Made in Haedo: la historia de las remeras que Diego Maradona hizo virales y usan los famosos
Yair Pombar pudo entregarle tres de sus diseños a quien entonces era DT de Gimnasia. Luego de que el «10» usará uno en público, empezaron a lloverle pedidos y ahora viste a L-Gante, Ariel Ortega y Pablo Lescano, entre otros.
Yair Pombar consiguió lo que no muchos pudieron: cumplir su sueño y que el máximo ídolo de millones de personas en el mundo haya tenido que ver con ese logro. Vecino de Haedo, hincha de Ferro e integrante de una familia que se dedicó siempre a la fabricación y a la venta de indumentaria, hace un tiempo le sumó a su CV el hecho de ser quien creó Sigschool, la marca de ropa que un tal Diego Maradona popularizó luego de subir una foto en la que se lo veía sonriente con uno de sus diseños.
El recorrido entre aquellos primeros días y ese momento crucial para la historia de Yair y de su emprendimiento no fue sencillo para el joven que se ganaba la vida comprando remeras en La Salada para revender en su barrio. Aunque le iba bien a nivel monetario, él quería otra cosa más allá de esa compra y venta. Sabía que tenía que mostrarle al mundo sus propios diseños.
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El arranque fue estampado tres modelos sobre Pablo Escobar, el narco colombiano que se hizo furor aquí y afuera a partir de la serie «El Patrón del Mal». La buena respuesta inicial lo llevó a montar el negocio propio en Rivadavia al 16.100, Haedo, y a ir sumando diseños que homenajeaban a Gilda, Carlos Tevez, Rodrigo, Moria Casán, y Susana Giménez, Juan Domingo Perón, Ringo Bonavena, Leo Mattioli y Diego Maradona, entre otras personalidades del deporte la política y el arte.
«Todos los diseños son propios, los craneamos nosotros. No le copiamos nada a nadie. Tenemos una diseñadora a la cual le transmitimos las ideas, ella lo va armando y lo vamos presentando», contó el vecino de Haedo.
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Otra historia en sí misma es la que tiene como protagonista a Yair Pomar y a Diego Maradona y es el mismo diseñador y comerciante quien la contó: «El primo de un amigo laburaba en Banfield y nos consiguió entradas porque justo jugaban con Gimnasia, donde Diego era técnico. Me sugirió que llevara unas remeritas, por si lo veíamos».
«Yo venía medio para atrás, y pensaba: ‘Mirá si vamos a ir hasta allá a gastar guita, no lo vamos a ver’. Pero mi amigo me insistió diciéndome que no teníamos nada que perder. Y fuimos. No lo vimos nunca. El primo de mi amigo nos dijo que era difícil que lo viéramos, pero él sí iba a poder porque estaba en zona de vestuarios. No le creí, pero me dije: ‘Ya está’. Y le di las bolsas, confié. Cuando volvía, me repetía: ‘La puta madre. Qué al pedo’. Nunca más supe nada», completó en diálogo con Clarín.
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Para llegar al final feliz tuvieron que pasar entre 15 o 20 días, que fue cuando de la nada apareció una foto del por aquel entonces DT de Gimnasia sonriendo y luciendo un modelo de Sigschool con la cara de Perón y la frase «Sean eternos los laureles». La imagen no tardó en viralizarse y en cambiarle la vida al joven de Haedo.
Esa remera, que fue una de las tres que recibió el «10», se vio también en una extensa entrevista que el campeón del mundo en 1986 le dio a TyC Sports. «De golpe, tenía 500 millones de mensajes de gente que vio esa foto. No lo esperaba. Fue muy zarpado. Dimos el salto gracias a él. Empezamos a recibir gente de todas partes y que nunca habíamos visto. Querían esa remera que usó Diego», asevera el dueño de la marca», contó Yair.
Pero Diego Maradona no fue el único famoso que usó y mostró las indumentarias made in Haedo. L-Gante, Ariel Ortega, Pablo Lescano y Marcos «Chino» Maidana, entre otros, también se calzaron los diseños de Pombar y compañía. «Las personas se copan y se genera algo, como un sentido de pertenencia con la marca. A la gente le gusta. Siempre buscamos a alguien de barrio, algún ídolo popular, querido por la gente, el pueblo y los laburadores».
Para el final otro deseo, difícil también, pero no imposible para el vecino de Haedo: «El sueño de todos los que hacemos Sigschool es llegar a Leo Messi y darle ropa de la marca, sin compromiso. Decirle: ‘Esto es para vos. No pretendo que subas nada. Sólo disfrutalo’. Ojalá, algún día…».