Resultados elecciones 2021: los intendentes que se fortalecieron aun en la derrota del Frente de Todos
Los jefes comunales del GBA evitaron que la caída del kirchnerismo fuera aun peor que en las PASO. Quiénes emergen como líderes en el oficialismo desde su impronta en el territorio, trasladada a la gestión provincial y nacional.
Verónica Magario, Fernando Espinoza, Martín Insaurralde, Mariano Cascallares y Cristina Álvarez Rodríguez.
Entre las lecturas que aparecen el día después de las elecciones legislativas, el peso de varios intendentes del Conurbano es un punto inevitable al analizar la performance del Frente de Todos. En especial porque en ellos radica buena parte de las explicaciones del clima de euforia que se observó en el bunker kirchnerista aun en medio de la derrota en el país y en la provincia de Buenos Aires. Era el reflejo de una confirmación: en el GBA el oficialismo puede empezar a pensar en una reconstrucción de poder y electoral hacia 2023.
El peronismo sufrió derrotas en el territorio más caliente del país, por supuesto, pero no suenan a priori tan dolorosas para el entramado de la conducción provincial y nacional. Los traspiés de Alberto Descalzo en Ituzaingó, de Julio Zamora en Tigre y de Lucas Ghi (y su padrino Martín Sabbatela) en Morón podrían entrar en el rango del “control de daños” previsto en la liga de intendentes que se ganó un lugar en la mesa de decisiones.
Los intendentes que ganaron fuerza
Martín Insaurralde es uno de los que encabeza este movimiento por el peso político de su presencia en el gobierno de la Provincia y por la forma en que se involucró en el armado para revertir números que no eran tan favorables en las PASO. El jefe de Gabinete de Axel Kicillof, de muy buena relación con Máximo Kirchner, superó el 47 por ciento de los votos y duplicó en Lomas de Zamora la diferencia que había logrado sobre Juntos el 12 de septiembre, que estableció en casi 44.000 sufragios.
Leonardo Nardini acompaña a Insaurralde en el gabinete provincial (como ministro de Infraestructura) y en Malvinas Argentinas, su territorio, fue el único distrito de la Primera Sección electoral donde el kirchnerismo pudo superar el 50 por ciento (52,44%). Incluso le sacó a Mario Ishii, su vecino de José C. Paz, la cucarda que el caudillo se había colgado en las PASO como autor del triunfo más contundente del Frente de Todos en la Provincia. Al igual que su par de Lomas de Zamora, puso la diferencia en más de 43.000 votos respecto de Juntos.
Un fuerte aliado de Insaurralde es Mariano Cascallares, quien en Almirante Brown edificó otro triunfo aplastante del kirchnerismo, que en porcentual fue de 19 puntos y en votos se situó en casi 59.000 sobre la oposición. Además, tuvo fuerza de tracción en el sur del GBA como cabeza de lista para diputados provinciales: la distancia del kirchnerismo en la Tercera Sección electoral fue de 422.000 sufragios.
En esa diferencia fue clave La Matanza. La impronta pública de Fernando Espinoza flaqueó en la última semana de la campaña, en especial a partir del grito social pidiendo seguridad tras el asesinato del kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía, pero de todos modos edificó una fuerte diferencia en lo profundo del distrito y con una lista que lo tuvo como candidato testimonial a concejal. La potencia del kirchnerismo en el segundo cordón matancero es clave para las aspiraciones electorales en la Provincia: fueron 141.000 votos más que los logrados por Juntos, una brecha superior a la obtenida por Diego Santilli sobre Victoria Tolosa Paz, de 112.000 en el toral de los 135 municipios bonaerenses.
El otro bastión potente en la populosa Tercera Sección es Quilmes, donde Mayra Mendoza revirtió el triunfo de Juntos que Martiniano Molina había logrado en las primarias. Es el único distrito del GBA con conducción netamente de La Cámpora y la intendenta, por la cercanía con Máximo y Cristina Kirchner, también pasará a ser una referencia política.
Juan Zabaleta, como ministro de Desarrollo Social pero con la impronta local en Hurlingham, es otro intendente (en uso de licencia; lo reemplaza el camporista Damián Selci) que está en las gateras de los potenciados después del 14 de noviembre. En su distrito pudo sostener el triunfo, aunque por escaso margen (4.000 votos), pero la presencia de Juanchi está vinculada con la relación construida con Alberto Fernández. De hecho, fue este domingo su interlocutor en el bunker de Chacarita en el primer mensaje tras el cierre de los comicios en la estructura de tres patas del Frente de Todos: Alexis Guerrera representó a Sergio Massa, y Luana Volnovich a Cristina Kirchner.
Lo mismo le cabe a Jorge Ferraresi, el ministro de Hábitat que en Avellaneda logró sostener la distancia lograda sobre Juntos en las PASO (poco más de nueve puntos), con la apuesta de su mujer, Magdalena Sierra, como cabeza de lista de concejales. Menos cómodo resultó la elección para Gabriel Katopodis: aunque en el escrutinio provisorio logró revertir la derrota de las primarias, la lista liderada por Nancy Cappelloni, esposa del ministro de Obras Públicas, está sólo 1.100 votos arriba de la oposición y todavía con 47 mesas sin definición.
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Esta fortaleza lograda por varios intendentes abrirá también un escenario de debate inminente: la prohibición de lograr más de una reelección que fue fijada por ley durante el gobierno de María Eugenia Vidal. La batalla se dará en la Justicia, con recursos que muchos jefes comunales están preparando para desbloquear dicha norma, pero con un fuerte apuntalamiento político, porque acaban de demostrar que su presencia en el territorio fue fundamental para maquillar la derrota del kirchnerismo en la Provincia.
