policial y luego tuvo pasos por otros clubes como Atlético Tucumán, Godoy Cruz y hasta un equipo de la Serie D de Italia, el Cynthialbalonga.
Tras caer preso en agosto, su primer representante, Rodrigo Vilariño, le dijo a Olé: «No quiero declarar nada porque no aporta. Yo me fui de su lado hace muchos años, antes de que dejara River, por varias cosas. Yo hice todo lo posible para que él se encarrilara».
El ruego de la mamá de Ezequiel Cirigliano
La mamá del futbolista, que es padre de un nene de siete años, sostuvo que «o el arma no era de él y alguien se la puso o si la tenía era para matarse, no para dañar a nadie». Y contó que él estaba haciendo terapia con una psicóloga que puso a disposición el ex entrenador de River, Matías Almeyda, quien «es el único que lo está ayudando». Y remarcó: «Cuando habló con la profesional le contó que está con una depresión muy grande desde la pandemia para acá, que no la puede manejar». Para ella, la muerte de su padre lo afectó mucho.
«Hace tres meses volvió de Italia porque no podía con su vida. Se la pasaba en la cama y no podía conciliar el sueño», señaló la madre. Cirigliano estuvo medicado en varios de los clubes en los que se desempeñó, pero optaba por no tomar las pastillas por miedo a que saliera en el análisis antidoping.
Hoy, su situación en prisión contribuye a empeorar el escenario. «Está detenido en un lugar que tiene capacidad para ocho personas y hay dieciocho, más del doble», dijo Flavia. El abogado que lo defiende, Guillermo Vega, apeló a la prisión preventiva y pidió que quede en libertad para poder hacer un tratamiento de salud mental. La Cámara de Apelaciones de San Martín deberá decidir en los próximos días. «Si sigue en la cárcel de va a morir ahí adentro. Mi hijo no es un delincuente», cerró su madre.
