Droga envenenada: el desolador relato de la pareja de un joven que pelea por su vida

Carmen Cancinos, de 26 años, conoce a la perfección a su pareja, Daniel Ramírez (24). Por eso, cuando estalló en los medios de comunicación la noticia de que una partida de droga envenenada estaba dejando varias víctimas fatales y decenas de intoxicados en el oeste del Conurbano, se preocupó. Es que sabía de la adicción de Ramírez, así como también sabía que la cocaína que compraba provenía de Puerta 8.

«¿No viste la tele? Se está muriendo gente por comprar merca en Puerta 8. Vine a ver como estabas», le dijo Carmen a su novio, que estaba durmiendo en la casa de su mamá, luego de haberse juntado con un grupo de amigos en el barrio Lanzone, en José León Suárez, para ver el enfrentamiento entre la Selección Argentina y Colombia.

«Zombis», «soldaditos» y violencia narco: así es Puerta 8, el barrio de la droga envenenada

Daniel afirmó sentirse bien, pero reconoció que había fumado cocaína con sus amigos durante el partido correspondiente a las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022.

Aunque no presentaba ningún síntoma correspondiente a una intoxicación, Carmen tomó cartas en el asunto: «Yo me asusté cuando vi en la tele lo que pasó porque todos sabemos que toda la droga que se vende acá sale del mismo lugar. Acá en el barrio se compra mucho en la Calle 5, pero todos sabemos que esa droga viene de Puerta 8, por eso me preocupé y decidí llevármelo a casa. Cuando él está conmigo, lo puedo controlar».

La muerte que encendió las alarmas de Carmen y Daniel

Apenas algunas horas después de llegar a la casa de Carmen, se presentó un amigo de Daniel que, desesperado, les contó que José, uno de los jóvenes que se había juntado a ver Argentina-Colombia, estaba muerto. Fue entonces que no había dudas: se trataba de la droga envenenada.

“Parece que en la noche del partido, José les dijo a todos que se iba a su casa porque estaba muy cansado. Y el miércoles a la mañana lo intentaron despertar pero nunca despertó. Le dio un paro”, precisó Carmen.

Daniel, que había fumado la misma cocaína que José, se sentía bien. No obstante, fue rápidamente hacia el hospital para que le realizaran estudios. Al llegar al centro médico, comenzó a sentir mareos y un poco de dolor de cabeza. Luego de atenderlo, los profesionales le dieron el alta y regresó junto a su pareja a su casa.

«Me despertó a eso de las cinco de la mañana diciéndome que se le cerraba el pecho y nos fuimos enseguida a la guardia», relató la mujer de 24 años.

Cayó un peso pesado por la droga envenenada: su vínculo con la guerra narco de San Martín

Esta vez, los médicos del Hospital Bocalandro de San Martín, en el Conurbano, lo dejaron internado. “Le pusieron un suero y parece que su situación no es tan grave. Me dijeron que está estable y que ya empezó a hacer gestos de que se quería ir ya. Es muy de él eso”, detalló su pareja.

Daniel y una larga historia de adicción a las drogas

“Cuando empezamos a salir, Daniel estaba muy metido en las drogas. Consumía pastillas, clonazepam y paco. Y su vida era horrible. Cuando se metía en problemas o se mandaba una cagada volvía a la casa de su familia y sus hermanos lo golpeaban y lo dejaban tirado en un zanjón”, le contó a Infobae Carmen, que tiene tres hijos de tres padres distintos.

Y continuó: «Lo mismo le pasaba en la calle, cuando cartoneaba. La gente le pegaba y él no tenía fuerzas para plantarse y responder. Por eso, lo traje a vivir conmigo rápido. Yo no consumo y cuando él estaba acá en casa, estaba limpio”.

Florencio Varela: se quedó sin parcelas el Cementerio Municipal y declaran la emergencia sanitaria

Asimismo, valoró el vínculo que Daniel formó con sus hijos, a pesar de no ser el padre biológico de ninguno de ellos: “Mis hijos son de tres padres diferentes. Dos de ellos desaparecieron, sólo uno está presente con su hija. Por eso, para esos dos, Daniel es casi como su papá. Lo quieren como si fuera su papá. Cuando él junta algo de plata con el cartoneo, les trae algo rico para que coman o me da plata para que estén bien ellos”.

“Sé que la gente piensa cualquier cosa de los adictos. Pero yo sé quién es mi marido. Hizo muchas cosas mal, pero desde que me conoció a mí y a mis hijos, cambió mucho. Trata de cambiar, pero no le alcanza”, cerró.